Quantitative analysis of the
Competing Values Framework in small educational institutions of higher level in
the mexiquense town of Coacalco
de Berriozábal
Noé, Chávez-Hernández[1]
Este trabajo presenta el análisis cuantitativo del Modelo
de Valores en Competencia, como marco para describir el tipo de cultura
organizacional en pequeñas empresas de servicios educativos e identificar la
cultura dominante basada en los cuatro tipos del modelo: Clan, Jerarquizada,
Adhocrática y Mercado. Para este propósito, mediante una investigación básica
de alcance descriptivo, de corte transversal y no experimental, se empleó la
técnica de la encuesta y el cuestionario validado Organizational
Culture Assessment Instrument. Se realizó un estudio estadístico descriptivo e
inferencial. Se identificó que en este tipo de empresas no tienen una cultura
organizacional dominante, hay una tendencia hacia la estabilidad,control, productividad y resultados;
en ninguna institución predominó
el tipo de cultura organizacional que permita asumir riesgos e innovar, y, por
ende, ser competitivos en su ambiente de influencia.
Palabras clave:
Cultura organizacional; Modelo de Valores en Competencia;
pequeña empresa.
This paper presents the
quantitative analysis of Competing Values Framework, as a model to describe the
organizational culture type in small educational services enterprises and to
identify the dominant culture based on the four types of the model: Clan, Hierarchy,
Adhocracy and Market. For this purpose, through a basic, descriptive scope,
cross sectional and non-experimental investigation, the survey technique and the validated
questionnaire Organizational Culture Assessment Instrument were used. A descriptive
and inferential statistical study was carried out. It was identified that in
this type of companies, they do not have a dominant organizational culture,
there is a tendency toward stability, control, productivity and results; in no
institution did the type of organizational culture overcome that allows risks
to be taken and innovated, and, therefore, to be competitive in its influence
environment.
Key words: Organizational
culture; Competing Values Framework; small enterprises.
Códigos JEL: M14, I23, L20.
La
cultura organizacional se considera un recurso para la consecución de objetivos
(Gálvez, 2011). El valor agregado a esa cultura permite diferenciar a la
organización de otras y se convierte en un activo estratégico que contribuye a
la ventaja competitiva. Es decir, si la dirección de una organización formula
estrategias internas que inspiren valores y creencias de desempeño, aumentará
la identificación y cohesión de sus integrantes.
Naranjo,
Jiménez & Sanz (2012), determinan que una organización que diseñe una
cultura orientada a la flexibilidad favorecerá el desarrollo de la innovación;
pero ocurrirá que, si se orienta a la estabilidad, dificultará la capacidad
innovadora.
Pensar
en la capacidad innovadora de las pequeñas empresas, se remite a anteponer la
existencia de diversos problemas de gestión que se manifiestan en la ausencia
de: cultura e identidad organizacional (Góngora & Madrid, 2010), gestión
del conocimiento, capacitación a su personal, organización, avance tecnológico,
asertividad en la colocación de productos, eficiencia en el control de recursos
y financiero (Palomo, 2005).
Por
ello, las pequeñas empresas, como las orientadas a ofrecer servicios
educativos, presentan rasgos de bajos niveles de competitividad y capacidad de
innovación, porque se caracterizan en operar a través de estándares limitados
de crecimiento por una falta de recursos y retención de talentos que la
componen, además de tener una heterogeneidad en sus métodos de trabajo,
gestión, valores y creencias organizacionales, lo que merma la solidez de su
identidad cultural (Palacios & Saavedra, 2016).
Para
desarrollar una organización competitiva e innovadora, es necesario realizar un
diagnóstico inicial que facilitaría un cambio (Guízar, 2013). Por ello, Cameron
& Quinn (2011), contribuyen con el Modelo de Valores en Competencia (MVC)
para que los resultados de evaluación, sean retomados por las organizaciones
(como las pequeñas empresas educativas), para estudiar la posibilidad de
construir una cultura sobre postulados que le permita ser competitiva, según
sean las circunstancias del ambiente (Sepúlveda, 2004).
Ante
esa situación surge la siguiente pregunta: ¿Cuál es el tipo de cultura
organizacional dominante, según el MVC, en pequeñas instituciones educativas de
nivel superior en el municipio mexiquense de Coacalco de Berriozábal? Por ello,
este trabajo exhibe un diagnóstico cuantitativo inicial que coadyuva a
identificar el tipo de cultura organizacional dominante en estas pequeñas instituciones
educativas según el MVC.
De
esta manera, el objetivo de este trabajo consiste analizar cuantitativamente el
tipo de cultura organizacional dominante, según el MVC, en pequeñas
instituciones educativas de nivel superior en el municipio mexiquense de
Coacalco de Berriozábal
Cameron
& Quinn (2011), presentaron el MVC, para identificar la clasificación de
culturas organizacionales, partiendo de dos dimensiones. La primera, con dos
criterios de efectividad: flexibilidad, discreción, cambio constante,
adaptación y dinamismo; y el otro criterio: estabilidad, predicción, orden y
control. La segunda dimensión, con el criterio de efectividad, se basa en el
control interno, integración y unidad; y el otro, en la orientación externa,
diferenciación y rivalidad.
Sepúlveda
(2004), explica que las características de la estabilidad representan a los
miembros de una organización sumidos en un ambiente de trabajo controlado y/o
rígido, que no tolera desviaciones. En cambio, la flexibilidad, identifica a
una organización donde los individuos, son capaces de modificar su
comportamiento de acuerdo con las circunstancias originadas en el ambiente.
La
segunda dimensión, revela que la orientación interna reconoce a una
organización que integra, es decir, que tiende a mirar hacia sus operaciones
domésticas diarias, de tal manera que su cultura no se afecta fácilmente por
los cambios en el ambiente. Mientras que la orientación externa, cataloga a las
organizaciones que enfocan su atención en factores externos, con los que
incurren a la modificación y adaptación de su cultura.
El
propósito general del MVC reside en diagnosticar las características culturales
existentes y facilitar el cambio de cultura de una organización. Cameron &
Quinn (2011), determinan seis factores organizacionales para definir el tipo de
cultura: 1) la manera dominante de sus características en toda la organización;
2) el estilo de liderazgo; 3) los principios de gestión del personal y ambiente
de trabajo; 4) los mecanismos utilizados para mantener vínculos de unidad; 5)
el enfoque estratégico que orientan sus actividades; 6) la concepción del éxito
en la organización y qué aspectos se elogian y recompensan.
El
modelo identifica cuatro cuadrantes que definen los valores caracterizados con
distintas formas de organización, es decir, representan varios supuestos,
orientaciones y valores que precisan una cultura organizacional. Hernández,
Méndez & Contreras (2012), destacan que la mayoría de las organizaciones
“poseen elementos de todas las clases de culturas, pero desarrollan un estilo
dominante” (p. 239).
De
acuerdo con esta explicación del modelo y, tomando en consideración la relación
entre cultura e innovación, Morcillo (2007), plantea el siguiente argumento:
“la cultura es un factor que fomenta la creatividad, la asunción de riesgos, el
trabajo en equipo, la predisposición al cambio y el aprendizaje” (p. 27).
El
instrumento denominado Organizational Culture Assessment Instrument
(OCAI), surge de las aportaciones del MVC, que contribuye a identificar el
perfil de cultura organizacional basado en los valores fundamentales,
creencias, significados y aproximaciones que caracterizan a una organización.
De
acuerdo con Tomás & Rodríguez (2009), es un instrumento de confiabilidad
elevada, los resultados se traducen en gráficos y se emplea para diagnosticar
el tipo de cultura organizacional tanto en sectores de producción, comerciales
y servicios, de orden privado y público. Sánchez (2010), confirma que el
instrumento cumple con la validez empírica y un alto grado de congruencia.
El
instrumento se integra por los seis factores que identifican los cuatro tipos
principales de cultura organizacional. Para distinguir los cuatro tipos
dominantes de cultura organizacional: Clan, Adhocrática, Jerarquizada y
Mercado. En seguida se describen las características sobresalientes de cada
cuadrante que integran este modelo topológico:
Cultura clan, se inspira en la teoría Z de William Ouchi (Hernández et.
Al., 2012), las organizaciones se caracterizan porque sus integrantes la
perciben como una familia extensa (Cameron & Quinn, 2011), que tiene metas,
valores compartidos, participación, cohesión. Sus valores se enfocan al trabajo
en equipo, al involucramiento por parte de los colaboradores, en las actividades
de la empresa, así como esta última, al compromiso corporativo con ellos. Se
ejerce un liderazgo en el que se le otorga poder decisión al seguidor, además
de facilitarle su dedicación, participación, compromiso y lealtad. El éxito de
su gestión se encuentra en tener un clima organizacional orientado a la
preocupación por la gente, tener consenso y trabajar en equipo.
Cultura adhocrática, se caracteriza por ser altamente sensibles al
cambio del ambiente. El personal muestra un sentido dinámico para asumir
riesgos y trabajar creativamente (Salazar, 2008). El liderazgo se orienta a
desarrollar el emprendimiento y creatividad de sus seguidores. Sus valores se
centran en la iniciativa individual y libertad intelectual (Sepúlveda, 2004).
El éxito de su gestión radica en la innovación e iniciativas pioneras
(Villareal, Briones & Villareal, 2011), para obtener un liderazgo en el
mercado con nuevos productos o servicios.
Cultura jerárquica, se fundamenta de los atributos clásicos de la
burocracia de Max Weber (Cameron & Quinn, 2011), se caracteriza por la
formalización, estructura, jerarquía y procedimientos que rigen el actuar del
personal. La prioridad organizacional es generar resultados eficientes,
confiables, fluidos y predecibles, a través del fundamento de políticas, reglas
y control (Yu & Wu, 2009). Se ejerce entonces un
liderazgo orientado a las tareas, su eficacia se demuestra en la buena
coordinación y organización. El éxito de la gestión se encuentra en tener una
planificación adecuada, así como, costos bajos (Sepúlveda, 2004). Este tipo de
cultura es adecuada cuando el ambiente es estable, además de que, las tareas y
funciones se realizan de manera integrada y coordinada, con lo que se puede
mantener una uniformidad en los productos, empleados y control de trabajo
(Hernández et al., 2012).
Cultura mercado, refiere a un tipo organizacional que funciona como
mercado en sí misma, cuya principal preocupación es realizar el trabajo bien
hecho y obtener un costo de transacción óptimo (Cameron & Quinn, 2011). Se
caracteriza por orientarse al ambiente externo para vincularse con otras
entidades del medio, con quienes realiza transacciones, tales como:
proveedores, competidores, clientes, instituciones gubernamentales, entre
otros, a fin de crear ventajas competitivas (Ojeda, Méndez & Hernández,
2016). La prioridad organizacional es obtener rentabilidad, resultados,
posición en los nichos de mercado, además de tener clientes confiables. Por
ello, sus valores principales se encuentran en competitividad y productividad.
Su personal se orienta a la competitividad y resultados, por lo que, sus
líderes se encaminan a ser exigentes, a dar prioridad a ganar y obtener
reputación (Sepúlveda, 2004).
Metodología
El análisis del tipo de cultura organizacional dominante en
pequeñas instituciones educativas de nivel superior se realizó desde el enfoque
cuantitativo, con una investigación básica de alcance descriptivo, corte
transversal y no experimental (Hernández, Fernández & Baptista, 2014).
Se empleó la técnica de la encuesta con el cuestionario
validado OCAI, de Cameron & Quinn (2011). Para medir cada de las
alternativas que representan los tipos de cultura en cada factor, se consideró
una escala tipo Likert con valores de 1 a 9 (Sánchez, 2010), donde: 1 y 2 representan
el argumento completamente en desacuerdo. 3 y 4 representan el argumento
moderadamente en desacuerdo. 5 representa un argumento neutral. 6 y 7
representan el argumento moderadamente de acuerdo. 8 y 9 representan el
argumento completamente de acuerdo.
Se acudió a las pequeñas empresas de servicios educativos
de nivel superior del municipio de Coacalco de Berriozábal en el Estado de
México, para describir el tipo de cultura organizacional dominante. Mediante un
muestreo de tipo probabilístico (Hernández et al., 2014), se consideraron las
empresas registradas en el Directorio Estadístico Nacional de Unidades
Económicas (DENUE) del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e
Informática (INEGI, 2017).
Como se registraron nueve instituciones educativas, fue
conveniente utilizar una muestra censal en la que se consideró el total del
universo (Tamayo, 2009). Mediante un muestreo determinístico intencional (Namakforoosh, 2010), se consideraron las instituciones
quienes abrieron sus instalaciones para realizar los estudios para participar
en el proyecto de investigación. En ese sentido, la disponibilidad y aprobación
de los directivos para participar, se acotó a seis de las instituciones
educativas del marco muestral.
Las seis instituciones participantes ofrecen servicios
educativos de nivel superior, son de orden privado y presentan una antigüedad
promedio en el mercado de quince años. Han graduado diversas generaciones en
licenciaturas que se orientan a las ciencias sociales y las administrativas.
Desde la perspectiva holística para analizar la cultura
organizacional, (Benito, Platero & Rodríguez, 2012; Labarca, García &
Villegas, 2012; Arancibia, Donoso, Venegas & Cárdenas, 2015), se aplicó el
instrumento a los colaboradores que componen la unidad de análisis: directivos,
docentes y administrativos.
Los individuos participantes fueron a consideración de los
directivos, bajo el método auto administrado (Scheaffer,
Mendenhall & Lyman, 2006), se involucraron los
colaboradores que en ese momento se encontraban laborando en la institución.
Método de análisis
Para
el análisis descriptivo se calcularon las medidas de tendencia central
obtenidas en cada uno de los tipos de cultura que componen el MVC, así también,
las medidas de dispersión de los datos.
En el
estudio inferencial se realizó la prueba de hipótesis mediante la técnica:
ANOVA. Se complementó con el análisis de regresión, para inferir el
comportamiento de las variables. A continuación, se describen sus criterios
metodológicos planteados:
a) Se efectuó el análisis de varianza para examinar si los valores promedio
de los tipos de cultura organizacional que coexisten en cada institución
participante, fueren iguales o presentaban una diferencia significativa. El
modelo contempló la siguiente notación:
Hipótesis nula (Ho).
– Las pequeñas empresas de servicios
educativos de nivel superior del municipio mexiquense de Coacalco de
Berriozábal no tienen un tipo de cultura organizacional dominante definida.
Ho: Ya: m
Xa1 = m Xa2 = m
Xa3 = m Xa4
Hipótesis alterna (H1). – Las pequeñas empresas de servicios educativos de
nivel superior del municipio mexiquense de Coacalco de Berriozábal, se caracterizan por tener
diferentes tipos de cultura organizacional, dominando una de ellas.
H1: Ya: m Xa1 ≠ m
Xa2 ≠ m Xa3 ≠ m
Xa4
La
variable dependiente se definió como: Ya: Tipo de cultura organizacional. Las
variables independientes como: Xa1: Clan. Xa2:
Adhocrática. Xa3: Mercado. Xa4: Jerarquizada. De esta
manera, se determinó que, para rechazar Ho tendría que cumplir con
la condición de que el valor de P fuera menor a alfa (P< a), donde alfa es 5% (a=0.05).
En la tabla 1 se indican la operacionalización de las
variables independientes:
Tabla 1
Operacionalización de las variables independientes correspondientes a
la hipótesis de investigación
Variable |
Conceptualización |
Operacionalización |
Participación
y compromiso |
Cultura
orientada a la participación y compromiso, donde los líderes actúan como
facilitadores o mentores, además de gestionar y enfatizar en el desarrollo
del personal a través de la cohesión, moral y compromiso como factores de
éxito. |
Ítems
que evalúan en cada variable los rasgos que destacan la cultura
organizacional: ·
Características
dominantes de la organización. ·
Liderazgo organizacional. ·
Administración de los
empleados. ·
Cohesión organizacional. ·
Énfasis estratégico. ·
Criterio de éxito. |
Innovación
y creatividad |
Cultura
orientada a la innovación y creatividad, donde los líderes tienen visión de
emprendimiento e innovación, además de gestionar y enfatizar en la
creatividad, crecimiento e innovación como factor de éxito y cohesión. |
|
Competencia
y productividad |
Cultura
orientada a la competencia y productividad, donde los líderes se enfocan a la
productividad, competitividad y resultados como características de gestión y
énfasis para lograr una participación exitosa en el mercado. |
|
Control
y eficiencia |
Cultura
orientada al control y eficiencia, donde los líderes fungen como
coordinadores y organizadores, además de gestionar y enfatizar en la
eficiencia, funcionamiento y control adecuado como factores de éxito. |
Fuente. Elaboración propia partiendo de las aportaciones
de Salazar (2008), Maldonado et al., (2010).
b) Se realizó una
prueba de regresión múltiple examinando el análisis de una de las variables
(tipo de cultura) del MVC. Se contemplaron las dimensiones que
componen a la variable del modelo, para determinar cuáles se considerarían como
independientes y dependiente. De esta forma, se fijó que las características
dominantes de la organización (CDO), fungiera como variable dependiente y las
restantes como independientes: Liderazgo organizacional (LO), Administración de
los empleados (AE), Cohesión organizacional (CO), Énfasis estratégico (EE),
Criterio de éxito (CE).
A fin
de conocer sus efectos de las variables explicativas hacia la explicada, se
planteó un modelo de regresión múltiple con cinco variables independientes, que
asumió la siguiente notación:
Y=b0 + b1x1 + b2x2 +
b3x3 + b4x4 + b5x5
+ e
(CDO=LO+AE+CO+EE+CE).
Así,
se determinaron las siguientes hipótesis estadísticas:
Hipótesis estadística nula (Heo) – El
valor de la variable explicada no está influenciada por las variables
explicativas.
Hipótesis estadística alterna (He1).
– El valor de la variable explicada
está influenciada por las variables explicativas.
Para
el análisis, se procedió a concentrar los 80 datos recogidos entre las seis
instituciones educativas del marco muestral que participaron en este estudio.
Resultados
Se utilizó el software Excel y el SPSS para realizar el
análisis descriptivo e inferencial de la percepción que define el tipo de cultura
organizacional dominante en las instituciones educativas. Para efecto de este
trabajo, tanto en el análisis descriptivo, como inferencial, se agruparon los
resultados de las seis instituciones educativas participantes.
Resultados descriptivos
Para hacer un concentrado del comportamiento descriptivo de
las instituciones participantes en el estudio, la tabla 2 reúne los
resultados promedio de percepción:
Tabla 2
Valores promedio de la percepción del tipo de
cultura dominante en las instituciones participantes
Tipo de cultura |
Valores promedio |
Participación y
compromiso (Clan) |
5.91 |
Innovación y
creatividad (adhocrática) |
5.60 |
Competencia y
productividad (mercado) |
6.29 |
Control y
eficiencia (jerarquizada) |
6.15 |
Fuente. Elaboración propia con base en los
resultados obtenidos.
Con estos resultados, se realizó su representación gráfica
(figura 1), según indicaciones
de los autores del instrumento OCAI.
Figura
1. Perfil cultural de las instituciones
educativas en estudio
Fuente.
Elaboración propia con base en los resultados obtenidos.
Como puede apreciarse,
los valores promedio fueron marginalmente distintos, lo que contribuyó a
identificar una ausencia de dominio de alguno de los tipos de cultura
organizacional dentro de estas instituciones educativas en estudio. Los
participantes están moderadamente de acuerdo con las características culturales
que distinguen los aspectos dominantes de la organización, liderazgo
organizacional, administración del personal, cohesión organizacional, énfasis
estratégico y criterio de éxito.
Sin embargo, en la marginalidad de los resultados,
sobresalieron los valores promedio de los tipos de cultura mercado y
jerarquizada. Y, con menores valores promedio fueron las culturas tipo Clan y Adhocrática.
El valor 6 fue la categoría que más se repitió (moda) en
los rasgos que definen una cultura tipo: Clan,
Adhocrática y Jerarquizada. Es
decir, representó la presencia de los conocimientos necesarios para confirmar
la existencia de escenarios que representan sus características culturales que
las distinguen.
La categoría que más se replicó en el tipo de cultura de Mercado fue 8, como un valor que
representa la profundidad de información y sabe exactamente la situación que
ocurre en sus actividades. De manera particular, de acuerdo con la cultura que
marginalmente destacó con mayor puntuación (Tipo
Mercado), el 50% de los participantes está por encima del valor 6 y el
restante está por encima de dicho valor. Así mismo, se desvían de 6.29, en
promedio, 1.9754 unidades de la escala.
No obstante, se detectó que hay personas que califican sus
características culturales en estar completamente en desacuerdo con escenarios
en los que su cultura se oriente al control y eficiencia, donde los líderes
fungen como coordinadores y organizadores, además de gestionar y enfatizar en
la eficiencia, funcionamiento y control adecuado como factores de éxito.
De acuerdo con los resultados del tipo de cultura con mayores
valores promedio, la distribución asimétrica tendió a agruparse hacia la
izquierda de la curva, porque su moda (8) fue mayor que la mediana (6) y ésta
de la media (6.29); su curtosis planteó una curva más plana, entonces fue platicúrtica.
Resultó que, en las instituciones en estudio, coexisten los
cuatro tipos de cultura del MVC, no existe un predominio claro de alguna de
ellas, aunque se le da un mayor peso a la cultura que muestra competencia y
productividad (Tipo Mercado), además
de control y eficiencia (Tipo
Jerarquizada). La tabla 3
permite identificar el perfil cultural de las pequeñas instituciones educativas
en estudio, los valores obtenidos muestran diferencias marginales.
Tabla 3
Perfil cultural de las instituciones educativas
en estudio
Fuente.
Elaboración propia partiendo de los resultados obtenidos.
Resultados inferenciales
Se realizó el análisis ANOVA con los valores promedio
obtenidos en cada tipo de cultura, la tabla
4 muestra los resultados correspondientes.
Tabla 4
Análisis de varianza promedio versus cultura
Fuente.
Elaboración propia partiendo de los resultados obtenidos.
La cantidad de variación en los grupos (F) fue de 0.803, es
decir, menor que el valor crítico de F (3.238), lo que representó un efecto no
mayor que la variación aleatoria esperada, así que no resultó significativa. En
cuanto al valor de probabilidad (P), obtuvo .50984, lo que simbolizó P>a (esto es, las diferencias entre las medias no fueron
estadísticamente significativas). Por lo tanto, se aceptó la hipótesis nula (Ho), es decir, indujo a la
conclusión de que las instituciones de servicios educativos de nivel superior
estudiadas tienen en promedio un similar tipo de cultura organizacional, sin
que domine significativamente alguna de ellas.
Posteriormente, por considerar datos que presentan una estructura
agrupada en unidades de diverso orden se realizó un análisis de regresión
lineal múltiple jerárquico (Hernández, Colmenares & Martínez, 2003).
Se
originaron cinco modelos en los que cada uno fue considerando el incremento de
cada variable independiente. En la tabla
5 se muestra el resumen del modelo de análisis de regresión, en donde se
encuentran los resultados para cada agrupamiento del estudio.
Con
los resultados emanados de ese resumen, se procedió a revisar la varianza R2
a partir de la variable dependiente, para cada uno de los modelos anidados y se
obtuvo que: LO explicó el 34.1% de la varianza; al agregar la variable AE
declaró el 37.6%; al añadir CO expresó el 41.3%; al adicionar EE reveló el
43.1% y al completar con CE explicó el 43.6% de la varianza explicada de la
variable.
Así
también el modelo de R ajustado (R2ajus) de los cinco
modelos, llega a un valor de .398, de tal forma que el 39.8% de la variación
del CDO se explica por la variación en las variables LO, AE, CO, EE, CE.
Tabla 5
Resumen
del modelo de regresión lineal múltiple jerárquico considerando a CDO como
variable explicada y las otras variables explicativas
Fuente.
Elaboración propia partiendo de los resultados. Donde CDO=Características
dominantes de la organización, LO=Liderazgo organizacional, AE=Administración
de los empleados, CO=Cohesión organizacional, EE=Énfasis estratégico, CE=
Criterio de éxito.
En
cuanto al análisis de la prueba de Durbin-Watson reveló que hay independencia
de errores (luego de obtener un valor de 1.717, el cual se aproximó a 2).
Por
lo tanto, para el modelo de regresión probado con las cinco variables independientes
se explicó el 43.6% de la varianza de la variable dependiente (R2=.436)
y el 39.8% de su variación ajustada (R2ajus=.398).
Al
realizar el análisis de varianza (ANOVA) del modelo de regresión jerárquico (tabla
6), se identificó que las cinco variables tuvieron una significancia
menor a .05. Lo que permitió inducir que el modelo presentado mejoró
significativamente la predicción de la variable dependiente (F=11.426;
p<0.001).
De esta manera se
rechazó la hipótesis estadística nula (He0) y se aceptó la hipótesis
estadística alterna (He1), para concluir que la variable CDO se vio
influenciada por las variables LO, AE, CO, EE, CE.
Tabla 6
Análisis
de varianza del modelo
Fuente. Elaboración propia partiendo de los
resultados. Donde CDO=Características dominantes de la organización,
LO=Liderazgo organizacional, AE=Administración de los empleados, CO=Cohesión
organizacional, EE=Énfasis estratégico, CE= Criterio de éxito
Finalmente,
la tabla 7 presenta los valores de
los coeficientes obtenidos para realizar la ecuación de regresión.
Tabla 7
Tabla
de coeficientes del modelo
Fuente. Elaboración
propia partiendo de los resultados. Donde CDO=Características dominantes de la
organización, LO=Liderazgo organizacional, AE=Administración de los empleados,
CO=Cohesión organizacional, EE=Énfasis estratégico, CE= Criterio de éxito
El valor de la constante
B0 se tuvo en las cinco variables. De esta manera, se identificó la
ecuación de regresión estimada con el modelo de las cinco variables:
Y=1.064+ 0.317+ 0.073+ 0.130+
0.198+ 0.085.
Considerando que el
valor t y significancia hacen referencia a qué tanto se puede generalizar los
coeficientes de B y qué tanto aporta ese valor al modelo de predicción, es
decir, si es significativamente diferente de cero (Rojo, 2007), se encontró
que:
a) Para los
coeficientes del modelo de regresión con cinco variables, las puntuaciones t
indicaron que las variables tomadas en cuenta no aportaron significativamente
al modelo de predicción, lo que indicó que los valores obtenidos no se pudieron
generalizar a la población (t= 2.822, 0.686, 1.016, 1.477, 0.434; p>0.001).
b) Solo para el
coeficiente del modelo de regresión con una variable (LO), la puntuación t
aportó significativamente al modelo de predicción, lo que indicó que ese valor
conseguido se pudo generalizar a la población (t= 6.349; p<0.001).
En cuanto a los
estadísticos de colinealidad, se encontró en la situación que no se tuvieron
valores de significancia.
El factor de varianza
inflada (VIF) indicó el cumplimiento del supuesto de no multicolinealidad entre
las variables (valores entre 1.570 y 2.441). La figura 2 mostró una normalidad de los residuos.
Figura 2. Gráfico P-P normal de regresión residuo tipificado
considerando a CDO como variable dependiente
Y la figura 3, con el gráfico de probabilidad
normal, exhibió que los puntos no se alejaron mucho de la normalidad.
Figura 3. Gráfico de dispersión de la variable dependiente CDO.
Las pequeñas instituciones de servicios educativos del municipio
mexiquense de Coacalco de Berriozábal presentan diversos tipos de cultura
organizacional. Aunque coexisten diversos tipos según el MVC, se detectó, tanto
a nivel descriptivo, como inferencial, que no hay un tipo de cultura
organizacional que domine significativamente.
En ninguna institución predominó el tipo de cultura
organizacional orientada a la innovación (Cultura Tipo Adhocrática). Se arguye entonces, la minimización de
escenarios en los que se ejercite una cultura orientada a la innovación y
creatividad, donde los líderes tengan visión de emprendimiento e innovación,
además de gestionar acciones encaminadas al desarrollo creativo y crecimiento,
como factores de éxito y cohesión.
Al concentrar los valores promedio de cada tipo de cultura
de los seis casos presentados, se encontró que la diferencia de sus valores fue
marginal. En las seis instituciones participantes, la preeminencia del tipo de
cultura tendió más hacia una cultura Tipo
Mercado. De esta forma, el sistema de valores, creencias y actitudes, se
orienta a estar moderadamente de acuerdo con los escenarios en donde, los
líderes, se enfocan hacia la: productividad, competitividad y los resultados,
como características de gestión y énfasis para lograr una participación exitosa
en el mercado. En otras palabras, la competencia y productividad son elementos
representativos para identificarse en las labores de la institución.
Los otros dos tipos de cultura organizacional (Tipo Jerarquizada y Tipo Clan), arrojaron un destacado valor de influencia en sus
escenarios. Por lo que se dilucida la manifestación de un mayor enfoque hacia
el interior de la organización, en el que: el control y eficiencia, la
participación y compromiso, son características dominantes dentro de la
institución.
Se infirieron los comportamientos de las variables y
dimensiones que componen el MVC. La prueba utilizada, contribuyó a aceptar la hipótesis nula de investigación, que establecía una
similitud entre los tipos de cultura organizacional dentro de las pequeñas empresas
de servicios educativos de nivel superior, sin que dominara alguna de ellas.
Esta inferencia se basó en que el valor de P (0.50984), fue mayor al valor alfa
(=0.05) y se resaltó al momento de encontrar que en la variación aleatoria
esperada F no existió significancia.
La realización de esta prueba, contribuyó a fortalecer los
argumentos descriptivos, además de confirmar que, las diferencias marginales
entre los valores promedio obtenidos en cada tipo de cultura organizacional, no
representaron el predominio de alguno de ellos. Es decir, en estas
instituciones coexisten características en las que se pueden vivenciar
conjuntamente, escenarios de participación y compromiso, pero también, rasgos
que se preocupen por el control y eficiencia, o bien, por la competencia y
productividad, o también, por realizar funciones encaminadas a la innovación y
creatividad. En otras palabras, la heterogeneidad de culturas de una
organización existe en las instituciones estudiadas.
Finalmente, a la luz de estos argumentos, contribuyó a
realizarse un análisis de regresión para comprender el comportamiento entre las
dimensiones que integran el constructo del tipo de cultura según el MVC. Al
retomar una de sus dimensiones como variable explicada (características
dominantes de la organización) y las demás como explicativas, se realizó un
análisis de regresión lineal múltiple jerárquico para probar una hipótesis estadística.
Mediante esta regresión se encontraron cinco modelos en los
que se detectó un incremento de explicación de la varianza explicada de la
variable, conforme se fueron anidando las diferentes dimensiones. De esta
manera, se detectó que R2 pasó de 34.1% a 43.6% de la varianza. Por
tanto, se dedujo que, entre más elementos culturales integren el constructo, se
podrá complementar la concepción de una cultura significativamente
identificada. Así, se pudo rechazar la hipótesis estadística nula (F=11.426; p<0.001) porque tuvo una
significancia menor a 0.05, que indujo a inferir que el modelo presentado
mejoró manifiestamente la predicción de la variable dependiente.
Al haberse rechazado la hipótesis estadística nula definida para esta prueba, se determinó
que las características dominantes de una organización se ven influenciadas por
la manera en que se gestionan sus actividades internas. En este caso con el
MVC, se representó con: 1) los procedimientos utilizados para persuadir a los
individuos al logro de objetivos; 2) el estilo directivo y ambiente de trabajo
creado para los colaboradores; 3) la manera de cohesionar a los integrantes de
la institución; 4) las acciones que enfatizan estratégicamente para lograr
objetivos; 5) las creencias para concebir el éxito dentro de una organización.
Sin embargo, se deben tomar en cuenta otros elementos que
podrían enriquecer la caracterización dominante de una organización. Lo
anterior se sustenta con los resultados obtenidos con los valores t y
significancia del análisis de regresión. La generalización de los coeficientes
de B y la aportación al modelo de predicción, permitieron explicar que con las
variables que se tomaron en cuenta, no aportaron significativamente al modelo (t= 2.822, .686,
1.016, 1.477, .434; p>0.001).
De esta forma, en estas pequeñas empresas de servicios
educativos, el cuestionamiento se responde con la prueba de que coexisten
estrategias de gestión orientadas mayormente a: competitividad, resultados,
eficiencia, estabilidad, consenso, trabajo en equipo. Pero también, se ejecutan
en menor intensidad, estrategias de gestión que propicien un ambiente de
trabajo que permita asumir riesgos e innovar, y, por ende, ser competitivos en
su ambiente de influencia.
Por lo tanto, estas entidades carecen de capacidades
competitivas y desarrollo organizacional, simplemente porque no tienen la
cultura orientada a: aprender a interactuar con el entorno, asimilar los
cambios y adaptarse a ellos, además de restarle importancia a la creación de
ambientes de confianza en el que su personal, tenga la posibilidad de
intercambiar conocimiento, aprender y potencializar sus talentos mediante el
desarrollo creativo de un sistema de valores, creencias y actitudes, orientados
a innovar en su desempeño competitivo.
Por ello, si las instituciones en estudio consideraran los
resultados estadísticos obtenidos en este proceso de investigación y tuvieran
la información pertinente para orientar sus decisiones de mejora (Cornejo,
2009), contribuirán a desarrollar un pensamiento estratégico y habilidades
administrativas, enfocadas a diseñar acciones de largo plazo que permitan
adaptar y responder al medio ambiente externo, además de, mantener innovaciones
regularmente para tener ventajas competitivas.
Con los argumentos presentados en la discusión de los
resultados, se dio cumplimiento al objetivo trazado para abordarse en este
estudio cuantitativo. Se utilizó el instrumento OCAI para analizar el MVC en
pequeñas empresas de servicios educativos. Los resultados permitieron comprobar
la necesidad de orientar acciones de gestión para encaminar a construir una
cultura dominante que favorezca al desarrollo de este tipo de empresas. A
continuación, se exhiben las últimas reflexiones concluyentes.
La cultura organizacional determina el sentido de actuación
de una empresa, le proporciona identidad y encamina sus procesos definidos
hacia el logro de objetivos. Encauzar las estrategias de gestión, hacia la
construcción de una cultura organizacional orientada a la innovación, requiere
plantear esfuerzos de gestión hacia la creación de habilidades y capacidades
para alcanzar un ambiente de aprendizaje, creatividad e innovación.
En el análisis cuantitativo de esta investigación, se
identificó que las instituciones educativas en estudio minimizan la ejecución
de una cultura orientada a la innovación y creatividad, donde los líderes
tengan visión de emprendimiento e innovación. También, se registró una pobre
ejecución de estrategias de gestión que propicien un ambiente de trabajo que
permita asumir riesgos e innovar, y, por ende, ser competitivos en su ambiente
de influencia.
El desarrollo de una cultura organizacional fuerte implica
contemplar el acoplamiento y alineación multifactorial de elementos que
constituyen una organización. Por ello, surge la necesidad de incurrir a la
creación de propuestas que encaminen las decisiones organizacionales, a
desarrollar estrategias de gestión donde se incrementen las posibilidades de un
desarrollo organizacional competitivo (Anderson & Williams, 2008).
El éxito competitivo de una organización implica que el
equipo estratégico, diseñe, evalúe y revise constantemente políticas integrales
orientadas hacia una cultura que impulse el bienestar de sus empleados, pero
también el desarrollo económico y social de su zona de influencia, además de
crear valor de forma sostenible con los clientes, proveedores y otros grupos de
interés.
Es
conveniente reflexionar que el éxito de una organización se debe a que sabe
interpretar los cambios del entorno y prepara estrategias de acción con las que
enfrenta las amenazas y debilidades presentadas, además de aprovechar las
oportunidades y fortalezas con las que pudieran convertirse en una organización
potencialmente competitiva (David & David, 2017).
Paz, Paz & El Kadi (2014),
resaltan la necesidad de implementar estrategias que fomenten la proactividad
para alinear los valores, actitudes, comportamientos, hábitos y tradiciones del
personal, con los objetivos organizacionales, así como, una cultura innovadora
que coadyuve a la ventaja competitiva, sosteniéndose del talento humano.
Anderson, D. & Williams, T.
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[1] Doctorando
en Ciencias Administrativas; Docente de Tiempo Completo; Subdirección de
Estudios Profesionales A; Tecnológico de Estudios Superiores de Coacalco; Línea
de investigación: Comportamiento organizacional, correo electrónico: nocahe@gmail.com
Artículo Recibido: 27 de Julio de 2019
Artículo Aceptado: 30 de Noviembre de 2019