Una crítica a la
propuesta de estado abierto
A
criticism of the open state proposal
Juan
Carlos Centeno Maldonado[1]
Resumen
El Gobierno Abierto es una
política pública de gobernanza global que apenas hace una década se ha implementado
a nivel mundial como el nuevo modelo de innovación de gestión pública. Tiene la
intención en mejorar los tres aspectos centrales de los gobiernos: la
transparencia, la colaboración y la participación de la ciudadanía. Todo esto
con la ayuda del uso de las tecnologías de la información y del Internet. Se
trata de abrir las puertas cerradas gobierno a la ciudadanía para que se le
permita conocer, participar y colaborar para la construcción de los planes de
acción del gobierno. Esta concepción de Gobierno Abierto ha sido cuestionada
por algunos autores que proponen el tránsito hacia el Estado Abierto. En la
presente ponencia, nos proponemos reflexionar sobre las teorías clásicas que
giran en torno al Estado y definir qué se considera como Gobierno Abierto, es
preciso aclarar que lo consideramos una confusión teórica que existe al igualar
al Estado y el Gobierno como una misma unidad analítica en la filosofía
política, la ciencia política y la ciencia administrativa pública.
Palabras
clave: Gobierno Abierto, Estado Abierto, Participación
Ciudadana.
Abstract
The
Open Government is a public policy of global governance that just a decade ago
has been implemented worldwide as the new model of public management
innovation. It intends to improve the three central aspects of governments:
transparency, collaboration and citizen participation.
All this with the help of the use of information technologies and the Internet.
It is about opening the closed doors government to the public so that it is allowed to know, participate and collaborate for the
construction of the government's action plans. This conception of Open
Government has been questioned by some authors who propose the transit to the
Open State. In this paper, we propose to reflect on the classical theories that
revolve around the State and define what is considered as Open Government, it
is necessary to clarify that we consider it a theoretical confusion that exists
when matching the State and the Government as the same analytical unit in political
philosophy, political science and public administrative science.
Keywords: Open Government, Open State, participation.
Códigos JEL:
O, O3, O38.
Objetivo
general
·
Reflexionar sobre la propuesta del modelo de
Estado Abierto a través del análisis de las teorías clásicas del Estado y de
las innovaciones de la administración pública.
Definiciones clásicas
de Estado
De acuerdo
con su etimología la palabra Estado tiene un sentido muy amplio y general. Tan
es así, que se puede hacer referencia, por ejemplo, al estado civil de una
persona, al estado físico de los cuerpos, al estado financiero en la que se
encuentra una comunidad humana, etc. Pero el enfoque que nos importa tiene que
ver con más o menos explícitamente a la manera de ser o de estar constituida
políticamente una comunidad humana. Cabe mencionar que resulta fascinante el
número de connotaciones que se ocupan de definir qué es Estado y es bien cierto
que al intentar analizarlo se trata con un campo de conocimiento complejo.
Jellinek[2] es uno de los pioneros en
tratar de definir al Estado en un ámbito jurídico, al considerarlo como un persona jurídica, y “desde este punto de vista lo define
como una corporación territorial dotada de poder de mando originario” (Rojina,
1968, p. 84). Revela claramente que el Estado es la persona jurídicamente
dominante constituida por la población, en tanto que integra una unidad,
asentada en un territorio y, dotada de un poder dominante e irresistible, que
no deriva de ninguna otra identidad.
Por su parte,
Francisco Porrúa Pérez analiza al Estado como una sociedad humana establecida
en el territorio que le corresponde, estructurada y regida por un orden
jurídico, que es creado, definido y aplicado por un poder soberano, para
obtener el bien público temporal, formando una institución con personalidad
moral y jurídica.
Sánchez
Agesta[3] llega a la conclusión de
conceptualizar al Estado como una comunidad organizada en un territorio
definido, mediante un orden jurídico servido por un cuerpo de funcionarios,
definido y garantizado por un poder jurídico autónomo y centralizado, que
tiende a realizar el bien común en el ámbito de esa comunidad. (González, 1971,
p. 158).
Estas
definiciones tienden a recoger los elementos históricos del concepto de Estado.
El primer lugar, se puede observar es el de la sociedad humana, no vivimos aislados, sino en unión con otros seres
humanos a los que estamos vinculados por los diversos lazos de solidaridad,
unión de esfuerzos, división de tareas, entre otros. El
segundo elemento a considerar, podemos notar es el territorio, aquel limite espacial en el que se establece la
población. Hasta aquí podemos confirmar que el Estado es una sociedad humana
establecida en el territorio que le corresponde. “No sería posible un Estado
sin territorio; es inconcebible también un Estado sin población” (1968, p. 72).
El tercer dato de la reflexión es que al ser una sociedad humana es necesaria
la presencia en la misma de un orden normativo de la conducta y de la
estructuración del grupo social. Este elemento del Estado nos hace ver como un
poder que se ejerce sobre la comunidad humana que habita un territorio que le
corresponde, hablamos entonces de un orden
jurídico. El cuarto componente analítico es la finalidad del Estado, el
contenido de esa teleología se expresa en la obtención del bien, al ser todos
integrantes de una sociedad tienen que participar en la obtención de un bien
público.
Pero ese
bien es efímero en relación con la limitada existencia material del hombre y
por ello es un bien público temporal.
Habiendo analizado este elemento teleológico, abordemos que el bien público
temporal solo puede lograrse por medio de la actividad reunida de todos los
individuos y todos los grupos que integran al Estado, “pero esta sociedad
universal y necesaria, no podría existir no alcanzar sus fines sin la
existencia en el mismo de un poder, es decir de la autoridad” (Porrúa, 1954, p.
297).
Ahora bien,
se podría decir que la palabra “Estado” designa la organización política en su
conjunto, en su completa unidad formada por los diversos elementos que la constituyen.
Evolución
histórica del concepto de Estado
El término
Estado se emplea, para designar a la organización política fundamental de los
hombres, es de acuñación relativamente reciente en la historia de la cultura
occidental. Se remonta apenas al renacimiento humanista de los siglos XV y XVI
en Italia. Y sirve para denominar ese tipo histórico que hoy conocemos y
estudiamos como el Estado moderno. (1972, p. 143). Aun así, este fenómeno político ha existido
desde rasgos esenciales de los tiempos más remotos de la evolución humana y con
el transcurso del tiempo se han presentado diversos nombres que nos dan a
entender las varias formas que ha adoptado en su complejo desarrollo.
Empezamos
por la literatura griega donde se emplearon varias palabras para indicar la
realidad política de su tiempo. En la primitividad de Grecia, se conocieron ya
ciudades de importancia, como Cnosos y Micenas, pero las unidades políticas y
sociales era los genos, que eran los clanes
familiares poderosos. Esta organización primitiva fue perdiendo importancia por
los cambios sociales y económicos, dando lugar a las estructuras políticas de
la Grecia clásica, las polis[4]. Los griegos se
identificaron a su comunidad ante todo, que era
política, cultural, económica y religiosa a la vez. “La pertenencia a una
agrupación de ciudadanos – con sus leyes y costumbres – y no la vinculación a
un territorio determinado, fue la característica más destacada del hombre
griego” (1972, p. 145).
Pasando a
otra civilización como la romana, nos encontramos con la evolución de
primitivamente haberse constituido por una Monarquía, a transitar a una República
y concluir con un Imperio donde se llegó a la organización política más
compleja de Roma. Dentro de esta evolución romana se usaron términos como populus para designar la reunión de individuos para
una utilidad común y a la organización política como órganos fundamentales la
asamblea, el senado y el pueblo. Ocurrió algo similar el Roma como en Grecia,
esto es que los ciudadanos estaban siempre vinculados a su comunidad.
Posteriormente
en la Edad Media, se intentó adaptar el viejo ideal del Imperio Romano como
símbolo de orden, unidad y paz, pero con una mentalidad cristiana. Comenzaron a
constituirse a comienzos del siglo IX el Impero Carolingio, con Carlomagno a la
cabeza, y a finales del siglo X, el Sacro Imperio Romano Germánico. Aquí es
donde surge una nueva terminología en la que se acentúan el poder de dominación
del príncipe. Más adelante, debido a las invasiones y al no poder detenerlas
nació el feudalismo, donde los ricos propietarios de tierras se vieron
obligados a defenderse por cuenta propia y a defender a su vez a los habitantes
que solicitaban protección. “Este fenómeno de hacer derivar el poder político
de la propiedad de la tierra tuvo gran importancia en la Edad Media y marcó una
etapa de transición entre el régimen antiguo de la ciudad al de comunidad
política de gran extensión territorial”. (1972, p. 147).
No todo es
para siempre, en el siglo XI el próspero comercio, consecuencia de las
Cruzadas, y la relativa paz ocasiono que las ciudades volvieran a nacer. En la
Baja Edad Media, estas ciudades como Flandes, Italia y España,
obtuvieron el derecho de gobernarse por sí mismas. Pero a finales de la Edad
Media, factores como la decadencia del Imperio, la derrota de los partidarios
exagerados del papa, la desaparición de los señores feudales, la extensión de
los reinos como Inglaterra, Francia y España y la paulatina centralización
política y jurídica ocasionaron que se pidiera una renovación en el lenguaje
político. “Esta renovación vino con Italia renacentista de fines del siglo XV y
comienzos del XVI” (p. 148).
Aprovechando
la decadencia del poder Papal, y el de los emperadores, llegaron a ser
independientes, como por ejemplo Venecia y Florencia que destacaron en el
comercio, la industria y las artes. Y es en Florencia donde por primera vez se
llegó a usar la palabra Estado, una palabra que viene a reducir a unidad el
conjunto de situaciones políticas de la época. “Apareció entre las primeras
frases de un opúsculo intitulado El príncipe (1513), escrito por el
político florentino Nicolás Maquiavelo” (p. 148).
La palabra
que acuño Maquiavelo tuvo éxito en los siglos XVI y XVII en otras lenguas
europeas. Hasta a partir del siglo XVIII se generalizó la palabra Estado en los
documentos políticos, tanto como en la literatura científica como en las leyes.
Así es como llega hasta nuestros días, que se admite correctamente el término
de Estado para designar la comunidad política total.
Es frecuente
en las líneas de trabajo mencionadas arriba, hablar del poder, del dominio y
del rol del Estado que parecen indicarnos la existencia de una entidad
unificada, de un objeto absoluto. En tal sentido, Bourdieu señala “[…] “el
Estado hace esto”, “el Estado hace lo otro”. Podría citarles kilómetros de
textos con la palabra “Estado” como sujeto de acciones, de oraciones. Se trata
de una ficción muy peligrosa que nos impide pensar el Estado.” (Bourdieu
2014:23-24) En esta cita, ya hay una primera advertencia por parte de Bourdieu,
el Estado es una ficción. Desde esta premisa, el libro de Bourdieu (2014) Sobre
el Estado, viene a agitar las aguas calmas en las cuales se desarrolla la investigación
en ciencias sociales, en filosofía y teoría política en torno a esta figura, el
poder, la administración y la dominación, pues sitúa al “Estado” como un
concepto, en una idea. El Estado queda puesto entre paréntesis. (Moya, 2016:
1).
Definiendo
qué es Gobierno Abierto.
Como otros
temas dentro de las ciencias sociales, es un poco difícil establecer una
definición en torno a qué es Gobierno Abierto. Podríamos hacer una comparación,
por ejemplo, la concepción que se tiene de Estado no es exacta, las múltiples
definiciones concuerdan en identificar es en la estructura de este, es decir,
en sus elementos[5]
constitutivos. Ocurre algo similar con el Gobierno Abierto, hay múltiples
acepciones que presentan un símil en que se identifica como un nuevo paradigma,
filosofía o modelo de gobernanza, pero en sí una definición en la que todos
estén de acuerdo, no existe.
Otro punto
para reflexionar, es sobre la evolución de las ideas o
conceptos. En una primera aparición a escena de Gobierno Abierto tenía en su
origen un sentido diferente al actual. Según Ramírez Alujas, considera que el
concepto de Gobierno Abierto sigue siendo demasiado abierto y ambiguo.
Esto no quiere decir que estén incorrectas las
concepciones que se tienen de este, simplemente es que gracias a sus elementos
o bases es por lo que se distingue. En el caso del Gobierno Abierto desde que
se lanzó el Memorándum sobre Transparencia y Gobierno Abierto por parte del
gobierno de Barak Obama en 2009, se podría decir que se establecieron las bases
de la concepción que se tiene de Gobierno Abierto hoy en día, el cual se
convertiría en un modelo a seguir por más países. Entre estos elementos se
encuentran:
·
Transparencia: “Es el requisito sine
qua non[6]
de la actuación del Gobierno Abierto” (Ramos, 2016, p. 15). Se trata de que la
ciudadanía conozca los datos producidos por las administraciones públicas, es
decir, “se busca que la rendición de cuentas y la información pública
disponible muestren a los ciudadanos lo que el gobierno está haciendo”
(Chaidez, 2016, p.4).
·
Participación: Este principio se
utiliza como mecanismo para que la ciudadanía comunique al gobierno sus puntos
de vista, conocimiento y experiencia sobre los problemas que le aquejan. Trata
de que la ciudadanía pueda involucrarse y contribuir con sus aportaciones a los
procesos de toma de decisión y de elaboración de políticas.
·
Colaboración: El tercer principio se
dice que trata de ir más allá de la participación ciudadana, busca que esta
misma con sus esfuerzos e incluso con sus recursos estén dispuestos a aportar
en el proceso de diseño, implementación y control de las políticas públicas. “Un
gobierno colaborativo comprende e implica a los ciudadanos y demás agentes
sociales en el esfuerzo por trabajar conjuntamente para resolver los problemas
públicos” (Ramos, 2016, p. 21). Es una mejora tanto de la esfera
ciudadano-gobierno, como de lo privado-gobierno.
En
términos prácticos, y para concretar los principios, las estrategias de
gobierno abierto se han venido cristalizando a través de dos ejes
fundamentales:
1.
Open Data – La
apertura de datos públicos: a través del uso y auge de las tecnologías de
la información y de la Comunicación se pueden usar los datos públicos como catalizadores
de nuevas aplicaciones y servicios que transforma a los gobiernos de
proveedores de servicios en gestores de plataformas. Asimismo, se habla de los
datos puestos a la ciudadanía, incrementando así la transparencia, la rendición
de cuentas y el escrutinio público permanente.
2.
Open Process – La apertura de procesos y el uso de
redes sociales (también llamado Gobierno 2.0): su objetivo es
facilitar la comunicación y la participación, aprovechar el conocimiento y la
experiencia de los ciudadanos para ayudar en el diseño de políticas y la
provisión de servicios públicos, y la colaboración (en red) dentro y entre las
administraciones públicas y más allá. Ello se puede manifestar a través de lo
que llamaremos “decisiones abiertas” (participación) y “servicios abiertos”
(colaboración). (Dassen & Cruz, 2012, p. 46).
Gobierno Abierto a Ejes Pilares
Básicos Open Process – Apertura de Procesos Open Data - Apertura de Datos Colaboración Participación Transparencia
Fundamentales
Fuente: Elaboración propia, con base a
los datos de los autores.
Figura 1. Elementos
del Gobierno Abierto
Se reitera
que estos son los principios que se consideran como las bases o componentes,
incluso hasta podríamos hablar de objetivos para la existencia de un Gobierno
Abierto. Para mejor entendimiento podemos mostrar algunas de las definiciones
que se han expuesto:
Don Tapscott define que un gobierno abierto es un gobierno que
abre sus puertas al mundo, co-innova con todos,
especialmente con los ciudadanos; comparte recursos que anteriormente estaban
celosamente guardados, y aprovecha el poder de la colaboración masiva, la
transparencia en todas sus operaciones, y no se comporta como un departamento o
una jurisdicción aislada, sino como una estructura nueva, como una organización
verdaderamente integrada y que trabaja en red.
Cruz-Rubio,
logra desarrollar una de las definiciones más acabadas al caracterizarlo como:
“una filosofía político administrativa, un nuevo paradigma o modelo de
interacción política que –basado firmemente en los valores y principios de
transparencia, de la democracia participativa y empoderamiento ciudadano, de la
rendición de cuentas, el open data y
del uso de avances tecnológicos, y en la conformación de gobiernos como
plataformas que promueven la colaboración e interacción– se constituye como un
modo y/o estrategia para el diseño, implementación, control y evaluación de
políticas públicas y para procesos de modernización administrativa, y que ubica
al ciudadano en el centro de atención y de prioridad, ofreciendo así una
alternativa para la gestión de lo público. Como filosofía político
administrativa, es pues diferenciable respecto de otras estrategias o
filosofías político-administrativas diferentes.” (Oszlak, 2016, p. 35).
Según
autores como Nixon, Lathrop y Ruma (2010), el concepto de Gobierno Abierto
establece la existencia de una nueva forma de gobernar donde se aprovechan al
máximo las tecnologías de la información y la comunicación, logrando romper con
la estructura de funcionamiento tradicional de un gobierno (Chaidez, 2016, p.
6).
Gobierno
Abierto entendido como estrategia y acción pública, consiste en el conjunto de
leyes y principios que permiten que un Estado
abra las puertas de su gobierno al escrutinio público[7],
generando sobre todo, lazos de participación y
cooperación con sus ciudadanos y las esferas público y privadas para su toma de
decisiones, aprovechando al máximo las Tecnologías de la Información y la Comunicación.
(Chaidez, 2016, p. 7).
Existen
múltiples definiciones de gobierno abierto que, con matices, coinciden en los
aspectos centrales que establece la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE). Para la OCDE el término ha evolucionado desde una
mirada basada en las tres dimensiones relevantes mencionadas que apelan a
contar con una administración pública transparente, accesible y receptiva, con
capacidad de respuesta y responsable (OCDE/INAP, 2006) hasta un enfoque según
el cual se le considera como plataforma para resolver cómo el gobierno puede
trabajar con la sociedad y los individuos para co-crear
valor público (OCDE, 2010).
En todo
caso, cualquiera sea la forma en que describamos GA, seguro que haremos
referencia a un estado de situación al que se aspira, a una filosofía de
gestión de lo público todavía no adoptada en ninguna parte. (Oszlak, 2015, p.
29).
Evolución
histórica de Gobierno Abierto
El concepto
o la percepción que se tiene de Gobierno Abierto no es un tema que sea de
reciente creación, al contrario, según diversos autores y críticos del tema,
este ha tenido su evolución hasta llegar a la actual concepción de Gobierno
Abierto. “El término de GA comenzó a ser utilizado mucho antes de que se
decidiera convertirlo en un concepto” (Oszlak, 2015, p. 27).
Pero antes
que todo, es necesario establecer que dentro de los antecedentes del
surgimiento del Gobierno Abierto están los contextos políticos-sociales que los
gobiernos presentaron debido a sus crecientes niveles de incredibilidad y de
falta de confianza hacia finales del siglo XX y principios del actual, lo que
provocó un distanciamiento de la ciudadanía.
Remontándonos
un poco, históricamente el término de Open Government
que se traduce literalmente Gobierno Abierto, hace su aparición por primera vez
en el año de 1957 en la revista The George Washington
Law Review, de la
Universidad George Washington, acuñado por W. Parks en The Open Government Principle:
Applying the Right to know
under the Constitution, donde se entiende que es muy importante
la libertad de la información como mecanismo eficiente para la rendición de
cuentas o accountability,
una visión de lo que considero uno de los pilares de lo que hoy se muestra como
Gobierno Abierto.
Trazando
nuestra línea imaginaria de transición, un poco más tarde en los años sesenta
del siglo pasado se empleó el término Gobierno Electrónico[8] “para hacer referencia a
las posibilidades de involucrar las TIC´s
(Tecnológicas de la Información y de la Comunicación) en los procesos públicos
y gubernamentales”. (Acosta & Plata, 2016, p. 211). Aunque es preciso
distinguir que actualmente estas dos concepciones son diferentes[9].
En los años
70´s se puede hablar de una aparición de la tendencia de Gobierno Abierto, en
la cual se hace referencia a la necesidad de divulgación que se requería por
parte de la ciudadanía ante los secretos que mantenía el Estado en relación con
la administración pública y el uso del dinero, esto con el fin de reclamar los
derechos a estar informados por parte de los ciudadanos.
Posteriormente
en los años de 1980´s el término de Gobierno Abierto se utilizó en el plano de
la ficción y series de televisión, en el primer episodio de la legendaria serie
británica Yes Minister, el personaje de Jim Hacker se
convirtió en Ministro de Administraciones Públicas, y su primer objetivo fue
mejorar la transparencia en el gobierno y cumplir con su programa electoral
titulado Open Government.
Pero la
relevancia y popularidad que está teniendo actualmente se debe a la postulación
de un Memorándum sobre Transparencia y Gobierno Abierto de 2009[10] mediante el cual Barak
Obama, presidente entonces de los Estados Unidos de América, anuncia la
implementación de estrategias en materia de apertura gubernamental durante su
administración.
Obama firmó
un Memorándum Ejecutivo en el que se comprometía a crear un nivel de apertura
en el gobierno sin precedentes y un sistema de transparencia, participación
pública y colaboración que reforzara la democracia, asegurara la confianza
pública y promoviera la eficacia y eficiencia gubernamental. (Bojórquez, Hofmann,
Ramírez, 2012, p. 69).
Es en este
momento donde se reforma y se establecen las bases de GA[11] con cuatros principios,
los cuales son: mejorar la disponibilidad de información sobre las actividades
del gobierno para todos los ciudadanos; apoyar la participación ciudadana;
implementar los más altos estándares de integridad profesional en las administraciones;
y favorecer el acceso a nuevas tecnologías que faciliten la apertura y
rendición de cuentas. A partir de este impulso el concepto de gobierno abierto
se popularizó.
La
experiencia que inició en Estados Unidos, dio paso a
que diferentes países voltearan a ver las acciones emprendidas y sobre todo a
interesarse en él. De esta manera el tema logró escalar en el debate
internacional, posicionarse como uno de los nuevos paradigmas que los países
comenzaron a estudiar tanto en la práctica como en la teoría. (Chaidez, 2016,
p. 9).
Alianza para
el Gobierno Abierto (Open Government Partnership).
Esta nueva
tendencia hizo que países como: Estados Unidos, Brasil, México, Indonesia,
Noruega, Reino Unido, Filipinas y Sudáfrica, se reunieran y decidieran
emprender una iniciativa que impulsara las estrategias de Gobierno Abierto. Fue
entonces que el 12 de junio de 2011, en el marco de la Asamblea General de las
Naciones Unidas celebrada en New York, los presidentes Barack Obama de Estados
Unidos y Dilma Rousef de Brasil, presentaron la
Alianza para el Gobierno Abierto[12] (Open Government Partnership). (2016,
p. 9).
Meses
después, el día 20 de septiembre el 2011 se realizó el lanzamiento formal de la
Open Government
Partnership, como organismo multilateral creado
con la finalidad de promover políticas públicas de transparencia en la
actuación de los gobiernos, fomentar la participación ciudadana en asuntos
públicos, la colaboración entre gobierno y sociedad, combatir la corrupción,
aprovechando los recursos como son las TIC´s y el
internet. Hoy en día, según los datos de la página oficial de Open Government Partnership esta cuenta con 78 miembros nacionales, un número
que va en aumento de gobiernos locales y miles de participantes de la sociedad
civil.
“La Alianza
para el Gobierno Abierto, es entonces el referente de los esfuerzos que a nivel
internacional se han realizado para abrir las puertas de los gobiernos
alrededor del mundo” (Chaidez, 2016, p. 10). Los fundamentos de la Alianza para
el Gobierno Abierto se encuentran en el hecho de que los ciudadanos desean
gobiernos más transparentes, efectivos y que rindan cuentas.
En los
estatutos de la AGA o Acta Constitutiva (Articles of Governance) se definen sus
principales finalidades y objetivos, que inician señalando lo siguiente:
El Open Government Partnerschip (OGP) es una iniciativa internacional,
voluntaria con múltiples participantes, cuyo objetivo es obtener compromisos
concretos de los gobiernos hacia su ciudadanía para promover la transparencia,
empoderar a los ciudadanos, combatir la corrupción y utilizar nuevas
tecnologías para fortalecer la gobernabilidad. En busca de estas metas, el OGP
proporciona un foro internacional para el diálogo entre gobiernos, las OSC y el
sector privado, los cuales contribuyen a una búsqueda común de gobierno
abierto. Los participantes del OGP incluyen tanto gobiernos, como a entidades
de la sociedad civil y del sector privado que apoyan la misión y los principios
del OGP. (Mesina, 2013, p. 74).
En la Declaración de Principios de la AGA se
asume como compromisos:
·
Aumentar
la disponibilidad de información sobre actividades gubernamentales.
·
Apoyar la participación ciudadana.
·
Aplicar los más altos estándares de integridad
profesional en todos nuestros.
gobiernos.
·
Aumentar el acceso a las nuevas tecnologías
para la apertura y la rendición de cuentas. (Ramos, 2017, p. 46).
En
este contexto, para ser miembros de la AGA, los países participantes deben
confirmar su acuerdo para cumplir con las cuatro expectativas comunes que le
dan sustento, a saber:
·
Suscribir la Declaración de Principios sobre un
Gobierno Abierto y aprobarla al más alto nivel.
·
Asumir compromisos concretos, mediante la
elaboración e implementación de un plan de acción nacional que se extienda más
allá de las prácticas actuales en marcha y que debe desarrollarse a través de
un proceso de consulta con las múltiples partes interesadas y con la participación activa de los ciudadanos y de la sociedad
civil.
·
Comprometerse a que se realice un informe de
evaluación, que esté a cargo de un panel independiente de expertos, sobre el
progreso del país en el cumplimiento de sus compromisos y plan de acción.
·
Contribuir a la promoción del gobierno abierto
en otros países mediante el intercambio de mejores prácticas, conocimientos y
asistencia técnica, tecnologías y recursos, entre otros insumos. (Dassen & Cruz, 2012, p. 50).
De
igual forma, se ha establecido que los países que se incorporan a la AGA, deben comprometerse a elaborar e implementar lo que se
ha denominado un Plan de Acción, el cual debe estar orientado a atender los
grandes desafíos que esta Alianza ha identificado, como son:
·
Mejoramiento de los servicios públicos.
·
Incremento de la integridad pública.
·
Gestión más efectiva de los recursos públicos.
·
Creación de comunidades más seguras.
·
Incremento de la responsabilidad corporativa. (Ramos,
2017, p. 47).
En
el caso de México desde el 2011 el gobierno federal ha puesto en marcha acciones
en materia de Gobierno Abierto. El presidente Enrique Peña Nieto desde su
primer discurso se comprometió a establecer un gobierno que tuviera la
capacidad de escuchar a todas las voces de éste país a
través de un Gobierno Abierto.
En México
hay que reconocer que la AGA logró aumentar la apertura de datos a partir de
portales de internet de cada una de las Secretarias
federales implicadas en el plan de acción, pero a pesar de tener mayor avance
en el aprovechamiento de las TIC´s en las tareas
gubernamentales, aún hay aspectos poco desarrollados como la participación y la
colaboración entre gobiernos y ciudadanos.
“Sin una
ciudadanía involucrada en la toma de decisiones, la idea de Gobierno Abierto, seguirá quedando en una idea y un simple discurso
institucional” (Chaidez, 2017, p. 18). Como prueba está el rechazo del primer
plan de acción (2011 – 2013), en el cual no se consideró la perspectiva y
opiniones de actores provenientes de la Sociedad Civil, la cual se expresó que
dicho plan iba en contra de la idea del Gobierno Abierto al no incluir su
participación.
Del Gobierno
Abierto al Estado Abierto
Recientemente
varios autores se han ocupado de apoyar y proponer la transición del término Gobierno Abierto a Estado Abierto. Parece importante para ellos el transitar
hacia la idea de un Estado Abierto, es decir, hacia un esfuerzo institucional
por promover, articular políticas y estrategias en materia de transparencia,
acceso a la información y datos abiertos, rendición de cuenta, participación
ciudadana y colaboración e innovación cívica más allá del Poder Ejecutivo,
hacia un Poder Legislativo y Judicial, así como también hacia los niveles
subnacionales y locales de gobierno.
Gregorio
Montero, Secretario General del Centro Latinoamericano de Administración para
el Desarrollo (CLAD), hace mención al concepto de
Estado Abierto y a la necesidad de establecer una visión integral y sistemática
al momento de aplicar exitosamente una estrategia de gobierno abierto.
Consideran que el término de Gobierno Abierto solo gira en torno al Poder
Ejecutivo, por lo cual piensan que ampliando las estrategias de Gobierno Abierto
a los demás órganos, como los son el Poder Legislativo y Judicial, los llevaría
a hablar de un Estado Abierto.
Hacen
énfasis en que tratar con un Estado Abierto es llevar a los otros poderes del
Estado, instituciones públicas y paraestatales, más transparencia en su gestión
y promoción en la participación ciudadana. Planteando la idea de usar Estado
Abierto, se enfocan en que se ha estado manejando y difundiendo el Gobierno
Abierto de forma errónea, debido a que desde su punto de vista les resulta
limitante en cuanto a su alcance. Les parece que deja afuera el rol de los
otros poderes públicos en los que respecta al cumplimiento de las cláusulas del
Estado.
Una de las
personalidades fuertes que han incursionado en el discurso de Gobierno Abierto
a Estado Abierto es Oscar Oszlak, el cual piensa que uno de los retos de la
Alianza para el Gobierno Abierto es la necesidad de que esta evolucione hacia
un modelo de Estado Abierto que incluya a los poderes Legislativo, y Judicial,
así como a los gobiernos subnacionales que son los que tienen mayor contacto
cotidiano con la población. Oszlak considera que la concepción de Gobierno
Abierto, traducido de Open Government es incorrecta.
Reflexiona que tal vez la traducción correcta es Estado Abierto.
Oszlak
propone que se use la expresión de Estado Abierto, por ser más propia del
leguaje de las ciencias sociales latinoamericanas y porque abarca más en las
diferentes instancias que conviven dentro del aparato estatal; como las
empresas públicas, los organismos descentralizados, entes públicos no
estatales; y también empresas y organismos que reciben financiamiento o
subsidios estatales, instancias que también deberían adoptar esta filosofía.
Incluso la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha adoptado el
término de Estado Abierto para englobar las iniciativas de apertura,
transparencia y aliento a la participación ciudadana en la gestión pública de todo
el aparato estatal.
Un caso de
esta transición es el de Costa Rica, que ha logrado avanzar rápidamente de
Gobierno Abierto al Estado Abierto, como demuestra el Segundo Plan de Acción,
en el cual figuran tres compromisos específicos que incluyen acciones
colaborativas con otros poderes del Estado. Estas son, específicamente, el
apoyo a la difusión e implementación de las recomendaciones del Índice de
Transparencia de la Defensoría de los Habitantes (ombudsman), la
colaboración en la difusión de la Política de Participación Ciudadana en el
Poder Judicial y los talleres de participación y fomento democrático del
Viceministerio de Juventud y el Instituto de Formación y Estudios en Democracia
(IFED) del Tribunal Supremo de Elecciones (órgano de fiscalización electoral).
Critica al
uso de Estado Abierto
Ya expuesto
lo que conlleva la transición de Gobierno Abierto a Estado Abierto, es de
importancia resaltar lo que consideramos una confusión que se está llevando en
torno al mal empleo que se le pretende dar al hablar de Estado Abierto. Es
claro que hay una confusión teórica. Para esta explicación es necesario
establecer las diferencias que existen entre Estado y Gobierno.
En el lenguaje
cotidiano y no técnico, confunden Estado con Gobierno, pero son dos términos no
equivalentes. La primera diferencia es que la palabra “Estado” se utiliza para
designar la organización política en su conjunto, en su completa unidad formada
por los diversos elementos que la constituyen. Se usa “Gobierno” para designar
al conjunto de los poderes públicos de los órganos a quienes se atribuye el
ejercicio supremo de la soberanía. Aquí podemos notar que su uso correcto es
Gobierno, debido a que se refiere a la dirección general de las actividades y
compete lo que tiene que ver con los órganos del Estado, por lo tanto el empleo del término Gobierno Abierto es correcto; no
se podría hablar de un Estado Abierto, como ya se expuso en su
conceptualización y el desarrollo histórico del tema que ya es complejo, este
abraza el todo. El Estado opera a través del Gobierno que contiene sus órganos
y este Gobierno se encuentra en el punto máximo del Estado, pero recordemos que
es solo uno de los elementos estatales.
El ampliar
las estrategias de Gobierno Abierto a los demás órganos de poder del Estado es
el argumento principal de las personas que proponen usar Estado Abierto, pero
es claro que hubo una confusión y en sí, el Gobierno ya abraza a los poderes
que pretenden alcanzar con las prácticas de Gobierno Abierto.
El Estado
abarca todo, es un concepto más complejo y amplio como ya se expuso con sus
elementos importantes, el Estado es una ficción (Bordeau),
el Estado contiene el monopolio legítimo de la violencia (Weber).
Estado es
aquella comunidad humana que, dentro de un determinado territorio (el
“territorio” es elemento distintivo), reclama (con éxito) para sí el monopolio
de la violencia física legítima. Lo específico de nuestro tiempo es que a todas
las demás asociaciones e individuos sólo se les concede el derecho a la
violencia física en la medida en que el Estado lo permite. El Estado es la
única fuente del “derecho” a la violencia. (Weber, 2009, pp. 83 – 84).
El gobierno
únicamente se refiere a uno de sus elementos, el que se encarga de la dirección
misma del Estado, es decir, los órganos a través de los cuales se manifiesta.
El gobierno es el conjunto de instituciones, organizadas por el ordenamiento
jurídico, para el ejercicio de la soberanía. El gobierno representa el órgano
supremo central instituido para actuar y para realizar la voluntad del Estado.
En la cúspide del Estado se encuentra el gobierno que es el que impulsa y
direcciona.
El individuo
que desempeña la función de órgano, es decir, el llamado titular del órgano,
como tal, solo es traído a colación, en cuanto es quien realiza los actos
regulados por el orden jurídico. (1968, p. 288). Pasan los gobiernos, pero el
Estado como máxima institución social, queda.
Retomando,
el Estado es la unidad total, el Gobierno se encarga de llevar a la ciudadanía
hacia la consecución del bien público temporal. El Estado es la unidad total de
sus elementos, es el titular de la soberanía; en tanto el Gobierno es el
conjunto de órganos estatales temporales, organizativos, gestores y en su mejor
caso innovadores, a los que está confiado el ejercicio de esa misma soberanía.
Se refuta la
idea de hablar de una transición de Gobierno Abierto a un Estado Abierto. Porque
al pretender encuadrar las ideas y los propósitos de Gobierno Abierto al Estado
se comete un grave error conceptual (y no es purismo). El Estado es la
organización política en su totalidad y el Gobierno Abierto va referido correctamente
a gobierno, debido a que este se materializa en los órganos en los que se
manifiesta. Es decir, esta correcta la idea de un Gobierno Abierto porque el gobierno
no solo es el conjunto de individuos (gobernantes), sino también los órganos temporales
de la acción de gobernar.
Reflexiones
finales
El Gobierno
Abierto es como tal la apertura del gobierno al escrutinio público, con
aprovechamiento de las TIC´s y con base en la
Transparencia, la Colaboración y la Participación. Se trata de abrir las
puertas cerradas de un gobierno tradicional.
Es un tema
que ha evolucionado y que no hay un consenso aceptado sobre el concepto, pero
que establece propósitos y elementos que lo distinguen. Este concepto es usado
por nuestros representantes como estrategia gobernanza para las acciones
públicas.
Alcanzar los
propósitos de un Gobierno Abierto supone una mayor participación ciudadana y
colaboración entre las distintas dependencias públicas, organizaciones de la
sociedad civil y el sector privado. Pero esto se vuelve oscuro cuando en serio
los resultados que se esperan no se cumplen por la deficiente puesta en marcha
de los planes de acción.
Como
resultado de la unión de varios países con miras a gobiernos más abiertos, es
como se creó la Alianza para el Gobierno Abierto, que opera como una iniciativa
multilateral voluntaria que fue lanzada en septiembre del 2011, esta tiene el
fin de proveer una plataforma internacional para que los gobiernos rindan
cuentas, sean más abiertos y mejoren su capacidad y colaboración de respuesta a
los ciudadanos.
Ahora bien,
el Estado es, uniendo sus elementos constitutivos, una sociedad humana
establecida en el territorio que le corresponde, estructurada y regida por un
orden jurídico, que es creado, definido y aplicado por un poder soberano, para
obtener el bien público temporal, formando una institución con personalidad
moral y jurídica. (Porrúa, 1954, p. 26).
Se ha
demostrado con un debate teórico la existencia de una confusión que se torna al
considerar que se deba emplear Estado Abierto, sustituyendo así el término de
Gobierno Abierto.
Por todo
esto es el por qué se realizó una exposición de la evolución y concepción que
se tiene de Estado a través de las teorías clásicas y el empleo de Gobierno como
el director de la acción pública.
El gobierno se refiere a los diferentes modos
de constitución de los órganos del Estado, de sus poderes, y de la relación de
estos entre sí. El Estado se refiere a la estructura misma de la organización
política en su totalidad y unidad.
Lamentablemente, consideramos que se ha estado
abundando sobre una idea errónea al concebir Estado Abierto, debido a que no se
puede hablar que el Estado, al ser considerado como un
todo, se reduzca a solo la función pública que le corresponde al gobierno
temporal, que es uno de sus elementos. Por lo tanto, no debería aceptarse de
forma mandataría la construcción teórica del Estado Abierto.
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Weber,
M. (2009). El Político y el
Científico. Madrid, España: Alianza Editorial.
[1] Doctor en Políticas
Públicas; Profesor - Investigador; Facultad de Jurisprudencia. Unidad Satillo;
Universidad Autónoma de Coahuila, Políticas Públicas, Análisis Político,
Participación Ciudadana. centenojuan@uadec.edu.mx. Igualmente,
agradezco profundamente la asistencia de investigación que tuvo para el
presente artículo la alumna Fernanda Grisel Godínez Varela, estudiante del 5°
semestre la licenciatura en Derecho de la Facultad de Jurisprudencia, UAdeC.
[2] Georg Jellinek (1851 –
1911) fue un jurista y profesor universitario alemán, autor de obras como Teoría general del Estado y Reforma y
mutación de la constitución.
[3] Luis
Sánchez Agesta (1914 – 1997) fue un político, jurista e historiador español,
autor de obras como Historia del
constitucionalismo español y Principios
de la teoría política.
[4] Es
en estas ciudades que eran pequeñas por su tamaño, pero riquísimas por su
actividad comercial, cultural y política, donde se desarrollaron los episodios
más importantes de la vida griega. No fueron Estados de gran extensión
territorial, sino verdaderas ciudades con alguna extensión de terreno a su
alrededor. En su seno se desarrollaron los más interesantes fenómenos de la
vida política antigua.
[5] Tampoco se quiere decir
que no existan definiciones en torno al Estado, sino que no hay una sola en la
que todos se pongan de acuerdo. Por eso se toman en cuenta sus elementos
constitutivos como lo son: la población, el territorio, el fin, la autoridad o
poder público y un orden jurídico.
[6] Es una expresión latina
que significa “sin la cual no”, a la que se antepone el término conditio, para referirse a algo como una condición
sin la cual no se puede tratar un asunto o esperar un resultado.
[7] Negrillas
propias.
[8] Actualmente los
conceptos de Gobierno Electrónico y Gobierno Abierto están estrechamente
relacionados, según Oscar Oszlak menciona que el gobierno abierto trasciende al
gobierno electrónico en un aspecto crucial: mientras que el gobierno
electrónico es una cuestión de gestión, el gobierno abierto es una cuestión de
poder. Pero aunque lo trasciende, necesariamente lo
incluye.
Mientras que el gobierno
electrónico opera en un plano instrumental operativo (medios), el gobierno
abierto trasciende hacia la legítima aspiración de los ciudadanos por cambiar
la forma y el fondo de la interacción con sus gobiernos, en un plano político y
estratégico; de ese modo se puede contribuir a fortalecer y mejorar los
sistemas democráticos (fines). (Dassen & Cruz,
2012, p. 69).
[9] Podría decirse que el
único punto en común que ambos conceptos comparten tiene relación con los
medios: el uso de la tecnología. (2012, p. 69).
[10] Véase President’s Memorandum on Transparency and Open
Government – Interagency Collaboration. On January 21, 2009 President Obama
signed the Memorandum on Transparency and Open Government affirming his
Administration's commitment to innovation in government (see attached). The
President's Memorandum calls for the development of recommendations for a
Directive. This Directive will, in turn, instruct departments and agencies on
specific actions that implement the principles outlined in the President's
memorandum: • Transparency - “Put information about their operations and
decisions online and readily available to the public.” • Participation - “Offer
Americans increased opportunities to participate in policymaking.” •
Collaboration - “Use innovative tools, methods, and systems to cooperate …
across all levels of Government and with nonprofit organizations, businesses,
and individuals in the private sector.”
[11] Gobierno Abierto
[12] La Alianza para el Gobierno Abierto
(AGA) es un nuevo esfuerzo global para ampliar la frontera en la mejora del
desempeño y de la calidad de los gobiernos. Sus fundamentos se encuentran en el
hecho de que los ciudadanos desean gobiernos más transparentes, efectivos y que
rindan cuentas, con instituciones que robustezcan la participación de la
sociedad y respondan a sus necesidades y aspiraciones. (Cruz & Dassen, 2012, p. 49).