Competitividad en las PyMEs del municipio de Umán, Yucatán
Competitiveness
in SMEs in the municipality of Umán, Yucatán
Irving Francisco, Pech-Nah[1], Ruth Noemí,
Ojeda-López[2], Mónica Lorena,
Sánchez-Limón3
Resumen
La
competitividad de las PyMEs resulta relevante para
analizar su desarrollo en el mercado, el cual cada vez exige un mejor desempeño
para que se mantengan vigentes. La competitividad debe ser analizada de forma
integral para tener un mejor panorama de estas empresas y conocer cómo
interactúan con sus competidores. El objetivo del presente artículo es
presentar un análisis del nivel de competitividad de las PyMEs
del municipio de Umán, Yucatán. El presente trabajo es con enfoque cuantitativo
y de corte transversal. En esta investigación se empleó el modelo de la
competitividad sistémica, la población de estudio fueron 95 empresas con una
muestra de 77. Los principales hallazgos del trabajo indican que las empresas
estudiadas presentan un alto índice de competitividad, donde el factor de
aseguramiento de la calidad es uno de los mejores evaluados, mientras que el
factor de la gestión ambiental es uno de los que obtuvieron menor puntaje
Palabras clave: Competitividad, PyMEs,
factores de competitividad
Abstract
The competitiveness of SMEs is relevant to analyze
their development in the market, which increasingly requires better performance
to remain relevant. Competitiveness must be analyzed comprehensively to have a
better overview of these companies and know how they interact with their
competitors. The objective of this article is to present an analysis of the
level of competitiveness of SMEs in the municipality of Umán,
Yucatán. The present work is with a quantitative and cross-sectional approach.
In this research, the systemic competitiveness model was used, the study
population was 95 companies with a sample of 77. The main findings of the work
indicate that the companies studied have a high competitiveness index, where
the quality assurance factor is one of the best evaluated, while the
environmental management factor is one of those that obtained the lowest score.
Key words: Competitiveness, SMEs,
competitiveness factors
Códigos JEL:
M10, M11, M14
El
presente artículo tiene como objetivo presentar un análisis del nivel de
competitividad de las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs)
del municipio de Umán, Yucatán, para ello es importante analizar el concepto de
PyME. Antes de ello, es necesario señalar el concepto
de empresa, Chiavenato (2007) menciona que, es una organización social que
aprovecha una gran diversidad de recursos para conseguir objetivos estipulados.
Es una organización social por ser una asociación de individuos para el
aprovechamiento de un negocio y que tiene por fin un objetivo particular, que
puede atender una necesidad social u obtener ganancia. Por su parte, Pallares,
et al., (2005) indican que la empresa se puede contemplar como un sistema en el
cual un individuo o un grupo de personas desarrollan un cúmulo de actividades dirigidas
a la producción y/o distribución de bienes y/o servicios encuadrada en un particular
objeto social.
Cardozo,
et al., (2012) agregan que definir a la PyME implica
una alta complejidad, los criterios más utilizados para ello son el número de
empleados y el volumen de ventas. De acuerdo con el Diario Oficial de la
Federación (DOF) el rango de trabajadores que puede tener un negocio para que
se encuentre en la clasificación de PyME (Pequeña y
Mediana Empresa) es de 11 hasta 250 trabajadores y de igual manera el rango de
ventas que puede tener es de 4.01 hasta 250 millones de pesos al año (DOF,
2009). En ese orden de ideas, se tendría que una PyME
es aquella empresa que cumple con el número de empleados y ventas establecido
anteriormente.
Las
Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs), son relevantes
para el funcionamiento de la economía mexicana, tanto en número de unidades
económicas como en el número de personas ocupadas por unidad de negocio. De
acuerdo con datos del Estudio sobre Demografía de Negocios del año 2020
realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2021) a
nivel nacional se tienen 135,906 PyMEs con un
promedio de 20.15 empleos por unidad de negocio equivalentes a 2,739,185
empleos, mientras que, a nivel estatal, en Yucatán se tienen 3,016 PyMEs y 19.37 empleos por empresa en promedio equivalentes
a 58,435 empleos, por lo que, estas empresas cumplen con una función social. En
el estado de Yucatán, las PyMEs son de gran
relevancia para la economía tanto local como nacional, ya que generan el
sustento diario de un gran número de familias.
Saavedra
y Tapia (2012) señalan que la PyME en México se
enfrenta a diversas problemáticas, estas se observan principalmente en bajos
niveles del Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, ausencia de empleo digno y
acceso a vivienda; la cultura empresarial mexicana presenta una falta de visión
a largo plazo y el rechazo hacia la delegación de responsabilidad y el trabajo
en equipo, la implementación de políticas públicas de apoyo a la PyME con alcances limitados y un entorno para establecer
negocios que ha mejorado en los últimos años en algunos aspectos, sin embargo
hay otros que se encuentran pendientes de atención como son el registro de
propiedades, obtención de crédito, protección de inversionistas y pago de
impuestos.
Es
importante mencionar que actualmente el mercado es más dinámico y competitivo,
por lo que los factores de competitividad de las empresas es un tema que
requiere atención para mantenerse vigentes en el mercado, más en el caso de las
PyMEs, ya que su subsistencia y permanencia en el
mercado genera fuentes de autoempleo para los propietarios de estas empresas y
sus familias, lo cual contribuye a la economía local y nacional del país.
Los
negocios requieren ser competitivos para mantenerse en el mercado, por lo que
resulta necesario describir el concepto de competitividad. Este se ha ido
adaptando a lo largo de la historia, tiene sus orígenes en las teorías
económicas clásicas y cada vez va teniendo mayor importancia. En consecuencia,
se percibe como en diversas partes del mundo y en particular en México se tiene
inclinación por ser más competitivos, principalmente por estar inmersos en la
globalización económica (Hernández, et al., 2015).
Por
su parte, Saavedra (2014) indica que la competitividad empresarial es muy
compleja y no es posible manejar la competitividad empresarial sin tomar en
cuenta los elementos del ambiente que repercuten en la organización. Esta
autora aporta una propuesta metodológica para la determinación de la
competitividad empresarial que se fundamenta del mapa del Banco Interamericano
de Desarrollo (BID) para estudiar los factores internos de la PyME, mientras que utiliza el enfoque de la competitividad
sistémica de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) para
los factores externos.
A
partir de la consideración de la competitividad sistémica el presente trabajo
tiene como objetivo presentar un análisis del nivel de competitividad de las PyMEs del municipio de Umán, Yucatán, lo anterior
representa un aporte para ampliar el conocimiento existente relacionado a la
competitividad en las empresas, ya que no se tienen estudios que analicen el
nivel de competitividad de las PyMEs a nivel
municipal en la localidad estudiada.
La
apertura económica ha generado cambios internos en las naciones que están
inscritas en el desarrollo, estas transformaciones en la economía han expuesto
que la competitividad y el crecimiento económico son el efecto de la
interconexión de diversas estructuras. La economía, los mercados y las empresas
han cambiado y son más competitivas, esta competitividad se ve condicionada por
diversos factores. Es posible comprender la competitividad como la habilidad de
una nación, región, sector o empresa para adentrarse al mercado eficientemente
(Gracia, 2006).
Porter
(2002) indica que el significado de competitividad puede ser diferente cuando
se refiere a una empresa, una nación o también de acuerdo con el enfoque o la
especialidad. La competitividad en una nación es proporcionar calidad y menor
precio en la producción de bienes y servicios lo cual favorece a la población
de un país por tener un incremento en los ingresos reales.
De
acuerdo con Samuelson y Nordhaus (2003), la competitividad se refiere al nivel
en que pueden competir los bienes o servicios de un país. Por su parte el Banco
Interamericano de Desarrollo (2001) indica que una economía es más competitiva
cuando el ambiente en el que funcionan las empresas está orientado al
crecimiento sostenido de la productividad y de los niveles de ingreso per
cápita.
Para
un sector o industria, la competitividad se concibe como el potencial o la
capacidad que tiene para crecer y tener un rendimiento atractivo sobre la
inversión efectuada (Porter, 2002). Por su parte, Hernández (2000) realizó un
estudio de la competitividad industrial en México y estableció dos tipos de
competitividad industrial: la competitividad artificial y la competitividad
real. La competitividad industrial artificial es aquella que se asocia con la
radical reducción de la demanda interna y el incremento de la capacidad
instalada ociosa, este tipo de competitividad no es sustentable a largo plazo
debido a que se integra del aprovechamiento de cuantiosos recursos naturales y
humanos. Mientras que la competitividad industrial real es sustentable a largo
plazo, ya que se sustenta en la continua mejoría de la productividad que de
manera general posibilita incrementar los sueldos del capital humano y a
mediano plazo mejorar su calidad de vida.
Por
su parte, cuando la competitividad se refiere a una empresa, esta se comprende
como la cualidad para diseñar, generar y mercantilizar bienes y servicios, en
donde habrá de diferenciarse con un valor agregado más llamativo que la de sus
competidores (Porter, 2002). Mientras que, Solleiro y
Castañón (2005) apuntan que la competitividad es la capacidad de una
organización para mantener o incrementar su participación en el mercado basada
en nuevas estrategias empresariales, en un sostenido aumento de la productividad,
en la aptitud interempresarial para participar en convenios con diversas
instituciones y otras compañías dentro de su entorno, en un ambiente
competitivo establecido por el sector y el mercado de los consumidores y en
políticas incorporadas por los gobiernos nacionales y alianzas económicas
regionales.
La
competitividad es dinámica, multisectorial, holística y multidimensional. No es
posible obtener competitividad sin poseer una visión sistémica e integradora.
Existen diversos modelos de competitividad, uno de ellos es el de
competitividad sistémica. Esser, et al., (1996) indican que la competitividad
de una empresa se sustenta en el patrón organizativo de la sociedad en su
conjunto y los parámetros de relevancia competitiva en todos los niveles del
sistema y la interrelación entre ellos es lo que produce ventajas competitivas,
por lo que concluyeron que la competitividad es sistémica. Este concepto de
competitividad conforma un marco referencial para los países industrializados y
en desarrollo. Estos autores identifican los factores de la competitividad
industrial los cuales se distribuyen en cuatro niveles de análisis: meta,
macro, meso y micro.
Saavedra
(2014) señala 8 factores que influyen en la competitividad sistémica de las
empresas: planeación estratégica, producción y operaciones o aprovisionamiento,
aseguramiento de la calidad, comercialización, contabilidad y fianzas, recursos
humanos, gestión ambiental y sistemas de información.
La
planeación estratégica es cometida de todo director en los diversos niveles de
una empresa, en la actualidad esta planeación es vital para que la compañía
alcance el éxito. Este proceso de planeación puede referirse a la confirmación
o rechazo de áreas específicas de negocios, a cómo se establecen los recursos,
ampliar o diversificar sus operaciones, y a la identificación de los sujetos
sociales y los mercados (Jama, 2019).
El
sistema de producción de una empresa se encarga de convertir en valor los
productos o servicios que la organización vende a sus clientes, usualmente a
través de transformar alguna materia prima. En términos empresariales se
comprende como producción a los diversos procesos, técnicas y estrategias,
aplicados de manera sistemática, a través de los cuales es posible conseguir
algunos determinados bienes y servicios y aumentar su valor para responder a la
demanda de sus clientes (Buzón, 2019).
La
logística del aprovisionamiento se encarga del proceso de obtención y resguardo
de productos como las materias primas, materiales, piezas, etc., desde los
proveedores hasta el comienzo del proceso productivo. La logística permite
gestionar la empresa a partir del flujo material e informativo que va desde los
proveedores hasta los clientes, y donde el flujo material se lleva a cabo a
partir de la gestión de los aprovisionamientos, la gestión de los procesos de
transformación y la gestión de la distribución (López, 2004). Por su parte,
Gómez (2013) agrega que, desde el punto de vista empresarial, la logística hace
referencia a la manera de organización que aplican las empresas para el
aprovisionamiento de los materiales, la producción, el almacenamiento y la distribución
de los productos.
La
calidad es un factor que ayuda a lograr una ventaja competitiva la cual crea
una diferencia con los competidores, mientras que el uso de modelos de gestión
proporciona a las empresas un marco para el desarrollo de compromisos,
estrategias y le ayuda a lograr los fines propuestos a través de tener a sus
clientes satisfechos (Santamaría, 2017).
Los
empresarios requieren comprendan la relevancia del uso de sus recursos y
capacidades en la ejecución de las actividades de comercialización, ya que
estas presentan una relación provechosa con la competitividad que le genera
rentabilidad a largo plazo, lo que a su vez se interpreta en la continuidad en
el mercado (Saavedra et al., 2020).
La
contabilidad es vital para que las PyMEs consigan el
éxito empresarial, porque ayuda a que cumplan sus obligaciones legales y
fiscales, garantiza la transparencia y la responsabilidad empresarial, y es
imprescindible para la toma de decisiones informadas dentro de la organización
(Carvajal, 2022).
La
gestión del capital humano es considerada en la actualidad como una herramienta
preciada para cualquier empresa, porque a medida que las organizaciones
gestionan sus recursos humanos también alcanzan altos niveles de competitividad
y control de procesos (Niebles et al., 2019).
La
dimensión ambiental de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) toma en
cuenta la responsabilidad ambiental de las empresas en sus procesos
productivos. La gestión ambiental dentro de la RSE implica el mejoramiento de
un conjunto de actividades orientadas a promover la previsión e inspección de las
consecuencias ambientales que puedan producirse en la etapa de adquisición de
un servicio o producto y al concluir su ciclo de vida (González, 2022).
Los
empresarios no perciben la relevancia de poseer un sistema de información, la
falta de sistemas creados para las PyME o que sean
muy costosos contribuye a que las empresas no desarrollen el factor de sistemas
de información. Sin embargo, existe relación entre todos los aspectos del área
de tecnologías de la información y la competitividad en las empresas micro,
pequeñas y medianas por igual. Debido a ello, se requiere promover en las
organizaciones la ejecución de los sistemas de información para optimizar su
operación (Saavedra et al., 2019).
La
relevancia de las pequeñas empresas no solo radica en su contribución al PIB,
al empleo y otras variables relacionadas. Estas organizaciones poseen ciertas
ventajas específicas de las que se originan contribuciones significativas al
desarrollo económico. Estas se sintetizan en: son fuentes considerables de
crecimiento económico, son fuentes valiosas de innovación, posibilitan una
distribución del ingreso más justa y benefician la economía local (Vázquez y
Arredondo, 2014).
Las
PyMEs son sustanciales para el desarrollo económico
sustentable, porque son generadoras de riqueza y son elementos variables que
establecen, emplean y desarrollan nuevas acciones productivas. Estas empresas
deben sobrevivir en los mercados altamente competitivos, por lo que requieren
conseguir un desarrollo empresarial que se los permita. Es necesario que el
empresario se capacite en temas de crecimiento económico, cultura empresarial,
gestión del conocimiento, innovación, liderazgo, los cuales conformarían un
desarrollo empresarial para la PyME (Delfín y Acosta,
2016). Debido a lo anterior, resulta significativo estudiar a las empresas y su
nivel de competitividad.
La
investigación desarrollada se hizo con un enfoque cuantitativo, de corte
transversal aplicando encuestas a los propietarios de las PyMEs
del municipio de Umán, Yucatán.
La
encuesta que se aplicó fue una adaptación del instrumento validado de Saavedra
(2014) el cual consta de 110 ítems agrupados en los 8 factores para las PyMEs del sector industria, 89 ítems agrupados en los 8
factores para las PyMEs del sector comercio y del
sector servicios. Los factores que se estudiaron fueron: planeación
estratégica, producción y operaciones (para el giro industria), aprovisionamiento
(para el caso de empresas de comercio y servicios), aseguramiento de la
calidad, comercialización, contabilidad y finanzas, recursos humanos, gestión
ambiental y sistemas de información. Dichos factores fueron las variables para
medir el nivel de competitividad de las PyMEs
estudiadas. En la tabla 1, se muestra la operacionalización de las variables
que conforman los factores de competitividad.
Tabla
1
Variables
e indicadores de los factores de competitividad sistémica
Variables |
|
Indicadores |
|
Planeación
estratégica |
|
Proceso
de planeación estratégica |
|
|
|
Implementación
de la estrategia |
|
Producción
y operaciones |
|
Planificación y proceso de producción |
|
|
|
Capacidad del proceso |
|
|
|
Mantenimiento preventivo |
|
|
|
Investigación y desarrollo |
|
|
|
Aprovisionamiento |
|
|
|
Manejo de inventarios |
|
|
|
Ubicación e infraestructura |
|
Aprovisionamiento |
|
Aprovisionamiento |
|
|
|
Manejo de inventarios |
|
|
|
Ubicación e infraestructura |
|
Aseguramiento
de la calidad |
|
Aspectos generales de la calidad |
|
|
|
Sistema de calidad |
|
Comercialización |
|
Mercado nacional (comercialización y ventas) Mercado nacional (mercadeo y ventas) |
|
|
|
Mercado nacional (servicios) |
|
|
|
Mercado nacional (distribución) |
|
Contabilidad
y finanzas |
|
Monitoreo de costos y contabilidad |
|
|
|
Administración financiera |
|
|
|
Normas legales y tributarias |
|
Recursos
humanos |
|
Aspectos generales |
|
|
|
Capacitación y promoción del personal |
|
|
|
Cultura organizacional |
|
|
|
Salud y seguridad industrial |
|
Gestión
ambiental |
|
Política ambiental de la empresa |
|
|
|
Estrategia para proteger el medio ambiente |
|
|
|
Concientización y capacitación del personal
en temas Ambientales |
|
|
|
Administración del desperdicio |
|
Sistemas
de información |
|
Planeación del sistema |
|
|
|
Entradas |
|
|
|
Procesos |
|
|
|
Salidas |
|
Fuente:
Saavedra, 2014.
El
periodo de aplicación fue de enero a junio de 2023. La población del estudio
fue de 95 con una muestra de 77 unidades de negocio. El software estadístico que
se utilizó para el procesamiento de los
datos
fue SPSS.
Se establecen cinco niveles de competitividad de 0 a
20% corresponde a un nivel muy bajo de competitividad, de 21 a 40% a un nivel
bajo, de 41 a 60% a un nivel medio, de 61 a 80% a un nivel alto y de 81 a 100%
a un nivel muy alto. También resulta relevante señalar que cada factor de
competitividad estudiado se compone a su vez de otras dimensiones.
Respecto al factor de planeación estratégica de las PyMEs de industria en el municipio de Umán se tiene un
nivel de 61.74% (nivel alto), las del sector comercio presentan un nivel de
78.54% (nivel alto), las de servicios presentan un nivel de 56.90% (nivel
medio), como se observa en la figura 1. Este factor evalúa si la empresa ha
realizado el proceso de planeación estratégica en los últimos años, el trabajo
en equipo, objetivos medibles, análisis de fortalezas, oportunidades,
debilidades y amenazas, además del benchmarking, la asignación de recursos,
entre otros rubros.
Figura
1
Planeación
estratégica de las PyMEs en Umán
Fuente: Elaboración propia.
Referente al factor producción y operaciones en las PyMEs de industria en Umán se tiene un nivel de 78.61% como
se muestra en la figura 2, dicho factor evalúa el proceso de producción, el
mantenimiento al equipo y maquinarias, la innovación e investigación en la
empresa, la adquisición de materias primas, el manejo de sus inventarios, entre
otros rubros
Figura
2
Producción
y operaciones de las PyMEs de industria en Umán
Fuente: Elaboración propia.
Relacionado al sector de comercio, se tiene que el
factor de aprovisionamiento se compone por la ubicación e infraestructura, el
manejo de inventarios y el aprovisionamiento. En la figura 3 se observa que las
empresas de comercio estudiadas presentan un nivel de 79.32%, lo cual
corresponde a un nivel alto. En el sector comercio sobresale el manejo de
inventarios como el rubro mejor evaluado. Mientras que, en el sector de
servicios se observó un nivel de 56.58% del factor de aprovisionamiento, lo
cual corresponde a un nivel medio. En este factor, la ubicación e infraestructura
fueron los mejor evaluados.
Figura
3
Aprovisionamiento
de las PyMEs de comercio y servicios en Umán
Fuente: Elaboración propia.
En cuanto al factor aseguramiento de la calidad, este
factor evalúa el impulso y capacitación sobre la calidad, la documentación de
normas de calidad, el cumplimiento de las normas técnicas en el sector, las
especificaciones técnicas en las materias primas, entre otros aspectos. En las PyMEs de industria en Umán, este factor tiene un nivel del
78.89%. Por su parte las empresas que pertenecen al sector del comercio tienen
un nivel de 78.12% correspondiente a un nivel alto. En este sector el rubro
conformado por los aspectos generales de la calidad resulto mejor evaluado.
Mientras que, las empresas que pertenecen al sector de servicios presentan un
nivel del 69.67% correspondiente a un nivel alto, en este sector sobresalen los
sistemas de calidad como el rubro mejor evaluado, como se observa en la figura
4.
Figura
4
Aseguramiento
de la calidad de las PyMEs en Umán
Fuente: Elaboración propia.
Respecto al factor comercialización de las PyMEs de industria en Umán se tiene un nivel del 59.89%
como se muestra en la figura 5, este factor evalúa la generación de planes de
mercado, la información de los competidores, los recursos asignados al
marketing, el contacto con los clientes, la fuerza de venta capacitada, entre
otros rubros.
Figura
5
Comercialización
de las PyMEs de industria en Umán
Fuente: Elaboración propia.
En la figura 6 se observa que las empresas que
pertenecen al sector comercio presentan un nivel del 81.25%, lo que corresponde
a un nivel muy alto, donde sobresale el rubro de mercadeo y ventas como el
mejor evaluado. Por su parte, las empresas del sector de servicios presentan un
nivel del 76%, lo que corresponde a un nivel alto, en este factor destaca el
mercadeo y ventas como el rubro mejor evaluado.
Figura
6
Comercialización
de las PyMEs de comercio y servicios en Umán
Fuente: Elaboración propia.
En cuanto al factor de contabilidad y finanzas de las PyMEs, este factor evalúa si los sistemas de contabilidad y
costos proporcionan información oportuna y confiable, la frecuencia de
elaboración de presupuestos, ingresos y egresos, así como la utilidad de sus
inversiones, entre otros aspectos. En el sector de industria de Umán este
factor tiene un nivel del 60.38%. Por su parte el sector comercio presenta un
nivel del 79.76%, lo cual corresponde a un nivel alto. En este sector sobresale
el rubro del monitoreo de costos y contabilidad como el mejor evaluado. Por su
parte, las empresas de servicios presentan un nivel del 75.97%, lo que
corresponde a un nivel alto, en este sector el rubro mejor calificado fue el
monitoreo de costos y contabilidad, como se observa en la figura 7.
Figura
7
Contabilidad
y finanzas de las PyMEs en Umán
Fuente: Elaboración propia.
Referente al factor de recursos humanos de las PyMEs, dicho factor evalúa las políticas y manuales de
procedimientos, programas de capacitación para el personal, la comunicación y
sentido de pertenencia dentro de la empresa, el programa de seguridad
industrial, entre otros rubros. En el sector industria en Umán, se tiene un
nivel del 59.41%. Mientras que, en las empresas del sector de comercio, se
tiene un nivel del 79.59%, lo que corresponde a un nivel alto. En este sector
sobresale la cultura organizacional como el rubro mejor evaluado. Por su parte,
las empresas de servicios presentan un nivel del 75.04% del factor de recursos
humanos, en este destacan la cultura organizacional y los aspectos generales
relacionados a los recursos humanos como los factores mejor evaluados, lo
anterior se puede observar en la figura 8.
Figura
8
Recursos
humanos de las PyMEs en Umán
Fuente: Elaboración propia.
Respecto al factor gestión ambiental de las PyMEs, dicho factor evalúa el conocimiento de las normas ambientales,
el tomar en cuenta las regulaciones ambientales cuando se desarrollan los
productos y servicios, la definición de tareas para el cumplimiento de las
regulaciones ambientales, la minimización del uso de recursos, la medición de
los desperdicios, entre otros rubros. En el sector industria se tiene un nivel
del 47.27%. También se observó un nivel del 49.05% del factor de gestión
ambiental en las empresas pertenecientes al sector de comercio. En este sector
el rubro de administración del desperdicio fue el mejor evaluado y el rubro de
estrategia para proteger el medio ambiente fue el peor evaluado. En cuanto a
las empresas de servicios, estas presentan en la gestión ambiental un nivel del
58.59%, que corresponde a un nivel medio. En este sector los rubros de
estrategia para proteger al medio ambiente fue el mejor evaluado, mientras que
la concientización y capacitación del personal en temas ambientales fue el que
muestra el menor puntaje, lo anterior se puede observar en la figura 9.
Figura
9
Gestión
ambiental de las PyMEs en Umán
Fuente: Elaboración propia.
Por su parte, el factor de sistemas de información de
las PyMEs evalúa si los sistemas de información
cumplen con los requerimientos de información de la empresa, la actualización
en programas, equipos de cómputo y capacitación de su uso, si los archivos de
la empresa se almacenan adecuadamente, la sistematización y almacenamiento
seguro de los respaldos de los archivos de la empresa, la generación de información
oportuna y confiable de los sistemas, entre otros aspectos. En el sector
industria en Umán se tiene un nivel de 60.06%. Mientras que, las empresas que
pertenecen al sector de comercio presentan un nivel del 61.48%, lo que
corresponde a un nivel alto. En este sector, el aspecto de la planeación del
sistema es el mejor evaluado. Por otro lado, las empresas del sector de
servicios presentan un nivel de 67.73%, lo que corresponde a un nivel alto. En
este sector sobresalen las entradas y la planeación del sistema como los
aspectos mejor evaluados, lo cual se observa en la figura 10.
Figura
10
Sistemas
de información de las PyMEs en Umán
Fuente: Elaboración propia.
Se encontró que las PyMEs
del municipio de Umán del sector industria presentan un nivel de competitividad
de 64.16% como se muestra en la figura 11. Destaca el factor de aseguramiento
de la calidad como el factor más alto en las empresas estudiadas.
Figura
11
Factores
de competitividad de las PyMEs de industria en Umán
Fuente: Elaboración propia.
En las PyMEs del municipio
de Umán del sector comercio se encontró que presentan un nivel de
competitividad de 75.64%. En este sector destaca el factor de comercialización
como el factor más alto en las empresas estudiadas, mientras que, la gestión
ambiental es el factor que presenta mayores oportunidades de mejora. Además, se
encontró que las PyMEs del municipio de Umán del
sector servicios presentan un nivel de competitividad de 67.93%. En este sector
los factores mejor evaluados fueron la comercialización y la contabilidad y
finanzas, mientras que los factores con niveles menores fueron la gestión ambiental
y el aprovisionamiento, como se muestra en la figura 12.
Figura
12
Factores
de competitividad de las PyMEs de comercio y
servicios en Umán
Fuente: Elaboración propia.
Es necesario señalar que los factores de
competitividad cada día son más importantes para que las PyMEs
puedan sobrevivir y de esta forma continuar siendo la base del sustento de las
familias que dependen de estas. Estos negocios al ser pequeños cuentan con
infraestructura y capital limitados para invertir y mejorar sus características
que le permitan tener un mejor desarrollo en sus actividades, por lo que
resulta indispensable que identifiquen los factores de la competitividad para
contribuir a mejorar su participación y desempeño en el mercado.
Las PyMEs del municipio de
Umán, Yucatán presentan un nivel de competitividad mayor al 61%, por lo que se
puede concluir que estas empresas estudiadas presentan un nivel de
competitividad alto. Cabe mencionar que el nivel que presentan en cada factor
varía de un nivel medio a un nivel alto.
Respecto a cada sector productivo, se observó que los
tres sectores del municipio estudiado presentan un nivel de competitividad
alto. El sector industrial presenta un nivel del 64.16%, el sector de comercio
un nivel del 75.64% y el sector de servicios un nivel de 67.93%. Debido a lo
anterior se concluye que el sector de comercio presenta un nivel más alto de
competitividad en el municipio de Umán, Yucatán.
En las empresas estudiadas se observó que destacan dos
factores de competitividad, el aseguramiento de la calidad y la gestión
ambiental.
El primer factor, el aseguramiento de la calidad, fue
uno de los factores mejores evaluados en los tres sectores, siendo importante
la calidad para las empresas, ya que al ofrecer un servicio o producto
requieren cumplir con los estándares de calidad para ofrecer a sus clientes
productos que cumplan sus expectativas y la demanda del mercado, el cual al ser
altamente competitivo se espera de las empresas que los productos que ofrezcan
estén adecuadamente elaborados. Respecto a este factor, en los tres sectores se
presentó un nivel alto de competitividad, se obtuvo un nivel de 78.89% para el
sector industria, un nivel de 78.12% para el sector comercio y un nivel de
69.67% para el sector de servicios.
Por otra parte, el factor, gestión ambiental, fue uno
de los factores evaluados con los menores puntajes en los tres sectores, se
observó que las empresas han ido adoptando medidas que reduzcan su impacto
ambiental, sin embargo, aún falta desarrollar una mejor cultura ambiental en
las empresas, lo cual traería beneficios al medio ambiente, a la sociedad e
incluso a las empresas al usar los recursos de manera eficiente. Referente a
este factor, se observó un nivel medio de competitividad en los tres sectores,
en el sector industria se tuvo un nivel de 47.27%, en el sector comercio un
nivel de 49.05% y en el sector de servicios un nivel de 58.59%.
Se apunta que la competitividad de la empresa requiere
ser analizada de forma sistémica, evaluando los factores de competitividad que
ayudan a mejorar las actividades de las unidades de negocios, teniendo en
cuenta que es relevante para ser más competitivos medir el nivel de
competitividad para tomar acciones que ayuden a mantener lo que la empresa ya
hace bien y tomar medidas para aplicar estrategias para contribuir y mejorar
las áreas de oportunidad que la empresa presenta.
Finalmente, como se observó en los resultados de la
investigación el nivel de cada factor de competitividad incide en el nivel de
competitividad de las PyMEs estudiadas y en el nivel
de competitividad de la localidad. De igual modo, es relevante señalar que el
estudio de la competitividad es importante por la afectación que tiene en las
empresas, en sus actividades, en su relación con la región y en los beneficios
que producen para los habitantes de la localidad.
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[1] Maestro en
Planificación de Empresas y Desarrollo Regional; estudiante; Facultad de
Contaduría y Administración; Universidad Autónoma de Yucatán; México, Competitividad
y Desarrollo Regional, ifrancisco.n8p@gmail.com, 0009-0003-4257-4483.
[2] Doctora en
Ciencias de la Administración; profesora investigadora; Facultad de Contaduría
y Administración; Universidad Autónoma de Yucatán; México, Organización y
sociedad, ruth.ojeda@correo.uady.mx, 0000-0002-7137-120X.
3 Doctora en
Ciencias de la Administración; profesora investigadora; Facultad de Comercio y
Administración Victoria; Universidad Autónoma de Tamaulipas; México, Innovación
y emprendimiento con perspectiva de género y sostenibilidad, msanchel@gmail.com,
0000-0002-0671-0076.