Resumen
La presente investigación tiene como propósito
describir la Responsabilidad Social Universitaria (RSU) de
acuerdo a su conceptualización en la literatura. Se analizan las
dimensiones de la Responsabilidad Social Universitaria, las subdimensiones,
su la aplicación en los planes institucionales de desarrollo y la relación que
existe entre la responsabilidad social universitaria con la competitividad en
las instituciones de educación superior. Este trabajo realiza una revisión
sistemática de la literatura, analizando sus principales autores. Así mismo, se
explica que este trabajo corresponde a una primera etapa de un proyecto más
amplio de investigación en donde se pretende una segunda etapa para determinar
la gestión estratégica de la responsabilidad social universitaria y su relación
con la competitividad académica de las instituciones de educación superior
aplicando una metodología con enfoque cuantitativo y datos primarios y
secundarios, colaborando con investigadores de otras instituciones en México y
Latinoamérica, Los resultados obtenidos confirman lo estipulado en la revisión
de la literatura, donde se comprueba que la responsabilidad social
universitaria tiene relación la competitividad de las instituciones de
educación superior de manera positiva lo cual indica la pauta para que las IES
realicen una adecuada gestión de la responsabilidad social en beneficio a su
desarrollo y competitividad.
Palabras clave: Responsabilidad Social, Competitividad, Instituciones
de Educación Superior
The
main purpose of this research is to describe University Social Responsibility
(RSU) according to its conceptualization in the literature. The dimensions of
University Social Responsibility, its subdimensions, the application in
institutional development plans and the relationship between university social
responsibility and competitiveness in higher education institutions are
analyzed. This work carries out a systematic review of the literature,
analyzing its main authors. Likewise, it is explained that this work
corresponds to a first stage of a broader research project where a second stage
is intended to determine the strategic management of university social
responsibility and its relationship with the academic competitiveness of higher
education institutions. applying a methodology with a quantitative approach and
primary and secondary data, collaborating with researchers from other
institutions in Mexico and Latin America. The results obtained confirm what is
stipulated in the literature review, where it is verified that university
social responsibility is related to the competitiveness of higher education
institutions in a positive way, which indicates the guideline for HEIs to carry
out an adequate management of social responsibility for the benefit of their
development and competitiveness.
Key words: Social Responsibility,
Competitiveness, Higher Education Institutions.
Códigos JEL: I23, M14, M19
Las universidades intervienen en la formación y el desarrollo de
competencias de los jóvenes profesionistas, su escala de valores, la forma de
interpretar el mundo y el modo de comportares en él (ANFECA, 2014). La
Responsabilidad Social Universitaria (RSU) tiene como desafío conseguir un
preciso equilibrio entre los compromisos para con el público interno y el
externo; en este sentido, se defiende la idea de que la mejor forma de
conseguir este equilibrio es mediante la formación de una ciudadanía que disfrute
y valore los ideales y las virtudes democráticos, pero que también sea
competente para participar adecuadamente en las instituciones de la democracia.
Según Arana,
Duque, Quiroga y Vargas (2008) la RSU
debe ser entendida como el compromiso que tiene la institución de difundir y
poner en práctica un conjunto de conocimientos y valores en la formación
profesional, en los procesos de investigación, innovación y proyección social,
funciones que deben estar enfocadas a la solución de problemas sociales.
A inicios de
los años 2000 se construyó explícitamente el concepto de responsabilidad social
universitaria (RSU) en América Latina, alrededor de los esfuerzos teóricos y
prácticos de la Red chilena "Universidad Construye País" (UCP) y de
la red Latinoamericana de Universidades animada por la "Iniciativa
Interamericana de Ética, Capital Social y Desarrollo", promovida por el
gobierno noruego en el seno del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y que
dejó de funcionar en 2009. Para la
UCP el principal objetivo era expandir la responsabilidad social dentro del
sistema universitario chileno (Jiménez, 2002).
Por lo anterior, este trabajo tiene como
objetivo describir la RSU en sus componentes principales y analizar cada uno de
ellos para entender de una forma más detallada como puede aplicarse el concepto
en una forma más completa. De esta forma este trabajo responde a la pregunta
¿Cuáles son los componentes principales de la RSU? Para esto se presenta una
revisión de literatura y se explican los componentes de
acuerdo a los principales autores del tema. Así mismo, se plantea como
futura avance de este trabajo analizar la gestión estratégica de la
responsabilidad social universitaria y su relación con la competitividad
académica de las instituciones de educación superior.
La responsabilidad Social
Universitaria
En la construcción de un concepto o
definición de RSU se consideró la experiencia chilena en el Proyecto UCP
ejecutado entre los años 2001 y 2005, con el propósito de expandir la
Responsabilidad Social Universitaria. Uno de los resultados de dicho proyecto
fue la construcción del concepto de RSU, como: “la capacidad que tiene la
Universidad de difundir y poner en práctica un conjunto de principios y valores
generales y específicos, por medio de cuatro procesos clave, como son la
gestión, la docencia, la investigación y la extensión universitaria, respondiendo
así ante la propia comunidad universitaria y ante el país donde está inserta”.
Esta opción conceptual es clave porque se pasa de un determinado tipo de
acciones universitarias, a concebir la RSU como un modo de ser Universidad.
La Red universitaria de ética
y desarrollo social (RED) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
consideran la Responsabilidad Social Universitaria como la clave para lograr un
verdadero cambio en la enseñanza superior en América Latina, a fin de que los
futuros líderes y profesionales de la región tengan siempre en mente la ética y
el desarrollo participativo como brújula en su vida laboral. (BID 2008). La
Responsabilidad Social (RS), puede ser entendida como la virtud de tomar una
serie de decisiones de manera consciente, asumiendo el deber de responder por
las consecuencias de las mismas ante quien corresponda
en cada momento (Evia, Echeverría, Carrillo y
Quintal, 2017). La RSU de puede definir como una gestión universitaria que
pretende renovar el compromiso social de la Universidad al mismo tiempo que
facilitar soluciones innovadoras a los retos que enfrenta la educación superior
en el contexto de un mundo globalizado pero insostenible en sus patrones de
desarrollo.
Uno de los valores más
importantes que toda universidad que se declare como socialmente responsable
debe cuidar es, la coherencia institucional. Esto es la plena coincidencia
entre acción y discurso institucional, y consistencia entre todas las áreas de
la universidad, es decir, que en la institución no haya contradicción entre lo
que hace un área y lo que hace otra. En concordancia, estos autores destacan
que las universidades, al asumir la responsabilidad social, necesitan ser
capaces de un proceso permanente de mejora continua que nunca se puede alcanzar
en su totalidad. Asimismo, señalan que ninguna universidad puede
autoproclamarse socialmente responsable, pero todas pueden responsabilizarse de
sus vínculos y sus impactos sociales.
La Responsabilidad Social
Universitaria exige, desde una visión holística, articular las diversas partes
de la institución en un proyecto de promoción social de principios éticos y de
desarrollo social equitativo y sostenible, para la producción y transmisión de
saberes responsables y la formación de profesionales ciudadanos y ciudadanas
igualmente responsables (Vallaeys, 2008). Es así que la RSU adquiere su importancia en la promoción y
formación de la ciudadanía, por la función social que tienen las universidades
públicas en la construcción de la democracia para así contribuir al bien común.
Para los fines de investigación del presente trabajo se explicarán las seis
dimensiones que describen a la Responsabilidad Social Universitaria como una
conceptualización del proceso de impartición integral de educación a nivel
superior.
Ética
La característica esencial que
distingue a la ética profesional es que rescata y pone al día el sentido y la
razón de ser de las profesiones. Para Cortina (2000), la profesión va más allá
de una ocupación que permite obtener ingresos y estatus social, puesto que en
realidad es una práctica social que adquiere su verdadero sentido y significado
en el bien o servicio que proporciona a la sociedad.
Hortal (2002), coincide en este punto
en el que fundamenta la dimensión ética de la profesión, al señalar que el
profesionista, al adquirir los conocimientos y las habilidades que lo
distinguen como tal, también adquiere el compromiso y la responsabilidad de
prestar bien y de manera consciente el servicio o bien que le compete y por el
cual la sociedad lo acepta y reconoce como profesionista. En esta misma línea,
se devela la esencia del quehacer profesional al reconocer que su verdadero
valor radica en la forma como “contribuye a elevar el grado de humanización de
la vida personal y social” (Fernández y Hortal, 1994). Podría decirse que, en
el caso de las profesiones, la capacidad humanizadora de la ética profesional
se traduce en proporcionar a la sociedad los bienes y servicios que contribuyan
al logro de una vida digna y plena (Ibarra, 2007).
La ética
es la reflexión de los actos, antes, durante o después; es un tipo de
conocimiento humano que en todos los campos de la existencia se debe orientar
hacia la acción, mediante: metas intermedias, hábitos, valores, carácter,
prudencia y decisiones coherentes con el pensar. La ética de los actos se puede
escribir para que las personas tengan un sentido de lo que se espera de ellas
en determinas situaciones, esto significa que la ética se puede llevar al plano
de lo social y entonces surgen éticas civiles, religiosas, de trabajo, de
familia, etc. La ética es un saber normativo que pretende orientar de una forma
indirecta las acciones de los seres humanos.
La ética reflexiona sobre los distintos
modos de justificar racionalmente la vida moral, de modo que su manera de
orientar la acción es indirecta. La ética es la ciencia que estudia de una
manera reflexiva la conducta humana, debe guiar el desarrollo de las personas y
del colectivo social. Los objetivos propios de la ética la comprometen con
ciertos valores y la obligan a denunciar a algunos códigos morales como
incorrectos. La ética empresarial empieza a gestarse a partir de la aparición
de empresas diferenciadas de la empresa pequeña tradicional, debido a su
organización formal y jerárquica, causada por la separación de la dirección y
la propiedad. Comienza entonces una reciente reflexión ética sobre las
actuaciones de las grandes empresas y su gestión.
De las definiciones anteriores y para
efectos de la presente investigación se considera que la ética es la conducta
normativa que rige a los seres humanos para el buen comportamiento de sus
acciones, así mismo la universidad debe tener valores y principios que rijan la
mejora continua del comportamiento ético de los alumnos, docentes,
investigadores y toda la comunidad universitaria para tener valores socialmente
responsables que busquen el cuidado del futuro con las decisiones que se tomen
en el presente.
Para medir la dimensión ética en la
gestión universitaria, se analiza la existencia de subdimensiones como lo es la
matriz ética comprendida como el entrelazamiento de varios ámbitos de los seres
humanos que se muestran al observar su comportamiento en diferentes
situaciones, así como el código de ética siendo un documento que plasma los
principios, deberes y las obligaciones morales que tiene un ser humano tanto en
el ámbito profesional y social; y por último los valores que son elementos, de
conducta, actitudes o pensamientos de la sociedad dados en las condiciones del
entorno, la responsabilidad social de las universidades forma generaciones con
valores que se hacen responsable de sus acciones.
La
legalidad constituye un punto de intersección por el que cruzan un eje de
dimensiones de legitimidad y exigencias de fortalecimiento democrático; otro
eje de condiciones de legalidad reforzadas por un constitucionalismo de los
derechos (humanos); y un tercer eje constituido por distintas facetas que la
cultura presenta en relación con los fenómenos sociales y jurídicos que se
manifiestan a través de distintos programas políticos (Wences, Conde y Bonilla,
2014).
En
principio, independientemente de la perspectiva teórica con la que se trate de
abordar la de cultura de la legalidad, se debe reconocer que la dimensión
cultural es una dimensión analítica de todas las prácticas políticas y
jurídicas en cualquier sistema social. Es importante resaltar también los
elementos de carácter jurídico que componen una noción de cultura de la
legalidad; la sociedad tiene la voluntad de respetar las normas y leyes; existe
una sanción por una violación de ley; existe un castigo o sanción a las
personas o grupo de personas que cometan una violación a la ley.
El
planteamiento de Wences, Conde y Bonilla (2014) se destaca precisamente esa
complejidad, en el sentido de que la cultura de la legalidad: Constituye un
punto de intersección por el que cruzan un eje de dimensiones de legitimidad y
exigencias de fortalecimiento democrático; otro eje de condiciones de legalidad
reforzadas por un constitucionalismo de los derechos (humanos); y un tercer eje
constituido por distintas facetas que la cultura presenta en relación a los fenómenos
sociales y jurídicos que se manifiestan a través de distintos programas
políticos. En principio, independientemente de la perspectiva teórica con la
que se trate de abordar la de cultura de la legalidad, se debe reconocer que la
dimensión cultural es una dimensión analítica de todas las prácticas políticas
y jurídicas en cualquier sistema social.
En
principio, Salazar (2006) define a la legalidad como el conjunto de
conocimientos, creencias, usos y costumbres, símbolos, de los miembros de una
sociedad en relación con los aspectos de la vida colectiva que tienen que ver
con las normas jurídicas y su aplicación. A su vez, Vázquez (2009), señala que
cultura de la legalidad es la aceptación voluntaria por parte de los actores
jurídicos y de la ciudadanía de un conjunto de normas jurídicas generales,
públicas y no retroactivas, que se consideran correctas para una adecuada
convivencia social.
En
la literatura, se puede definir, de manera genérica, a la cultura de la
legalidad como: la aceptación e interiorización, a partir de valores,
conocimientos, símbolos, prácticas y expectativas, de un conjunto de normas
jurídicas que generan confianza o no hacia las instituciones que las crean,
ejecutan y garantizan. La cultura de la legalidad es una condición indispensable
de la democracia, ya que contribuye con el Estado democrático de derecho. De
ahí que se reconozca un vínculo necesario entre la aplicación y el cumplimiento
de la ley con el respeto y la protección de los derechos humanos.
De
acuerdo con las conceptualizaciones previas se puede concluir que la legalidad
es la existencia de leyes que se apegan al derecho y en la cual este se
manifiesta para la seguridad jurídica de los ciudadanos, la legalidad y la
responsabilidad social se relacionan con la organización por qué se debe
respetar y cumplir con la legislación vigente. De acuerdo con los conceptos
presentados anteriormente se puede decir que las
subdimensiones de legislación en vigor, consejo administrativo, auditoría
externa independiente, competencia leal, forman
parte de la dimensión de legalidad ya que buscan el apego a las leyes, orientan
al logro del bien común, brindan información específica sobre la entidad que la
emite y disponen conocimientos para identificar y resolver situaciones que se presenten
conforme a la experiencia. Para las universidades implica la formación de
ciudadanos para la toma de decisiones responsables.
Transparencia
La Asociación Europea de
Universidades, a través de un informe elaborado por Reichert
y Tauch (2003) analiza los progresos en la RSU como
un aspecto relevante en la evaluación de la calidad del quehacer de las
instituciones de educación superior, en un contexto de autonomía universitaria.
Así, la RSU se inserta como un dispositivo que permite a la sociedad influir en
la universidad, en un escenario de aumento de los mecanismos de rendición de
cuentas y evaluación externa de la calidad universitaria, que de alguna manera
pueda equilibrar el aumento de autonomía universitaria obtenido en las últimas
décadas.
Una parte importante de la RSU
se orienta a la interacción que las universidades mantengan con sus grupos de
interés. La RSU involucra a los actores de la comunidad universitaria en un
autodiagnóstico continuo del quehacer institucional, con herramientas apropiadas
para garantizar la transparencia, la participación, y la mejora continua de la
Universidad hacia su responsabilización social, enmarcada en la búsqueda global
de un desarrollo más humano y sostenible.
La transparencia incluye, por
un lado, la obligación de políticos, funcionarios, empresas u organizaciones de
informar sobre sus decisiones y de justificarlas en público. Por otro, incluye
la capacidad de sancionar a los mismos en caso de que hayan violado sus deberes
públicos. La transparencia abarca de manera genérica tres maneras diferentes
para prevenir y corregir abusos de poder: obliga al poder a abrirse a la
inspección pública; lo fuerza a explicar y justificar sus actos, y lo somete a
la amenaza de sanciones y es la capacidad de asegurar que los funcionarios
públicos respondan por sus acciones.
La transparencia involucra por
tanto el derecho a recibir información y la obligación correspondiente de
divulgar todos los datos necesarios. Pero también implica el derecho a recibir
una explicación y el deber correspondiente de justificar el ejercicio de poder.
Los procesos de globalización
han tenido también su impacto en la mejora de los sistemas de gobernanza en las
Universidades y de su rendición de cuentas, traduciéndose en un incremento de
nivel de autonomía universitaria, la implementación de sistemas de gestión para
atraer a personal más ágil y eficiente, garantizando así la transparencia y la
igualdad de oportunidades, así como el desarrollo de procesos y sistemas que
permitan la optimización de la investigación.
Una de las fases del proceso
de gestión propuesto por Vallaeys (2006) era la
rendición de cuentas, por ello, un informe de sostenibilidad debe ser parte de
cualquier plan de responsabilidad social, siendo éste el primer paso para
llevar a cabo una gestión de éxito de la responsabilidad social. Este informe
debe contener un documento que cubra la gestión y la evaluación del compromiso
por parte de la organización con la Responsabilidad Social, teniendo en cuenta
las dimensiones económicas, sociales y medioambientales que afecten a la
entidad y a la sociedad (González, Fontaneda, Camino
y Antón, 2010).
Las universidades reconocen
como fortalezas los siguientes aspectos: transparencia financiera y en la
rendición de cuentas; transparencia en la designación de cargos. Es necesario
que las instituciones universitarias avancen en este sentido en un contexto en
el que la transparencia es una de las prioridades a nivel internacional y en
las que además esa transparencia les puede servir para diferenciarse y mejorar
su reputación en un mundo globalizado y competitivo.
Se puede decir que la
transparencia es la disposición de información de las organizaciones,
instituciones o gobiernos, forma parte de la responsabilidad social
universitaria porque puede ser consultada para informar y comunicar la
situación que afecta a la sociedad y al medio ambiente, al tener transparencia
en las organizaciones aumenta el grado de legitimidad de las
mismas, desarrolla confianza, así como mejora la comunicación.
De las definiciones anteriores
y para efectos de la presente investigación se considera que las
subdimensiones de la transparencia se relacionan, por que informan y
sugieren formas para el manejo claro y real de las decisiones tomadas en
relación con las buenas prácticas laborales para tener un mayor impacto en la
motivación de los empleados y añadir valor a las organizaciones. El diálogo con
las partes involucradas se refiere a la participación de los miembros de las
organizaciones en procesos y toma de decisiones. La elaboración de informes
sobre acciones económicas, sociales y ambientales es la documentación que se
realiza la cual se da a conocer información sobre las decisiones tomadas y las
acciones que se efectuaron en ámbitos económicos, sociales y ambientales. La
liberad para la actuación de los sindicatos quiere decir la participación que
tienen en la organización, cuanta información se les brinda o se les consulta
para la toma de decisiones. Poner a disposición información sobre la
organización por que debe estar disponible y entendible para aquellos que
quieran comprenderla, analizarla.
La universidad es un actor relevante para construir y anticipar
escenarios alternativos encaminados a lograr una mayor equidad y cohesión
social. Sin embargo, para que la universidad sea realmente transformadora y no
meramente adaptadora, tiene que estar dispuesta a transformarse a sí misma a la
vez que tiene que ser ella misma en su función o misión de servicio a los
demás. Esta misión es también una visión de la realidad social con aspiraciones
universitarias, que busca conciliar la unidad de la humanidad con la diversidad
de formas de vida, para una ciudadanía plena (Sosa, Iñigo y Martín, 2016).
Le corresponde a la institución universitaria hacer una lectura
apropiada de su entorno para así definir las vías por medio de las cuales debe
poner su conocimiento y capacidad de acción al servicio de las comunidades. Es
decir, tal y como se ha venido planteando, el concepto de responsabilidad
social universitaria está en construcción permanente en virtud de la
interacción que se establece entre universidad y sociedad, con miras a promover
la cohesión social como fin primordial. Formación, investigación, liderazgo
social y compromiso son los elementos sustantivos que determinan el formato de
esta relación para hacer efectiva su incidencia social.
Por lo que de acuerdo con lo antes mencionado la inclusión es la
búsqueda para lograr que los ciudadanos tengan mayor colaboración en ámbitos
educativos y culturales. Desarrollar sociedades más inclusivas para la
formación de profesionales y ciudadanos igualmente responsables, poder lograr
un sistema social con mayor solidaridad enfocándose principalmente en el
aprendizaje de los niños, jóvenes y adultos que están expuestos principalmente
a la marginación.
De lo anterior, se puede decir que la equidad en el acceso es no
discriminar el ingreso a ninguna persona sin importar su cultura, género o
raza, todos deben tener la misma oportunidad para que se les brinde educación,
la equidad en la participación aprueba que la universidad conserve una conducta
responsable con la sociedad, la equidad en los resultados es la congruencia de
las metas y objetivos presentados por parte de la universidad con los efectos.
Eficiencia en el rendimiento y la titulación se refiere a la preocupación de la
universidad porque todos sus alumnos sigan y cumplan con su proceso de
titulación para lograr una sociedad más democrática y que sus titulados
obtengan el perfil como egresado con responsabilidad social y una formación
integra.
Derechos humanos
Una
cultura de la legalidad comprende una cultura de los derechos humanos, en donde
los ciudadanos se encuentren habituados a sujetar sus acciones y prácticas al
marco regulatorio de estos derechos, llevando así a la práctica esos principios
valorativos en su comportamiento cotidiano en los diferentes contextos
sociales.
En
este sentido, la protección de los derechos humanos tiene como eje la cultura
de la legalidad, es decir, consiste en ampliar el grado de convicción de
respetar los derechos humanos. El respeto a la legalidad y a los derechos
humanos deben ser promovidos por el Estado, pero también por la sociedad. La
cultura de la legalidad orienta al Estado y a la sociedad al respeto, la
vigencia y la promoción de los derechos humanos.
En
la sociedad democrática se busca contribuir a la consolidación de una cultura
de la legalidad, promover comportamientos acordes con las normas a través de la
exploración de conceptos relacionados con los valores, el respeto y las leyes,
pero también con los derechos humanos. Estas son las características
principales de un Estado democrático de derecho.
De
acuerdo con Godson (2000), la cultura de la legalidad
contribuye en dos grandes aspectos al discurso de los derechos humanos: por un
lado, los ciudadanos se convencen de que el Estado de derecho es la mejor
opción para garantizar sus derechos humanos y alcanzar sus aspiraciones
democráticas y, por otro lado, cambia fundamentalmente la dinámica de las
instituciones bajo el Estado de derecho, principalmente en su actuación y
respecto a los derechos humanos.
Por
tanto, resulta necesario insistir en las acciones para promover una cultura de
la legalidad cuyo propósito sea reconocer, promover y proteger los derechos
humanos. La cultura de la legalidad debe aspirar a convertirse en un componente
central de la calidad democrática. El respeto o irrespeto de los derechos
humanos no sólo se convierte una característica básica de una sociedad
democrática, sino también en un parámetro de la cultura de la legalidad.
De acuerdo con las definiciones dadas en la tabla nueve los
derechos humanos son derechos que tenemos todos los seres humanos sin
discriminación alguna, deben ser aplicados, respetados en todos los países y
culturas para que las personas cuenten con un desarrollo integral, deben
promoverse a través de la educación.
De acuerdo a las definiciones anteriores y para efectos de la
presente investigación se considera que la Constitución política de los estados
unidos mexicanos y la ley federal de trabajo, tienen una gran relación con la
dimensión derechos humanos por que ambas subdimensiones son reglamentos
supremos que se deben de respetar para valer los derechos que todo individuo
posee dentro de estos documentos se encuentran originadas las normatividades
que deben de regir a cualquier institución debe respetar para el cumplimiento
de las leyes y el logro de una nación más justa y responsable.
Sustentabilidad
La sustentabilidad está presente en todos los ámbitos del quehacer
humano y está en camino de constituirse como una filosofía de vida. Para Bosshard (2000) la sustentabilidad debe ser holística,
sistémica e integrada; y de acuerdo a estos resultados, agregaríamos
multidisciplinaria y compleja como se encuentra también en los criterios de
desarrollo sustentable establecidos por el Instituto Nacional de Geografía e
Historia (INEGI), el nstituto Nacional para el
Desarrollo de Capacidades del Sector Rural, A.C. (INCA–RURAL),
la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable en Argentina, la estrategia
Española de Desarrollo Sostenible y muchas más.
López y Cervantes (2002) proponen a la sustentabilidad como el
estado o calidad de la vida en la cual las aspiraciones humanas puedan ser
satisfechas manteniendo la integridad ecológica sin perder de vista los
aspectos económicos y sociales. Esta conceptuación es genérica, de forma que la
sustentabilidad toma nombre, apellido y perfil en el seno de las organizaciones
y ámbitos donde se geste, tal es el caso de las IES.
En el ámbito oficial de las reuniones internacionales se ha
hablado de la educación como la estrategia por antonomasia para el logro de los
objetivos planteados o "la piedra de toque en la búsqueda de la
sustentabilidad" (Ferreira, Lopes y Morais, 2006).
De este modo, se reconoce que las instituciones educativas son fundamentales en
la regulación de las interacciones entre las sociedades humanas y su entorno,
activas participantes en el desarrollo sustentable ya que proporciona las normas
socialmente aceptables para la interrelación con los recursos, un conjunto de
hábitos, reglas y normas que rigen el sistema socioeconómico (Matutinovic, 2007).
En México, en 1999 la Asociación Nacional de Universidades e
Instituciones de Educación Superior (ANUIES) elabora la primera versión del
Plan de Acción para el Desarrollo Sustentable en las Instituciones de Educación
Superior, documento que enriqueció las acciones educativas relacionadas
con el medio ambiente y el desarrollo sustentable. Porque se pusieron
en práctica las acciones como la creación de programas ambientales, la reforma
curricular ambiental, formación de alumnos de licenciatura, participación en
procesos ambientales gubernamentales entre otros.
De este modo, el escenario que se desprende de la propuesta de la
ANUIES estaría integrado por cuatro dimensiones: académica, empresarial,
ambiental e investigación.
Después del ejercicio logrado por la ANUIES, el siguiente que se
realizó en México de naturaleza colectiva y con participación de las IES fue el
promovido por el Consorcio Mexicano de Programas Ambientales Universitarios
para el Desarrollo Sustentable (COMPLEXUS) a través de una serie de talleres
que lograron la propuesta de indicadores. Para todas y cada una de estas áreas
se enuncian veintiséis indicadores. El escenario integraría cuatro dimensiones:
académica, investigación, social y administrativa.
A partir de la evolución de la sustentabilidad en las IES, se
propone el concepto de "sustentabilidad de primera generación" para
designar el estado en que la IES se enfoca en sus propios procesos y
"sustentabilidad de segunda generación" cuando interviene en el
fortalecimiento de la sustentabilidad en la comunidad en la que se ubica. Por
otro lado, la madurez de las IES en cuanto al abordaje de la sustentabilidad se
propone como "madurez incipiente o elemental" determinada por poca
presencia de estructura administrativa y curricular para atenderla, "en
desarrollo" con gran cantidad de estructuras académicas y organizativas y
finalmente "estado maduro" en las IES que prescinden de estructuras,
pero la sustentabilidad forma parte de la cotidianeidad.
Por lo anterior se puede
determinar que la sustentabilidad es la manera en que la sociedad debe de
buscar el aprovechamiento de los recursos para lograr una mayor calidad de vida
en la sociedad sin perjudicar el medio ambiente y evitar perjudicar a futuras
generaciones, buscando el equilibrio económico y medio ambiental. En este
sentido, las subdimensiones relacionadas con la
sustentabilidad son las económicas, socioculturales, las ecológicas, las
enfocadas con el ahorro de recursos y con el reciclaje, ya que todas buscan el
aprovechamiento de los recursos de una manera prudente para cubrir las demandas
de la sociedad sin perjudicar a las futuras generaciones o a la sociedad
actual.
La investigación aporta como definición; la RSU integra y
equilibra las dimensiones: académica, investigación, extensión y gestión, para
que la universidad cumpla con calidad, ciudadanía y criterios medioambientales,
su función dentro de la sociedad. Tiene como ejes de actuación a la ética, la
transparencia, el diálogo-vínculos y la rendición de cuentas, y como objetivo,
el desarrollo humano sostenible
La
gestión socialmente responsable en la universidad facilita el cumplimiento
cabal de: gestión, docencia, investigación y extensión, bajo un enfoque de
trabajo coordinado al interior de las instituciones universitarias, entre ellas
y otros actores sociales. La RSU se constituye en un compromiso activo,
integral, real con el entorno interno y externo de la universidad, tomando en
cuenta la trascendencia de la universidad como motor de la sociedad; las
características propias que el cumplimiento de las dimensiones universitarias
conlleva en la sociedad del conocimiento; y, sus impactos particularmente
importantes y diferentes, a las de cualquier otra organización de la sociedad.
La universidad socialmente responsable necesita producir memorias, informes, reportes
y todo lo que, por un lado, pueda verificar ante sus públicos la gestión que
llevan adelante; y por otro, puedan constituir el paraguas de la comunicación
estratégica de la RSU.
La
investigación tiene como objetivo general diagnosticar la gestión estratégica
de la responsabilidad social universitaria y su relación con la competitividad
académica de las instituciones de educación superior. Para esto, este trabajo
presenta como primera etapa la descripción de la RSU y sus dimensiones a través
de una revisión de la literatura.
Como siguiente etapa en la metodología, se realizó
un estudio de naturaleza cuantitativa, siendo necesario la recolección de datos
con base en la evaluación numérica y el análisis estadístico, estableciendo
patrones de comportamiento. Para esto, se recurrirá a una base de datos
secundaria teniendo como unidad de análisis las Instituciones de Educación Superior
de México. Se utilizaron herramientas visuales como gráficas y tablas para la
comprensión de la distribución de los datos, así como el SPSS para el análisis
de los mismos, para determinar la relación de la RSU.
Los objetivos generales de este
trabajo han sido determinar la gestión estrategia de la RSU y su relación con
la competitividad académica de las instituciones de educación superior, e
identificar las estrategias socialmente responsables que realizan las IES. Se
obtuvo como objetivo específico identificar si los planes institucionales de
las IES incluyen políticas de responsabilidad social universitaria. Se logró
vislumbrar que la mayoría de los Plan de Desarrollo Institucional de las
Instituciones de educación Superior (IES) si contienen mínimo una subdimensión de RSU.
La Responsabilidad social
Universitaria y sus dimensiones éticas, legalidad, transparencia, inclusión y
equidad de género, derechos humanos, sustentabilidad y las
subdimensiones correspondientes a cada una tienen un efecto en las IES.
Es así que este trabajo propone que las universidades
analizadas fomenten las prácticas de las dimensiones de la RSU, sus
subdimensiones y gestionen estrategias para la efectuar la participación social
por parte de la comunidad universitaria bajo la premisa de que la RSU generara
un impacto en la competitividad académica que la universidad proyecte frente a
la sociedad y a las demás universidades. Los resultados obtenidos
confirman lo estipulado en la revisión de la literatura, donde se comprueba que
la responsabilidad social universitaria tiene relación la competitividad de las
instituciones de educación superior de manera positiva lo cual indica la pauta
para que las IES realicen una adecuada gestión de la responsabilidad social en
beneficio a su desarrollo y competitividad.
ANFECA, Asociación
Nacional de Facultades en Contaduría y Administración (2014). Estatutos
Generales de la Asociación Nacional de Facultades y Escuelas de Contaduría y
Administración A.C. Consultado en Marzo de 2019 de http://www.anfeca.unam.mx/
Arana, M., Duque, P., Quiroga,
M. y Vargas, F. (2008). Una aproximación a
la responsabilidad social en la formación del trabajador social desde los
estudios de ciencia, tecnología y sociedad. Tabula Rasa No 8 pp. 221 – 234.
Colombia.
BID Banco Interamericano de Desarrollo. Iniciativa
Interamericana de Capital Social, Ética y Desarrollo. Primera convocatoria del
programa de apoyo a iniciativas de responsabilidad social universitaria.
Consultado 15 de mayo de 2019 http://www.gloobal.net/iepala/gloobal/fichas/ficha.php?id=9586&entidad=Agentes&html=1
Bosshard,
A. (2000). "A methodology and terminology of sustainability assessment and
its perspectives for rural planning", en Agriculture,
Ecosystems and Environment 77 Disponible en http://www.sciencedirect.com/science?_ob=MImg & _imagekey=B6T3Y–3Y21TSP–3–7
& _cdi=4959 & _user=5675020 & _orig=mlkt & _coverDate=01%2F31%2F2000
& _sk=999229998 & view=c & wchp=dGLbVlb–zSkzk
& md5=f1bb5b9e551428bc02437bf2c06c66b1 & ie=/sdarticle.pdf
Cortina, A. (2000). “Presentación,
el sentido de las profesiones”, en A. Cortina y J. Conill,
10 Palabras Clave en Ética de las Profesiones, Verbo Divino, Navarra, España,
pp. 13-28.
Evia Alamilla, N. M.;
Echeverría Echeverría, R.; Carrillo Trujillo, C. D. y
Quintal López, R. (2017). Ciudadanía en el currículo educativo: Un análisis del
Modelo de Responsabilidad Social Universitaria en una universidad
pública. Revista CS, 23, pp. 77-104.
Fernandez,
J. y Hortal, A. (1994). Ética de las
Profesiones, Universidad Pontificia Comillas de Madrid, Madrid, España.
Ferreira, D., Lopes, R. y Morais, F. (2006). Environmental
management and audit schemes implementation as an educational tool for
sustainability, en Journal of Cleaner
Production, disponible en: http://www.sciencedirect.com/science?_ob=MImg
& _imagekey=B6VFX–4JBGHY2–3–1 & _cdi=6022
& _user=5675020 & _orig=mlkt
& _coverDate=12%2F31%2F2006 & _sk=999859990 & view=c & wchp=dGLbVlb–zSkzk &
md5=fdc126291e3f24bb4eaab59df7ed9ba5 & ie=/sdarticle.pdf
Godson,
R. (2000).“Guía para desarrollar una cultura de la legalidad”, en Simposio
sobre el papel de la sociedad civil para contrarrestar el crimen organizado:
Implicaciones Globales del Renacimiento de Palermo, Palermo, The Sicilian Renaissance
Institute, 2000, p. 3, disponible en http://www.programaanticorrupcion.gob.mx/web/doctos/integridad/cursocultura/guia_para_construir_una_cl.pdf
González, O., Fontaneda, I., Camino, M., & Antón, A. (2010). La responsabilidad social en las
universidades españolas, Grupo de Investigación Ingeniería y Gestión
Responsable. Departamento de Ingeniería Civil – Universidad de Burgos.
Disponible en http://rsuniversi-taria.org.mialias.net/web/images/stories/RSU_libro_nuevo.pdf
Hortal, A. (2002). Ética General de las Profesiones,
Desclée, Bilbao, España, 2002.https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0185276015000072
Ibarra, G. (2007). Ética y
valores profesionales Reencuentro, núm. 49, agosto, pp. 43-50, Universidad
Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco Distrito Federal, México.
Jiménez, M. (2002). «La
Universidad Construye País. Corporación Participa». Ponencia presentada en
Seminario realizado en la ciudad de Valparaíso, Chile. Disponible en
http://rsuniversitaria. org/web/images/stories/memoria/UCP%202002.pdf
López R. y Cervantes, J. (2002). Unidades del paisaje para el desarrollo sustentable y manejo de los
recursos naturales, en Cultura Estadística y Geográfica, http://www.inegi.gob.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/contenidos/articulos/ambientales/paisaje03.pdf. Recuperado
en septiembre 5, 2008.
Matutinovic,
I. (2007). An Institutional Approach to
Sustainability: Historical Interplay of World vie. Journal of Economic Issues; Dec;
41, 4; ABI/INFORM Global, 1109, disponible en: http://www.springerlink.com/content/q577v12217n66253/fulltext.pdf.
Reales, L. J., Arce, J. A., y Heredia, F. A. (2008). La
organización educativa y su cultura: una visión desde la postmodernidad. Laurus, 14(26), 319-346. http://www.redalyc.org/pdf/761/76111491016.pdf
Reichert,
S. y Tauch, C. (2003). Trends IV: European Universities
Implementing Bologna.
Consultado el 25 de mayo de 2019 en: http://www.eua.be/eua/jsp/en/upload/TrendsIV_FINAL.1117012084971.pdf
Salazar, P. (2006). Democracia y (Cultura de la) Legalidad.
México, IFE.
Sosa, A., Iñigo, E., Martín,
E. (2016). La dimensión social de la
pertinencia como complemento sustancial en el logro de la equidad en la
Educación Superior. Revista cubana de educación superior. Disponible en: http://scielo.sld.cu/pdf/rces/v35n1/rces03116.pdf
Vallaeys,
F., y Carrizo L. (2006). Hacia la construcción de indicadores de
responsabilidad social universitaria. Universidad
Católica de Temuco. Recuperado en Marzo 2019 de: http://www.centroetica.uct.cl/documentos/archivos/PDF/H1%2002.pdf
Vazquez,
R. (2009). Cultura de la legalidad. Cuatro modelos teóricos y un apéndice
sociológico, las fronteras morales del derecho, México, Fontamara.
Wences, I., Conde, R. y
Bonilla, A. (2014). Cultura de la
legalidad en Iberoamérica: desafíos y experiencias / Edit. – 1ª. ed. – San
José, C.R.: FLACSO.
[1] Licenciada
en Administración; Egresada de la Univerisdad
Autónoma de Tamaulipas; Responsabilidad Social Universitaria y caro_rubio19@hotmail.com, ORCID: 0000-0001-7753-6573
[2] Doctora en
Ciencias Administrativas; Profesor de Tiempo Completo; Facultad de Comercio y
Administración Victoria; Universidad Autónoma de Tamaulipas; Competitividad de
las Instituciones de Educación Superior, azorrilla@docentes.uat.edu.mx, ORCID: 0000-0001-6908-9208
[3] Doctor en
Ciencias Administrativas; Profesor de Tiempo Completo; Facultad de Comercio y
Administración Victoria; Universidad Autónoma de Tamaulipas; Competitividad y
Sostenibilidad Organizacional, abriseno@docentes.uat.edu.mx, ORCID: 0000-0002-6567-241X