El Instituto Sonorense de Contadores Públicos A.C.
Colegio Profesional de Ciudad
Obregón, Sonora,
en el
entorno histórico
del desarrollo agrícola del Valle del Yaqui 1955
The Sonoran Institute of Chartered Accountants AC Professional Association of Ciudad Obregon, Sonora,
in the historic setting of agricultural development in the Yaqui Valley
1955
María
Eugenia De la Rosa Leal*, Juan José
Gracida Romo**
Resumen
El desarrollo
profesional de la contabilidad tiene una relación directa con la economía de la región, que propicia
una
adaptación y generación
de habilidades y conocimientos en la medida de los
negocios y el plan económico va respondiendo a las nuevas o modernizadas actividades económicas.
En este trabajo, se
estudia
mediante una investigación historiográfica la influencia de la historia de la región, de sus empresas
y empresarios en la creación y delimitación de la contaduría colegiada
y en particular del colegio de contadores públicos en Cd. Obregón, Sonora, como
la evidencia del impulso y especialización que los contadores públicos del noroeste
del país han vivido.
La narrativa del trabajo
describe la visión, nacional y del estado del ejercicio
profesional contable en el momento en que Sonora requiere atención
profesional de la gestión de los negocios, principalmente agro negocios, rescatando las características y visiones
del momento.
Palabras
clave: Contaduría, agricultura, profesiones.
Abstract
Professional development of accounting has a direct relation to the economy of the region, which
promotes an adaptation and generation of skills and
knowledge to the extent of business and economic plan is responding to new or modernized
economic activities.
In this paper, we
study through historical research the influence of the history of the region, its businesses and
entrepreneurs in the creation and definition
of the collegiate accounting and in particular the school of public accountants in Cd. Obregón, Sonora, as evidence of momentum and
expertise that public accountants northwest of the country have experienced.
The narrative of the
work
describes the vision, national and state accounting practice
in the time Sonora requires professional care management business, mainly agribusiness,
rescuing the features and visions
of the moment.
Keywords: Economic history,
regional development, accounting profession, collegial bodies.
* María
Eugenia De la Rosa Leal
Contador Publico. Doctora
en Ciencias Administrativas. Profesor investigador del Departamento de Contabilidad. Universidad de Sonora, México. Email: delarosa@pitic.uson.mx
** Juan José Gracida Romo. Licenciado en Economía. Doctor en Historia.
Profesor investigador del Centro INAH Sonora. Profesor de la Academia
de
Historia y Desarrollo del Departamento de
Economía de la Universidad de Sonora. Email:
jjgracida@hotmail.com
Artículo recibido: el 24 de Enero de 2015
Artículo aceptado: el 26 de Marzo de 2015
Introducción
La historia de la contabilidad es uno de los géneros historiográficos, que recién se están investigando
en México
y que viene acompañada del creciente interés por el estudio de la historia de las empresas y empresarios. La
historia de la contabilidad es más que la historia de unas técnicas y unas prácticas o costumbres de anotación contable, ya que es parte integrante de la historia económica. No solamente por la insustituible fuente
de datos sobre los negocios
de las épocas que suministran los libros contables, sino por la
información económica que proporcionan.
En los últimos
años
la
investigación sobre la historia de la contabilidad alrededor del mundo ha crecido considerablemente, así vemos que en Inglaterra, Australia, Estados Unidos, Bélgica,
Francia, Italia
y España se ha instalado
como una
línea
importante de la
investigación en la historia,
nos dice Esteban
Hernández Esteve (2010: 22-28)
En España (que es el referente inmediato de la llega la contabilidad de la partida doble a Nueva España), de hecho la historia de la
contabilidad se ha convertido en uno vertiente importante de estudio
por el número y calidad de las investigaciones realizadas.1 Mientras, por su parte en México también han surgido en los últimos años algunos investigadores pioneros en esta disciplina
como Federico Gertz Manero (2006:159)
María Eugenia de la Rosa (De la Rosa, Gracida,
2004) con significativas
participaciones en
reuniones internacionales, pues hasta el presente se carece de un evento académico respecto
a este género de la historia en el país.
Para esta mesa
del
XXI Encuentro del AHENME, traemos una parte de la investigación sobre la maneras de realizar la historia de la contabilidad en México, revisando
la orientación y directrices del
Instituto Mexicano de Contadores Públicos y sus colegios federados, ya que permite reconocer el
discurso y justificación de los contadores públicos
mexicanos, amén de reconocer la influencia de la variable económica en el modelo de intervención de los contadores en cada etapa histórica.
Antecedentes
El revisar la historia de la contaduría pública en México desde la orientación y directrices del Instituto Mexicano de Contadores Públicos y sus colegios federados
permite reconocer el discurso y justificación de los contadores públicos, amén de reconocer
la influencia de la variable económica en el modelo de intervención de los contadores en cada etapa histórica. La contaduría pública es una profesión social. Es la profesión de la verdad, la que evita
las
posibilidades de opacidad en la información financiera, que vela
por la existencia del orden dentro del caos que permanentemente subsiste.(Instituto:2007;14) También pude ser considerada como una actividad
de servicio que desarrolla
una función útil a la sociedad, al proporcionar información financiera acerca de una entidad. (Buentello y Márquez,
1986: 4).
Como disciplina la Contaduría Pública
se desarrolla
con el avance del sistema
capitalista, basada en la publicación de “Summa”
tratado de teneduría de libros por
partida doble de Luca Pacioli
en Venecia el año de 14942, profesionalizando y estimulando en un “tratado de matemáticas” la contabilidad como profesión.
En este libro
se
hacía una
descripción de las prácticas
seguidas en la época por los comerciantes venecianos, dentro de las cuales, la más importante era
el uso de la “Partida Doble”. (Buentello, Márquez, 1986: 6).
En la Nueva España, la conquista de la Corona Española fue acompañada con sistemas contables en la administración de la colonia. Se tiene noticia que por la Real Cédula del 18
de agosto de 1596, se dispuso la llevanza de sendos libros Manuales y Mayores
para recoger el Cargo
1 De Computis
on-line Revista Española
de historia de la Contabilidad.
2 Lucas Pacioli,
Summa de Arithmeica, Geometría, Proportioni & Proportionalita,
Venecia,
Paganino de Paganini.
1492.
y la Data de determinados derechos (Keil citado por
González, 2004), en una singular aplicación de la partida doble. Bajo la responsabilidad del primer Contador
Real de la Nueva España: Don. Rodrigo de Albornoz
(Pintado, 1998: 32). En 1784 por Real Orden del 7
de mayo se aprobó
introducir
de manera
provisional el método de partida doble
en la Hacienda de Indias, para llevar el
control de la hacienda pública en las colonias.3
En esos tiempos históricos del inicio
de la contabilidad, se
detecta el
hecho de que se realizaban algunas
prácticas de auditoria, aunque en verdad, la contaduría primitiva
no iba más allá de la formulación de estados
financieros.
“Sin embargo, las necesidades de información veraz de las personas
que emprendían aventuras
comerciales a largo plazo y que no podían mantener, una vigilancia permanente
y eficaz sobre el dinero confiando
a sus socios desde tiempos remotos descubrieron la pertinencia de vigilar las cuentas que deberían rendir los
encargados de la administración y dentro de ella la contabilidad.”(Pintado, 1998: 32).
Durante buena parte del siglo XIX y principios del XX, la contabilidad de las empresas extranjeras en México fue
realizada por contadores norteamericanos e ingleses, que aparecen registrados en los libros de contabilidad que “llevaban” las empresas, además elaboraban y
firmaban los informes al Gobierno Mexicano, como
era el caso de las empresas del ferrocarril y
telégrafos. En el país, se impartía
la enseñanza de la contabilidad para auxilio de las empresas desde mediados del siglo XIX, iniciando en 1845 la enseñanza de la teneduría de libros en lo que llegaría ser la Escuela Superior de Comercio
y Administración (Carpy, 2007:6; Pintado, 1998:80) actualmente adscrita
al Instituto Politécnico Nacional.
3 José María González Ferrando, “Estudio Introductorio” en
el libro de Don Fernando López y López, Historia
de la Contabilidad. Versión al castellano de la obra alemana de Karl Peter Kheil.”,
Madrid, asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas, 2004, p. XIV
Una nueva profesión
La presencia de contadores públicos
nacionales se inicia con el establecimiento de la carrera de Contador Público de Comercio el año de 1905, presentando el primer examen profesional de Contador Público Fernando Díez Barroso en la Escuela Superior
de Comercio y Administración en
1907 en
la ciudad de México
con la tesis “Bancos Hipotecarios” (Chávez y Meneses, 2007:4-5; Pintado, 1998: 80).
Un año después, recibe su diploma de Contador de Comercio la primera mujer en México:
María Guerrero. (IMCP: 2007:5) a quién le siguió una larga lista
de contadoras en el país. En ese momento, la Contaduría Pública se orientaba
a la teneduría de libros
y a la auditoria de estados financieros,
características que
continúan vigentes.
Observando que la profesión se desarrolló hacía el manejo financiero de las empresas (Castelán, 2007:13).
En estos años en que se establecía la carrera de
Contador Público
y se titulaba
el primer mexicano, se había instalado el primer despacho extranjero
en el país que fue Price Waterhouse
que inició
actividades en noviembre de 1906, lo que seguramente alentó,
la formación de contadores nacionales.(Pintado, 1998: 44).
Hasta la
década
de los veintes, en la
etapa reconstructiva de la
economía y sociedad, después de la Revolución de 1910, la agricultura, la ganadería, la silvicultura y algo de industria de transformación seguían manteniendo la economía, ayudadas por el
soporte de la contabilidad. Mientras en el terreno fiscal se estrena una nueva fiscalidad
sustituyendo el viejo sistema
de alcabalas
(Pintado,1998: 25),
lo cual abre un nuevo aspecto a tender
por los contadores.
El año de 1929, se da a Refugio Roman Alamonte, el primer titulo de Contador Público,
al revalidársele su diploma de Contadora de Comercio. (IMCP,2007:30).
En 1932
se promulga la
Ley de Títulos y Operaciones de Crédito, catalizador de la auditoria de los estados financieros. (IMCP,2007: 34)
Rafael Mancera, uno de los primeros y más importantes contadores del país, en una entrevista
comentó que:
“Los primeros contadores mexicanos trataron de ejercer desde luego como profesionistas independientes, pero alguno de ellos por la falta de ambiente para su trabajo hubieron
de retirarse de
la Contaduría Pública y
se dedicaron, ya fuera a los negocios, ya al magisterio, ya al servicio de la Administración Pública, ya
a trabajar como
contadores privados
de algunas empresas. Con
mayor suerte pudieron mantener
abiertos sus
entonces modestos bufetes,
pero bien pronto comprendieron la necesidad de
perfeccionar sus conocimientos, ya que
en aquel entonces, en la Escuela de Comercio no
se enseñaba ni siquiera
algunos elementos de auditoria” (Pintado, 1998: 26).
El Instituto de Contadores
Es hasta el 6 de octubre del año de 1923
que se Constituye el Instituto de Contadores Públicos
Titulados de México (
ICPTM), antecedente
del actual Instituto
Mexicano de Contadores, (Pintado,
1998: 52) siendo el primer Presidente del ICPTM
Fernando Diez Barrozo
(1923-1925).
La historia de la
contaduría colegiada en México, recaba como fecha de formalización el año de 1925, cuando se protocoliza la
escritura constitutiva del “Instituto” (Murrieta citado por Pintado, 1998:22) en la
ciudad de México, momento significativo en que se aprueban sus estatutos y fija como misión:
la unión de un gremio profesional, reunido y respetable.
Los fundadores
del naciente Instituto iniciaron
de inmediato la difusión de las reglas de operación, el estímulo a
la investigación y el desarrollo de normas profesionales. Entre ellas los principios de contabilidad y las normas y procedimientos de auditoria, orgullo del ejercicio profesional independiente.
La importancia de la constitución del instituto,
reside en el protagonismo contable
que logra en
un mundo en el cual existen países
en donde las prácticas contables aceptables son establecidas
y formuladas por organismos gubernamentales, como es el caso de: Francia, España y Portugal, y algunos países de centro
y Sudamérica. Sumándose a los organismos técnicos no gubernamentales que establecen y desarrollan las
prácticas contables
aceptadas, como Inglaterra, Estados Unidos, Canadá y México. (Buentello y Márquez, 1986: 8), en los cuales excepto Estados Unidos, el cuerpo emisor se relaciona
con la profesión contable organizada. Que en México, se da oficialmente por la Ley
de Profesiones.
Al año de la formación del Instituto
en 1924, se pública el
Reglamento de la Ley
del Impuesto sobre la Renta, que señala
en forma minuciosa los diversos causantes de este impuesto, publicándose
también la Ley General de Instituciones de Crédito. Un año después en 1925, el Instituto pública el primer Código de Ética Profesional.
En el
mundo
de la
contabilidad, vendría un cambio significativo el año de 1934, cuando se publica el boletín Audits of Corporate Accounts, en los Estados Unidos. El
cual
estableció para las
empresas que cotizaban
en la Bolsa de New York la presentación de una
descripción de sus principales prácticas
contables, lo cual constituyó
los primeros Principios de Contabilidad publicados (Buentello 1986:6).
En ese momento,
la ciudad
de México, era el centro económico
y de estudios universitarios del país, motivo por lo cual conservó por casi 30 años la privacidad colegiada nacional. Que se dispersó
hacia los estados del interior del país conforme los contadores de comercio, privados y
finalmente públicos emigraron o regresaron a ellos, adoptando cada región facetas particulares de acuerdo a su economía y
tipos particulares de negocios.
En la década
de 1940, aparecen las primeras
máquinas mecánicas de cálculo, que se transforman
en eléctricas y de contabilidad. A la vez, que se inicia el registro de operaciones con equipos electrónicos.
Poco a poco la
Contaduría
Pública en México
fue cobrando presencia
en diversas entidades federativas, entre ellas el Distrito Federal,
Jalisco, Puebla, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Baja California, Nuevo León, y Sinaloa.
A la par, que en las universidades se transforma el perfil formativo de los contadores públicos, y se diversifica la participación de instituciones públicas y privadas en la oferta de la licenciatura de contador
público.
La importancia del Instituto como órgano colegiado profesional rector se vio fortalecida el año de 1945, con la aparición de la Ley de Profesiones Ley Reglamentaria del
artículo 4 y 5 constitucionales que revoluciona a
la contaduría al adjudicar responsabilidad al organismo colegiado
profesional para responsabilizarse de la profesión contable. Y catorce años después
el 21 de abril de 1959
con el decreto del presidente Adolfo López Mateos que crea la Auditoría Fiscal Federal,
estableciendo que los únicos que podían dictaminar para efectos fiscales eran los
contadores públicos
colegiados, lo cual provocó un incremento en la formación de colegios en los
estados de la República (Pintado,1998:
18,32), varios de ellos amparados por el Instituto.
Teniendo como antecedente el Boletín “Audits
of
Corporate Accounts” de Estados Unidos de Norteamérica, el Instituto emite en 1956 la primera versión nacional de los Principios de Contabilidad y del
Código de Etica
en el Boletín no. 2 de la Comisión de Principios
de Auditoria. (Buentello,
1986:6) como un hecho transcendental.
El crecimiento
económico de las actividades productivas en México,
ocasionó que en
las
diferentes universidades del país se incrementaran
las escuelas y facultades de comercio para
satisfacer la demanda de la carrera de Contador Público. Para entonces
el Instituto de Contadores Públicos Titulados de México, había iniciado la afiliación de colegios estatales.
En las ciudades más
importantes de México, se
organizaron Colegios e Institutos de Contadores
Públicos, que aumentaban significativamente
la
participación
de estos profesionistas en las
diferentes foros nacionales,
entre ellos, los
colegios de
contadores públicos más grandes
del país: el
Colegio de Contadores
Público de
México, A.C. (1949)
y el Instituto de Contadores Públicos de Nuevo León (1948) primero del interior del país (De la Rosa y Gracida, 2004: 49). Gracias a la gestión del Instituto
de Contadores Públicos de
Monterrey el Instituto de Contadores Públicos de México cambia sus estatutos en 1955, lo convierte en nacional como Instituto Mexicano de Contadores Públicos,
A.C. Además para permitir
a los contadores
emitir los dictámenes de los estados financieros. (www.icpnl.org.mx)
Varias cosas sucedieron el año de 1959, que de manera determinante
influyeron en la profesión contable. La primera, de carácter externo, fue el establecimiento en los Estados Unidos del Accounting Principles
Board of the American Institute of Certified
Public Accountans, que se especializa y atiende los Principios
de Contabilidad, emitiendo
31 opiniones. Dada la relación que existía
con las empresas y despachos norteamericanos, estas opiniones
influyen sobre los Principios de Contabilidad en México. La segunda, de carácter interno fue la decisión de la Auditoría Fiscal Federal, de la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público (SHCP), de establecer el registro de Contadores Públicos y la disposición de que para dictaminar
para efectos fiscales,
los Contadores Públicos
deberían ser colegiados. Lo que impulso la necesidad de los contadores
de asociarse a institutos y colegios.
(IMCP, 2007: 70; Pintado, 1998: 52).
El entorno histórico
contable en Sonora
Hasta principios del siglo XX,
la
actividad económica principal de Sonora había sido la minería, en la cual participaban principalmente compañías norteamericanas, con sus propias líneas de ferrocarriles, bancos y diversos
tipos de
empresas. (Gracida,
2002:23) Sus contadores, eran principalmente norteamericanos, que a su vez
producían la información para la empresa y para el gobierno mexicano, al cual tenían que reportarle la
información financiera generada por las empresas.
Antes del estallido de la Revolución Mexicana de
1910, se establecieron compañías deslindadores
y de irrigación en los valles costeros de la planicie sonorense, principalmente
en los valles del Yaqui y
Mayo. Después de la Revolución en la década de los treinta
y ante los efectos
de la crisis económica de 1929 y su efecto en la minería, se toma el camino del desarrollo agropecuario, principalmente
en el cultivo de los valles de la planicie del Pacífico Noroccidental. Razón por la cual en la década de los cuarenta, debido
a la demanda de productos de Sonora
por el estallido
de la Segunda Guerra Mundial, consistente en arroz, algodón, linaza y hortalizas, se transforma la entidad y se recibe
una gran inversión
para la construcción de obras
de irrigación (Gracida,2002: 26).
Ciudad Obregón siendo una
de las ciudades
más jóvenes del Estado, pues apenas
en
1928 había
alcanzado la
categoría de ciudad, continuo su expansión gracias
a la diversidad de proyectos empresariales y sociales,
que se fueron desarrollando en el Valle del Yaqui.
Así, el año de 1942 llega
el primer contador público mexicano al Estado de Sonora: Agustín Caballero Wario, protagonista importante en la contaduría pública
regional (De
la Rosa y Gracida,
2004: 47), se abocara a lograr la unión de todos los contadores del Estado,
principalmente los de la capital Hermosillo y ciudad
Obregón.
Hay que destacar, que la llegada a Hermosillo del C.P. Agustín
Caballero se da pocos años después de que el C.P. Ramón Cárdenas Coronado se establece fuera de la ciudad de México, en la ciudad de Monterrey en 1938
(IMCP, 2007:48) como pionero de los contadores
públicos mexicanos que emigran
hacia el interior del país.
Poco a poco el
crecimiento
económico de
Sonora, demandó contadores públicos locales.
Así, Agustín Caballero Wario con espíritu
visionario
se aboca a la formación de la Escuela Superior de Contaduría en 1944, en la recién formada Universidad de Sonora.
Hasta entonces, el Instituto de Contadores, había publicado el Primer Código de Ética Profesional de la actividad contable (De la Rosa y Gracida,
2004:47).
En 1952,
México había entrado al periodo
conocido como “Desarrollo Estabilizador”,
en
donde el
modelo sustitutivo
de importaciones
llevaba por el camino de la industrialización al país. A la par se exigía la presencia de contadores
públicos para las empresas industriales
que
se iban estableciendo, y atender el crecimiento del comercio, los servicios financieros y bancarios.
Cuando el Colegio de Contadores
Públicos de Sonora nace, el estado viene del desarrollo del modelo agrícola de las planicies costeras. “La gran expansión agrícola”
(1940 – 1955). Para lo cual la estrategia económica fue
el apoyo de la inversión federal y estatal en la creación de
infraestructura hidráulica y de comunicaciones lo que permitió la ampliación de la frontera agrícola. La concentración demográfica en las ciudades de la Planicie costera,
mas los cambios agrícolas y pecuarios
que tuvo Sonora en la segunda mitad de la
década de los cincuentas, fomento
el desarrollo agrícola de los valles de la planicie sonorense ampliando los centros urbanos de Caborca, Hermosillo, Obregón y Navojoa integrándolos como zonas comerciales,
de servicios
y financieros, alrededor
del desarrollo
agropecuario y agroindustrial que desarrollaron
los molinos de trigo, la industria galletera, la producción de pastas de sopa, la industria textil, y la alimenticia como la cerveza. Paralelamente crece la actividad agropecuaria y con ella la
ganadería de exportación estimulando un auge económico de centros urbanos como Agua Prieta,
Hermosillo, Nogales, Ciudad Obregón y Navojoa.
En el
noroeste
del país, la
vía de crecimiento económico fue
la agropecuaria y pesquera, en especial la agricultura. En las planicies
costeras del estado de Sonora,
se desarrollaron junto con la
construcción de las presas y las obras hidráulicas
en general, la ampliación de la frontera agrícola
que permitió el establecimiento de empresas
agrícolas
y de modernas
agrociudades como Cd. Obregón (Cerutti, 2007).
Sumando también el crecimiento de Hermosillo, Caborca y Guaymas, esta última por el crecimiento de la actividad pesquera
que venía
desde la época del General Abelardo Gutiérrez (1943-1948). Estas actividades económicas, requerían un tipo especial de contabilidad, que llevaban el nombre de contabilidades especiales en los planes de estudio de las escuelas
de contabilidad del país.
Siendo lo anterior, lo que sucedía, en Sonora la formación de contadores universitarios se
orientó a dar respuesta a las diferentes
empresas que
actuaban en los
distintos ramos, principalmente agrícola, construcción, comercio y financieros. Teniendo como primer
egresado titulado de Contador Público en la Universidad de Sonora en
1955 a
Jesús Hernández Saucedo, quien llegó a ser presidente del naciente Colegio de Contadores
Públicos de Sonora.
En 1955 en
Sonora, en el
sur del estado, la actividad empresarial agrícola era
muy fuerte
en el
Valle del Yaqui debido a la ampliación de la frontera agrícola a 270 000 hectáreas por
la construcción de la presa Álvaro Obregón.
Entre 1950 y 1955, nos dice Cerutti
en está ciudad hubo el quinquenio con mayor formación empresarial (Cerutti, 2011). Esto permitió
a Obregón convertirse en el asiento de diferentes, empresas agrícolas, industriales y de servicio, aunado a su posición
de ciudad más importante del sur del Estado (Gracida, 2002: 26). Lo anterior, coincidió con los cambios que sufrió el Instituto Mexicano de Contadores Públicos, A.C, de permitir el ingreso de colegios e
instituto ha este. Así finalmente, después de varios intentos el 11 de octubre de 1955
en ciudad Obregón, Sonora se formara el Instituto Sonorense de Contadores Públicos A.C.
Colegio Profesional.4 (www.icpnl.org.mx). Para entonces, el crecimiento de las actividades empresariales había continuado,
también en Hermosillo impulsado por el avance de la colonización del poblado Miguel Alemán circundante a la ciudad, conocido como la costa de Hermosillo y el valle del Mayo.
Para entonces continuaban formándose Colegios
de Contadores
Públicos en el interior de México y Sonora no fue la
excepción. El año de 1955 ante el crecimiento económico
y empresarial de la capital Hermosillo
y de la costa se formó el Instituto Sonorense de Contadores
Públicos en Ciudad Obregón, presidido por el C.P. Mario Aguayo Ybarra (Cerutti,
2006; IMCP, 2007:62).
Ese mismo
año, el Instituto de Contadores Públicos Titulados de México cambia su nombre por el
de Instituto Mexicano de Contadores Públicos.
El Colegio de Contadores Públicos
de Sonora
La coyuntura que propició la Segunda Guerra
Mundial (1939-1945) estimuló el crecimiento económico y modernizó Sonora por
la demanda de productos
de la localidad, y
coincidió con la gubernatura del
ex presidente de México
Gral. Abelardo L. Rodríguez, este suceso propició la enseñanza universitaria de la contaduría pública en el estado de Sonora
más la inmigración de algunos contadores públicos mexicanos, situaciones que permitieron la cohesión de grupo y
la formalización constitutiva del
Colegio estimulados por
la asistencia en 1957 en la ciudad de México a la Primera Convención Nacional del
Instituto de Contadores Públicos para celebrar los primeros 50 años de la profesión en México. A su regreso,
lo contadores “sonorenses” traen consigo la idea de reunirse de manera colegiada., gestando el Colegio
4 El 11 de octubre de 1955 ante el Notario Público número 4 el
licenciado Pedro Romero, se firmo la Escritura
Constitutiva, dando legalidad a la formación
del Instituto Sonorense
de Contadores
Públicos, A.C.
El Instituto se inicio con 10 miembros , incluyendo
2 socios con residencia
en Hermosillo, Sonora.
Estos contadores son: C.P. Mario Aguayo Ybarra (+), C.P. Agustín Caballero Wario (+) (Hermosillo, Sonora), C.P. Juan Pedro Camou Cubillas
(+), C.P. Lorenzo Amavizca
Encinas, C.P. Antonio Quiroga Mazón (+), C.P. Federico
Lemmer Meyer Otero (+), C.P. José Guadalupe Ramírez López, C.P. Jesús Hernández Saucedo (Hermosillo, Sonora), C.P. José Maria Badillo
Hermosillo (+) y
el C.P.C. Luis Rolando de la Peña Castillo (+).
de Contadores Públicos de Sonora, A.C. que se constituye en 1958
teniendo como presidente fundador al C.P. Agustín Caballero Wario. A la par que se constituyen
también el Colegio de
Contadores Públicos
de Chihuahua y el Colegio de Contadores Públicos de Baja California.
El Colegio se afilia
al Instituto
Mexicano de
Contadores Públicos
casi
de inmediato, participando en la creación de la
Comisión de Actualización Profesional
del Noroeste
(CODAPRO) de los Colegios de Contadores Públicos del Noroeste (COCOPUNO) en 1977 con el apoyo total del C.P. Gabriel Mancera –presidente en funciones del IMCP-. Transformándose en
el actual Instituto del Noroeste
de Contadores
Públicos, como un conglomerado regional de colegios del noroeste
del país impulsando desde
la membresía local, un efecto en cadena de la contaduría contable del estado, a la región y el país, y en sentido
inverso. (Cocopuno s/f)
Las regiones se formaron a iniciativa de la región de la noroeste, que fue
la primera que estuvo haciendo intentos
de
echarse la mano, entre los colegios, como el de Cd. Obregón con el que había muchas migas. Como era la
zona que estaba mas lejos del centro
del país, era muy difícil estar yendo y viniendo. A
partir de esta iniciativa del noroeste el IMCP toma la decisión de la regionalización del país (Caballero, 2008).
En los años 60, las relaciones
profesionales, auspiciadas por
las condiciones geográficas,
idiosincrasia y amistad unieron
a los Colegios existentes en
el noroeste, iniciando
en 1966 los colegios de Ciudad Obregón y Hermosillo, la Primera Reunión
Estatal de Contadores Públicos, sumando a ellos por invitación en 1971 a los Colegios de Sinaloa
y Baja California organizando primera vez “La
Convención de Contadores Públicos del Noroeste” en 1971, que continúan realizándose en las distintas
ciudades sedes de los Colegios del noroeste.
El enfoque histórico de la contabilidad profesional regional hacia la contabilidad empresarial, de gestión y de auditoria financiera lo fomentan los fundadores
del Colegio de Contadores
Públicos de Sonora. Dentro de los cuales
su presidente
fundador el C.P. Agustín Caballero Wario, fue también el primer director de la
Escuela de Comercio
de la Universidad de Sonora en 1958
(De la Rosa, Gracida, 2004: 22) lo que unió los caminos de la contaduría organizada con la formación universitaria
de los contadores públicos de la región en un eje formativo de contador-auditor.
E l d e s a r r o l l o d e l C o l e g i o d e C o n t a d o r e s Públicos de Sonora, sigue en muchos sentidos caminos comunes a los de otros colegios en el país coordinados por
el Instituto Mexicano de Contadores Públicos. En cada periodo
de gobierno del Colegio actúan como presidentes distinguidos contadores de la localidad, que tratan durante
su periodo de gestión de proyectar su visión del curso
de la contabilidad y de cubrir las necesidades profesionales de la
membresía con una clara orientación hacia las tendencias económicas y tributarias. Sin lograr apartarse del efecto de la mezcla de una cultura agropecuaria
y minera, aunado a la características particulares de los contadores
de la frontera norte del país, inmersos en negocios de exportación, con realidades diferentes a los de la Cd. De México, situada a más de 2200 kms.
En la década de 1960 el Colegio atraviesa por una etapa de replanteamiento profesional mientras en la agricultura se utiliza un paquete tecnológico desarrollado en el Centro de Investigación
Agrícola del Noroeste (CIANO), conocido como la “revolución verde” que creo nuevas variedades de trigo junto con una nueva tecnología de cultivo
y nuevos procesos. Este paquete era altamente consumidor de agroquímicos y con su uso afecto la sustentabilidad de la agricultura del estado. Mientras tanto, la actividad ganadera
se expande con la exportación de
becerros de engorda
para los corrales de Estados Unidos y la actividad
pesquera crece en
los
puertos sonorenses, exigiendo modelos contables
de explotación primaria y costos para industrias extractivas.
Hacia finales de la década de los sesentas a la par de Sonora, el Colegio de Contadores
Públicos experimenta un cambio importante
en
sus actividades económicas y profesionales, presenciando por un lado el establecimiento de la Industria Maquiladora en 1967 y por otro la
diversificación de los productos pecuarios acordes
a una nueva
modalidad impuesta
por el mercado
norteamericano, se inicia con esto la industria
maquiladora, que sustituye mas adelante al modelo
agrícola y jala
el interés de la especialización
contable hacia
esas áreas, llevándolo al sistema
de contabilidad por áreas de responsabilidad.
Un breve recorrido en los programas de Educación
Profesional Continua del Colegio de Contadores Públicos de Sonora, permite visualizar la situación latente en la actividad económica del
estado y del país y la interpretación que cada uno de los presidentes del Colegio
ejerció en su gestión.
Obser vando que las relaciones históricas y geográficas entre
colegios y la institucionalidad con el IMCP, han dado lugar a una convergencia profesional en la operación interna
de los colegios
de contadores y sus objetivos,
que en resumen son: Unir, representar, vigilar, actualizar, promover y divulgar las tendencias y regulaciones contables; vincularse con
organismos e instituciones en pro de la formación y calidad profesional
contable ratificada con
la Certificación Profesional nacional (INCP, 2008).
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