Ciencias Administrativas. Teoría
y Praxis
Num.
2 Año 13, Julio-Diciembre 2017, pp. 11-23
Vinculando la gestión de conocimientos y la cultura organizacional con la innovación
Linking knowledge management and organizational culture with innovation.
Carmen Berenice Ynzunza-Cortés*, Juan Manuel Izar-Landeta**, Rosalva Ávila-Acosta***
Resumen
En el entorno actual, altamente dinámico y competitivo, la gestión de conocimiento y la innovación
adquieren un papel relevante para el desarrollo y supervivencia de las organizaciones, y la cultura organizacional parece ser el mecanismo a
través del cual es
posible fomentar ambas, ya que esta última potencializa el aprendizaje, la participación
y el
comportamiento
innovador. De ahí,
que diversas investigaciones enfaticen la necesidad de
que las organizaciones promuevan y construyan valores culturales y establezcan iniciativas para la
gestión de conocimiento que les permitan generar, modificar y conservar el conocimiento para
desarrollar innovación y mantenerse competitivas. Así, el objetivo de este estudio
es explorar
la relación
existente
entre la Gestión de Conocimiento, la Cultura Organizacional
y la Innovación en una muestra de empresas del Estado
de Querétaro.
Los resultados
alcanzados muestran que la Gestión de conocimiento está
asociada positivamente con la Innovación y que la Cultura organizacional puede incidir tanto en la Gestión de conocimiento como en la Innovación
pero también puede actuar como una barrera para el éxito de la misma. Por lo que, se concluye en la necesidad de
que las organizaciones
construyan una cultura organizacional que incentive la adquisición, conservación, aplicación y creación de conocimiento;
al igual que fomente
un ambiente
que favorezca un comportamiento
innovador que propicie el desarrollo de innovaciones, tanto
en los
procesos como en los productos, con efectos
directos en la competitividad y
los
resultados organizacionales.
Palabras clave: Gestión del conocimiento, cultura organizacional, innovación.
Abstract
In today's highly dynamic and competitive
environment, knowledge
management and innovation play
an important
role in the development and survival of organizations, and organizational culture seems to be the mechanism through which it is possible to
promote both, since this Learning, participation and innovative behavior. Hence, various researches emphasize the
need
for organizations to promote and build cultural values and establish initiatives for
knowledge management that allow them to
generate, modify and preserve knowledge to
develop innovation and remain competitive. Thus, the objective of
this study is to explore the relationship between Knowledge Management,
Organizational Culture and Innovation in a sample of companies in the State of Querétaro. The
results show that Knowledge
Management is positively associated with Innovation and
that Organizational culture can influence both
Knowledge Management and Innovation but can also act as a barrier to the success of the same. Therefore, it concludes in the need for organizations to build
an organizational culture
that encourages the
acquisition,
conservation, application and creation of
* Doctora en Administración, Profesor de Tiempo Completo, División Industrial, Universidad Tecnológica de Querétaro, E-mail: bynzunza@uteq.edu.mx
** Doctor en Administración, Profesor Investigador, Departamento de Investigación, Universidad del Centro de México, E-mail: jmizar@uaslp.mx
*** Completar E-mail: ravila@uteq.edu.mx
Artículo recibido: 25 de enero de 2017
Artículo aceptado: 18 de mayo de 2017
knowledge; As well as fostering an
environment
conducive to innovative behavior that
fosters the development of innovations, both in processes and products, with direct effects on competitiveness and organizational results.
Keywords: Knowledge management, organizational culture, innovation.
Clasificación JEL: D83
Introducción
En el entorno actual con complejidades crecientes,
donde las organizaciones luchan por mantener su competitividad o
su supervivencia, los activos
intangibles como la gestión de conocimiento
y la cultura organizacional adquieren un
papel importante. Un ambiente propicio y las combinaciones sinérgicas de éstos y otros recursos estratégicos favorecen la
generación de conocimiento
y el aprendizaje organizacional, los cuales potencializan la innovación, mejoran la
toma
de decisiones y
permiten alcanzar un crecimiento sostenido
y una ventaja
competitiva. El conocimiento si se usa efectivamente es no solo un activo intelectual, sino también una
herramienta útil
para que las organizaciones compitan eficazmente en los mercados (Alavi & Leidner, 2001); y
un antecedente importante
para adoptar e implementar diferentes tipos de
innovaciones
(Darroch & McNaughton, 2002; Nonaka &
Takeuchi, 1995), por lo cual su gestión es fundamental para el éxito organizacional,
ya que facilita no
solo la administración de los activos
intangibles sino que favorece la creación de valor a través de la mejora continua y el desarrollo de nuevos productos y procesos (Nonaka & Takeuchi,
1995; Crossan & Apaydin, 2010).
Para que
esta gestión sea exitosa las organizaciones deben contar con elementos organizacionales y
tecnológicos que favorezcan la misma, como el
liderazgo, la cultura organizacional y las tecnologías de la
información
(Mohamed,
2003; León &
Ponjuan, 2011); por lo
que,
crear las condiciones que contribuyan a la generación, conservación y aplicación del conocimiento podrían ser consideradas como acciones enfocadas hacia
la generación de ventajas competitivas sostenibles (Nagles, 2007). Un factor clave para la
gestión de conocimiento
es,
sin duda, la cultura
organizacional, la cual influye fuertemente en el comportamiento de los empleados y
puede
ser un catalizador o
barrera para implementar las estrategias, alentar
la creatividad;
el comportamiento innovador en
los
empleados o alcanzar
las metas
organizacionales
(Hartmann,
2006; Jamrog, Vickers, & Bear, 2006).
Sin embargo, y aún y cuando, es manifiesta la importancia de estos recursos organizacionales
y se
sabe
que son esenciales para la supervivencia y crecimiento de las organizaciones, pocos estudios
han abordado el vínculo
entre estos
constructos (Lau & Ngo, 2004; Chang & Lee, 2007; Santos & Alvarez, 2007), aunque han
determinado algunas características o valores culturales que alientan el desarrollo
de
los mismos
(Crossan & Apaydin,
2010; Mc Lean, 2005, Jamrog et al., 2006); y han referido las diferencias existentes entre ellos y algunos tipos de culturas (Cameron & Quinn, 1999; Martins & Terblanche, 2003); la evidencia empírica sobre qué tipos de culturas alientan o inhiben la gestión de conocimiento o la innovación es escasa.
De ahí, que el interés y objetivo de esta investigación sea explorar el vínculo existente entre la
Gestión de conocimiento, la Cultura Organizacional y la Innovación. Se espera que los resultados de esta investigación sirvan de guía a los gerentes de las organizaciones y entidades gubernamentales para
canalizar sus esfuerzos
al desarrollo de esos tipos de culturas y prácticas de gestión de conocimiento. Igualmente, que contribuyan al conocimiento del papel de estos recursos en los resultados organizacionales.
Para lo cual, se formulan
las siguientes
preguntas
de investigación: ¿Cuáles son los tipos de culturas que están presentes en las organizaciones del Estado de
Querétaro? ¿Qué diferencias existen entre los tipos de
cultura, las prácticas de
gestión de conocimiento y los resultados de innovación? ¿Qué relación existe entre estos tipos de culturas, prácticas de gestión de conocimiento y resultados
de innovación?
Marco teórico
En virtud, de que la innovación modifica el ambiente competitivo y crea nuevas oportunidades de mercado, diversas investigaciones se han enfocado
a identificar los mecanismos que potencializan la misma, por lo
que la
teoría basada en el conocimiento ha ganado especial importancia (Smith y Thusman, 2005; Zhou & Li, 2012), dado que el desarrollo
de un nuevo producto
está en función de la habilidad de la empresa de
manejar, mantener
y crear nuevo conocimiento
e incorporarlo en sus procesos productivos, de ahí que su gestión
sea considerada
una capacidad
clave para la creación de innovación (Zhou & Wu,
2010), fuente de competitividad y ventaja competitiva (Nonaka & Takeuchi, 1995; Grant 1996;
Nonaka 1991; Duhon, 1998).
Con base en esto, es posible suponer que organizaciones con prácticas y comportamientos de gestión de conocimiento más desarrolladas generarán más innovaciones (Darroch, 2005); ya que el desarrollo de herramientas, procesos y plataformas para la creación, compartimiento y conversión del conocimiento apoyan el proceso de innovación y proporcionan la cultura que permite
manejar el mismo (Plessis, 2007).
La literatura sobre gestión de
conocimiento ha enfatizado también la
importancia de la cultura organizacional como el mayor determinante de los resultados de innovación (Deshpande, Farley, & Webster, 1993);
elemento transformador y estratégico que contribuye a que las organizaciones
desarrollen la habilidad para asimilar tecnologías e innovaciones (Leal, Leal, Roldán & Ortega, 2013);
lo que puede
garantizar
la supervivencia y
ser fuente de ventaja competitiva
(Deshpande
et al.,
1993; Hernández, Cepeda, Cegarra, & Leal, 2010).
Así, los valores y creencias que forman parte de la cultura organizacional proveen
las
normas de comportamiento que se espera sigan
los empleados (Schein, 1992) e
influyen significativamente
sobre
la gestión de conocimiento, la efectividad organizacional, la innovación
y el desempeño
financiero (Zheng, Yang, & McLean,
2010; Gregory, Harris,
Armenakis, & Shook, 2009; Ahmed, 1998); al
igual que alientan la motivación y el compromiso necesarios para generar e
implementar ideas innovadoras, las cuales dependen de una cultura organizacional que soporte la
gestión de conocimiento y considere a la innovación como un valor organizacional; ya que es a
través de ella que se puede enseñar a los miembros de la organización
a
aprender
y compartir el conocimiento (Hartmann,
2006; Gray & Densten,
2009).
De ahí, la importancia de que una empresa esté embebida en una cultura
que
estimule
el aprendizaje y la habilidad de generar nuevas ideas (comportamiento innovador) que
favorezcan la creación de conocimiento, la innovación y el desempeño
(Santos &
Alvarez,
2007; Leal et al,
2013; Martins & Terblanche,
2003; Lau
&
Ngo,
2004; Stamm, 2009; Pleiss, 2007; Ahmed, 1998; Mclean, 2005; Tseng, 2010). Entre las características o valores culturales que fomentan éstas se han referido la creatividad, liberdad/autonomía, la toma de riesgo y el trabajo en equipo.
También, se ha mencionado que asociada a una cultura innovadora está la
disponibilidad de los recursos, la orientación al cliente, la participación de los empleados; la orientación al aprendizaje y la flexibilidad; al igual que la interacción, el liderazgo, la recompensa y
el entrenamiento (Wallach, 1983; Claver, Llopis, García,
&
Molina,1998; Arad, Hanson & Schneider, 1997; Ahmed, 1998; Martins
& Terblanche, 2003; McLean, 2005; Seungkwon, Kilpyo, Gee W oo &
Ilhwa;
2002;
Crossan
& Apaydin, 2010; Jamrog et al., 2006). Igualmente, la confianza, comunicación y los sistemas de información (Alavi, Kayworth, &
Leidner, 2005). La presencia o dominancia de estas y
otras
características
o valores culturales han permitido
desarrollar modelos para identificar diferentes tipos de culturas
(Schein, 1992;
Cameron & Quinn (1999); Wallach, 1983). Uno de
los modelos más reconocidos,
es el de Cameron
y Quinn
(1999), quienes mediante una estructura de
valores competitivos han identificado 4 tipos de culturas:
clan, adhocrática, jerárquica y de mercado.
De acuerdo, con este modelo, la
cultura adhocrática
enfatiza la flexibilidad y el cambio,
y está orientada externamente.
La cultura tipo clan prioriza la flexibilidad con un enfoque a la organización interna. La
cultura de
mercado exhibe
un énfasis externo con una orientación al control, al igual que la cultura jerárquica pero con un énfasis a la organización interna.
Esta caracterización permite suponer que ciertos tipos de culturas es más probable que fomenten la
innovación mientras que otras pueden
inhibir la misma
(Lau &
Ngo,
2004; Obenchain & Johnson, 2004; Lucas & Ferrell,
2000). Sin
embargo, también se ha señalado que ni el enfoque a la
flexibilidad ni la
orientación externa son suficientes para alentar la innovación, aunque,
se ha enfatizado la importancia de que ambas formen parte de ella (Sanz, Naranjo, Jiménez, &
Pérez, 2011). Con base en esta fundamentación teórica se construye el
modelo en el
que se establecen las variables y relaciones que permitirán dar respuesta a los objetivos y preguntas de investigación planteadas (figura 1).
Gestión de Conocimiento Gestión de Conocimiento
Gestión de
Conocimiento
Adquisición Conservación Aplicación Adquisición Conservación Aplicación Cultura Organizacional Cultura Organizacional Cultura Organizacional De mercado Clan Adhocrática Jerárquica
Adquisición Conservación Aplicación
Innovación Innovación Innovación
Innovación
Procesos Productos Procesos Productos Procesos Productos
Procesos
Productos
Figura 1. Modelo de Cultura Organizacional, Gestión de Conocimiento e Innovación
De mercado Clan Adhocrática Jerárquica
Metodología
De mercado Clan Adhocrática Jerárquica
El estudio se llevó a
cabo
en empresas de manufactura y servicios del Estado de Querétaro. El muestreo fue no probabilístico de
conveniencia
con base en el deseo de
los
encuestados en participar
en el mismo. El tamaño de la muestra
alcanzado fue de 247 encuestas. La versión final del cuestionario solamente consideró 41 ítems, los cuales fueron
evaluados mediante una escala
Likert
de 5 puntos, con un rango de totalmente en desacuerdo a totalmente de acuerdo para todos los constructos, con excepción
de
la cultura
organizacional, donde se utilizó una escala de 100 puntos para medir
6 criterios con una escala
de
muy bajo a muy alto. Cada respuesta se mide por una variable
que varía de 0 a 100, en función de la media de los valores de las respuestas a las preguntas se determina el
tipo de cultura que representa cada empresa. Así, la
suma de las variables calculadas a partir de las medias de las respuestas tiene que sumar 100. Los puntajes de cada una de las preguntas se suman y son promediados para obtener un
gráfico resumen del perfil de la organización. Paralelamente, para
determinar el
grado en que una empresa se orienta
hacia un tipo de cultura, se
realiza un análisis de conglomerados por el
método “K-medias”. La primera parte del
cuestionario considera preguntas de índole general como sexo, edad, antigüedad laboral, experiencia, tamaño de la empresa y origen
del capital. La
segunda evalúa los aspectos
relacionados con la cultura organizacional. La tercera explora la gestión de
conocimiento,
tomando en cuenta las prácticas para
la adquisición, conservación y
aplicación del conocimiento;
y la cuarta evalúa los aspectos
vinculados con la innovación en los productos
y procesos.
Respecto a los constructos que forman la escala
de medición,
para la cultura organizacional se utilizó la escala OCAI propuesta
por Cameron
y Quinn (1999); la cual considera 4 perfiles de cultura:
clan, adhocrática, de mercado y
jerarquizada con seis criterios de evaluación: características dominantes, líderes organizacionales, manejo
de empleados,
unión organizacional, énfasis estratégico y
criterio de éxito. El
OCAI
es
una técnica que mide la situación cultural de la empresa sobre cuatro dimensiones de la
cultura. Estas cuatro
culturas quedan definidas
a partir de dos dimensiones por una parte la orientación hacia el interior o el exterior de la empresa y por otra la orientación hacia la flexibilidad o hacia el control. Cruzando
estas dos variables se obtienen los cuatro tipos de
cultura anteriores donde la
cultura clan es propia de empresas que buscan el control interno pero con flexibilidad. Es llamada clan por
su similitud a
un tipo de familia organizacional. La cultura adhocrática se encuentra en
aquellas
empresas que se centran
en
aspectos externos pero buscando un alto grado de flexibilidad e innovación. Su mayor meta es la adaptabilidad y creatividad. La cultura de mercado aparece en aquellas organizaciones que se centran en
el exterior pero necesitan control y estabilidad interna.
Se enfoca en
las
transacciones con elementos externos como proveedores, clientes, contratistas y sindicatos. La
cultura jerárquica se
centra en aspectos internos requiriendo control y
estabilidad. Es una cultura manejada con un enfoque al cliente.
Se encuentra en organizaciones
en las cuales el mayor reto
es generar resultados eficientes,
confiables y
predecibles. Así las empresas pueden presentar una
orientación muy grande hacia una
de las culturas, o hacía varias de ellas.
La gestión
de conocimiento se evaluó con la escala desarrollada
por Tseng y Fan (2011) que mide las prácticas de adquisición, conservación
y aplicación del conocimiento. Para la
innovación se emplearon
los ítems desarrollados por Donate y Guadamillas (2010) que considera las
mejoras en los procesos y/o productos o el diseño de nuevos productos.
Para validar el instrumento se utilizaron técnicas
estadísticas y de fiabilidad como el Alfa de Cronbach y
la
correlación de ítems con el total. El Alfa de
Cronbach del cuestionario fue de .816. Los valores de confiabilidad por constructo se sitúan de
.746 a .820. Los resultados de confiabilidad
individual de las variables de los
constructos
gestión de conocimiento y la innovación
con las prácticas de GC aplicando las correlaciones de ítem con el total arrojaron valores superiores a 0.4. El análisis de conglomerados
de “K medias” mostró cuatro grupos estadísticamente significativos de empresas. Y el análisis de variancia (Anova) permitió encontrar diferencias entre
estos grupos. Los resultados encontrados presentan evidencia de la confiabilidad y validez del instrumento. Las hipótesis
planteadas con base en el cuestionario desarrollado son:
H1: Las prácticas de gestión de conocimiento
de adquisición, conservación y
aplicación
están presentes en los cuatro tipos de
cultura organizacional.
H2: Existen diferencias significativas entre estas
prácticas de gestión de conocimiento, los tipos de cultura organizacional y la innovación.
H3: Existe
una asociación
positiva
y significativa
entre estas prácticas de
gestión de
conocimiento,
los tipos de cultura organizacional y la innovación.
Resultados
Para el análisis de datos se utilizó el software SPSS
versión 21.0 haciendo uso de estadística
Tabla 1
Características de la Unidad Muestral
Grande Mediana
Pequeña
Tamaño
descriptiva e inferencial.
Considerando
que
el 106 80 61
estudio es exploratorio, los resultados en virtud del
Tipo de
Sociedad
Subsidiaria
Familiar
tamaño de la muestra no pueden ser generalizados.
empresa
Anónima
Las características de la unidad muestral, 168 73 43
empleando
solamente
las 247
encuestas
contestadas en su totalidad se presentan en la tabla
Origen
del
Nacional Extranjero
Mixto
136 76 35
1. En ella, se observa
que las empresas
en las cuales laboran los
encuestados son principalmente
grandes empresas con más de 250 empleados
(43.1%), el 32.3% son medianas y el 24.7% son pequeñas con menos de 25 empleados, según la clasificación de la SEDUE.
Las empresas son mayormente sociedades anónimas de capital variable (55.8%), 26.2% forman parte de un corporativo y
16.0%
son familiares. El origen del capital es principalmente
nacional (55.2%), una
parte extranjero (30.7%)
y
14.1% es mixto; tienen en su gran mayoría más de
6 años en funcionamiento, solo el 15.7% cuenta con
menos de 5 años. Respecto de los participantes en el estudio, el 41.3% fueron del género femenino y el
58.7%
restante fueron varones. El
73% de
los ellos están en un rango de edad de 19 a 25 años y el resto son mayores. Con relación a la antigüedad en la empresa, el 36.8% tienen menos de 1
año laborando, 46.7% de 1 a 3 años y el 11.3%
entre 4 y 7 años; únicamente el 5.2% ha trabajado ahí por más de 8 años. Estos
porcentajes son más o menos similares
a
los años de
experiencia
laboral;
el
31.1% tiene menos de un año, 48.7% de 1 a 3 años, 15.3% de 4 a 7 años y el resto más de 8 años (tabla 1).
capital
Con relación, a los resultados de los constructos y sus asociaciones, se encuentran que convergen
en la industria del Estado de Querétaro los cuatro tipos de culturas: clan, adhocrática, de mercado y jerarquizada (figura 2.) Aunque, el
tipo de cultura
organizacional predominante es la de mercado (28.23%). Es
decir organizaciones orientadas a resultados. Con énfasis en la reputación y
el éxito;
medido éste por la participación de mercado y
el posicionamiento;
y caracterizadas por su orientación
externa y la búsqueda
de diferenciación, seguida de la
jerarquizada (25.94%) y tipo
clan (24.47%). La cultura con menor
presencia es la
de adhocrática (21.36%). Con referencia a los valores, el liderazgo y la cohesión empresarial representan mayormente una cultura
de mercado; sin embargo, las características dominantes y el estilo gerencial refieren mayormente una cultura tipo clan (tabla 2).
Clan
30
25
20
15
10
5
De mercado 0
Adh ocrática
Jerarqu izada
Figura 2. Cultura organizaciona
Tabla 2
Estructura de valores por tipo de cultura.
|
Clan |
Adhocrática |
Jerárquica |
Mercado |
Global |
24.47% |
21.36% |
25.94 |
28.23 |
Características
dominantes 30.36%
19.37% 25.56% 24.71% Liderazgo de la
organización 21.96% 23.78% 19.60% 34.64%
Estilo gerencial 30.37%
19.36% 25.56% 24.71% Cohesión empresarial 25.37% 21.51% 24.83% 28.29%
Respecto de los supuestos planteados, (H1) se encuentra que los
tres
tipos de prácticas de
gestión de conocimiento están
presentes en los distintos tipos de cultura organizacional, aunque las organizaciones
privilegian mayormente las prácticas de
aplicación de
conocimiento. El
análisis de conglomerados muestra la presencia de los tres tipos de prácticas de gestión de conocimiento. El conglomerado 1 “orientado a
una cultura tipo jerárquica”, privilegia las prácticas de aplicación de conocimiento, seguida de la
de
conservación y adquisición.
Mientras que en el Conglomerado
2 “orientado a
una cultura adhocrática”, predominan
las prácticas de aplicación, adquisición y conservación. El Conglomerado
3
“orientado
mayormente a una cultura
tipo clan”, presenta
mayormente prácticas de aplicación, conservación
y adquisición, coincidiendo con el Conglomerado 1, aunque presenta estadísticos
mayores.
Finalmente, la presencia de estas prácticas es también coincidente con el Conglomerado 4 “orientado ligeramente a una cultura de mercado”,
exhibe los menores valores en todas las prácticas
de gestión de conocimiento exploradas. La prueba
de ANOVA arroja diferencias significativas para las tres prácticas en
los
conglomerados encontrados.
Estos resultados permiten validar la
primera hipótesis
que
busca probar
que las prácticas de gestión de conocimiento de
adquisición, conservación y aplicación están presentes en los cuatro tipos de cultura organizacional (tablas 3 y 4).
Tabla 3
Gestión de conocimiento Conglomerado 1 Jerárquica 2 Adhocrática 3 Clan 4 Mercado Adquisición 2.86 3.95 4.33 2.07 Aplicación 4.00 4.05 4.57 2.38 Conservación 3.58 2.74 4.38 2.26
Análisis de Conglomerados por Tipo de Cultura.
Tabla 4
Resultados del Análisis de Varianza por Conglomerado.
Conglomerado Error F Sig.
Gestión de |
Media |
gl |
Media |
gl |
|
|
conocimiento |
cuadrática |
|
cuadrática |
|
||
Adquisición |
49.143 |
3 |
.309 |
243 |
159.229 |
.000 |
Aplicación |
29.514 |
3 |
.322 |
243 |
91.702 |
.000 |
Conservación |
47.756 |
3 |
.320 |
243 |
149.303 |
.000 |
Se
prueban también las
diferencias existentes
entre las prácticas de gestión de conocimiento y los tipos de cultura (H2).
La aplicación de conocimiento es la
práctica a la cual las organizaciones parecen asignar mayor importancia en todos los tipos de cultura. Las diferencias
resultaron significativas para las
prácticas de conservación y aplicación de conocimiento para los distintos
tipos de cultura, con
excepción
de
la cultura tipo
clan donde solo fueron significativas
aquellas vinculadas
con la conservación del
conocimiento.
En cuanto, a los tipos de cultura y la
innovación, se tiene que aún y cuando el
desarrollo de innovación
tanto de
procesos como de productos está presente en
todos
los tipos de cultura, la cultura de
mercado y
jerárquica
favorecen la innovación de productos mientras que la adhocrática y clan la de los procesos. Sin embargo, solo resultó positiva y
significativa la innovación en los procesos para la
cultura
jerárquica.
Por lo cual, los resultados deben
ser tomados con
cautela para algunas prácticas de gestión de conocimiento y tipos de cultura (tabla 5).
Tabla 5
Prácticas de Gestión de conocimiento e Innovación por Tipo de Cultura
Constructos |
Dimensiones |
Clan |
Adhocrática |
Jerárquica |
De mercado |
Gestión de |
Adquisición |
3.8 |
4.0 |
3.7 |
3.6 |
conocimiento |
Conservación |
4.0* |
3.9*** |
3.5** |
3.5* |
|
Aplicación |
4.2 |
4.4*** |
4.1** |
4.1*** |
Innovación |
Procesos |
4.7 |
5.5 |
4.4** |
4.4 |
|
Productos |
4.6 |
5.2 |
4.7 |
4.5 |
Nota: Anova. Diferencias estadísticamente significativas (*) .05; (**) .01; (***) .001.
Con relación a
las
prácticas de gestión de conocimiento y los resultados
de innovación, se halla
que
cuando
la innovación
se enfoca a los productos las
organizaciones
asignan el mismo peso a las prácticas de adquisición y conservación
de conocimiento y priorizan la
aplicación de éste. Si la
innovación se da en los productos se favorecen las actividades
de conservación de conocimiento
seguidas de las de aplicación (figura 3).
4.2
4
3.8
3.6
3.4
3.2
Adquisición
Conservación
Aplicación
Productos
Procesos
Figura 3. Gestión de conocimiento e Innovación
Las diferencias son
estadísticamente significativas para las
prácticas de gestión de conocimiento y los resultados de innovación, tanto para los procesos como los productos por lo
que puede probarse el supuesto planteado (tabla 6).
Tabla 6
Estadísticos de la Gestión de Conocimiento y la
Innovación
al encontrarse una relación significativa y positiva
de las prácticas de gestión de conocimiento de adquisición, conservación y aplicación con la innovación en
procesos (β.764, .000; β.619, .000; β.743, .000) y productos (β.555,
.000; β .β.359, .00; β.405, .001). Igualmente, se valida la asociación
entre las prácticas de gestión de conocimiento y los resultados de innovación en los diferentes tipos de
cultura. Resultaron
positivas y significativas las
Gestión de
Conocimiento
Innovación
Procesos Productos
prácticas de adquisición, conservación y aplicación
de conocimiento para la innovación de procesos en
Adquisición 3.7*** 3.6***
Conservación 4.2*** 3.6** Aplicación 3.8*** 4.0**
Nota: Anova. Diferencias estadísticamente significativas (*) .05;
(**) .01; (***) .001.
En cuanto, a la asociación entre los constructos estudiados, los resultados prueban la hipótesis H3,
la cultura de
mercado, la cultura jerárquica,
adhocrática y tipo clan. No así para la innovación
de los productos, donde fueron significativas
solamente las prácticas de adquisición y
aplicación en la cultura jerárquica, adquisición y
conservación en la adhocrática y tipo clan. La cultura de mercado aunque tuvo valores positivos en todas
las
prácticas éstos son no significativos (tabla 7).
Tabla 7
Estadísticos de Regresión Lineal
Gestión de Conocimiento y Cultura Organizacional e Innovación.
Coeficientes
Modelo Est. Tip.
T Sig.
Coeficientes
Est. Tip.
T
Sig
Variables
B Error típ.
Beta B Error típ. Beta
Variables
Innovación (dependiente)
GC (Indepen) Procesos
Productos
Adquisición .764 .085 .496 8.93
Aplicación .743 .103 .417 7.19
.000 .555 .104 .324 5.35 .000 Conservación
.619 .090 .400 6.83 .000 .359 .107 .209 3.34 .000 .000 .405 .124 .205 3.27 .001
Cultura de mercado
GC (Indepen) Procesos
Productos
.000 Conservación
.397 .174 .288 2.288 .026 .104 .184 .074 .568 .572 .000
Adquisición .814 .177 .516 4.591
.251 .208
.157 1.209 .232
Aplicación .807 .210 .450 3.842
Cultura jerárquica
.000 .598 .180 .328 3.312 .001 Conservación
.691 .168 .397 4.121 .000 .288 .202 .148 1.430 .156 .000 .390 .196 .204 1.988 .050
Adquisición .696 .155 .425 4.485
.342 .235 .188 1.457 .150
Aplicación .709 .164 .413 4.324
Cultura adhocrática
Adquisición .907 .227 .640 3.995
Aplicación .827 .370 .423 2.236
.001 .780 .338 .434 2.310 .030 Conservación
.912 .285 .555 3.200 .004 .124 .366 .539 3.069 .005 .035
Cultura clan
Adquisición .758 .141 .550 5.393
.825 .489 .332 1.689 .105
.000 .633 .178 .398 3.548 .001 Conservación
.697 .162 .466 4.306 .000 .523 .201 .302 2.595 .012 .001
Aplicación .676 .198 .384 3.407
.323 .245
.159 1.320 .191
Discusión y conclusiones
Nota: Anova. Diferencias estadísticamente significativas (*) .05; (**) .01; (***) .001.
Los supuestos en la investigación fueron soportados según los
resultados presentados. Los hallazgos confirman la importancia de la gestión de conocimiento para la
creación de innovaciones al encontrarse relaciones positivas y
significativas
para las prácticas de adquisición, conservación
y aplicación de conocimiento.
Resultados similares fueron encontrados por Darroch (2005) y Darroch y McNaughton (2002).
De igual manera, se evidencian las diferencias existentes entre las mismas y los tipos de cultura explorados; y la relevancia que tiene
la
conservación y aplicación de
conocimiento en la mayoría
de ellas para
la creación de conocimiento y
la
generación de innovaciones en los procesos y/o productos.
También, como
se favorecen
éstas
dependiendo del tipo de innovación.
Asimismo, se prueba la relación
de la cultura
organizacional con la gestión de conocimiento y
la innovación. Estudios
anteriores
han referido también algunas correlaciones entre
estos
constructos (Alavi & Leidner, 2005; Sharimllah,
Chong & Lin, 2007; Ahmed, 1998;). Igualmente, se han encontrado diferencias significativas entre ciertos tipos de cultura
y la innovación, como la adhocrática (Yesil & Kaya, 2012) y la de mercado
(Gallagher & Brown, 2008). No así, con los otros tipos, cuya asociación es positiva pero no significativa (Yesil & Kaya, 2012).
Respecto del vinculo existente entre la gestión de conocimiento, la cultura organizacional y
la innovación, se encontró que la
cultura organizacional, tiene un impacto significativo en todos ellos. Además, que existen diferencias significativas por tipo de
cultura que pueden
fomentar o inhibir la creación de conocimiento y la innovación.
Por lo
que, puede
concluirse que la cultura
organizacional
es un factor
clave para la supervivencia y
crecimiento de las organizaciones.
De ella dependerá en gran medida, que se fomente un ambiente laboral que aliente a los trabajadores
a compartir
y generar conocimiento, dado que los valores, creencias y
normas que se comparten formal o informalmente en una organización inciden en el comportamiento de los empleados y en la interacción de los grupos de trabajo.
Asimismo, se enfatiza
la importancia de fortalecer la
gestión de conocimiento, ya que gracias
a esta
es
posible que los
empleados puedan compartir las
experiencias, prácticas
y
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o innovaciones a
los
procesos, productos o servicios; y
puede ser fuente
de
ventaja competitiva. Igualmente, la necesidad de seguir explorando en el conocimiento de estos
constructos y sus relaciones, dada su importancia para la supervivencia y
competitividad de las organizaciones.
Limitaciones y recomendaciones del estudio
El estudio es limitativo porque se aplicó solamente a
un empleado de cada organización. Podría replicarse aplicándose a un número mayor de empleados de una misma organización.
De igual manera, podría ampliarse la unidad muestral y
las características de la misma a otros puestos y áreas de las organizaciones. Se podría también trabajar en el desarrollo de otras escalas de medición que permitan incorporar otros constructos que
pudiesen
incidir
en estos
resultados
como el liderazgo,
el clima organizacional y los sistemas de recompensa.
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