Actitud hacia la ciencia, experiencia y hábitos
de lectura en estudiantes de educación superior tecnológica: una alianza
incompleta
Attitude toward science, experience and reader
habits in technological higher education students: an incomplete alliance
Flor de la Cruz
Salaiza-Lizárraga[1],
Ivette Armandina Joya-Hunton[2] y Elvia Alejandra Chu-González[3]
La lectura
es una actividad imprescindible para la formación científica sin embargo el
desarrollo de habilidades lectoras puede ser poco importante para los
estudiantes universitarios quienes no acostumbran analizar textos de manera
crítica además de hacer poco uso de las fuentes bibliográficas. Este estudio midió
la actitud hacia la ciencia, experiencia y hábitos de lectura en textos
impresos y electrónicos de alumnos de nivel superior. Los resultados señalan
que los estudiantes tienen una actitud positiva hacia la ciencia (63.35%). El
36% de los encuestados considera que han leído más en el nivel superior que en
etapas previas; el abandono de la lectura lo explican por la falta de tiempo
(48.7%). 64.8% se ven a sí mismos como buenos lectores. 55% admite tener que
leer dos veces un texto para comprender su contenido. 47.4% asiste a la
biblioteca solo cuando necesita un libro. El 27% lee un libro al año. No leen
periódicos ni revistas. El 77% dispone de internet en casa, 91% posee una computadora personal (91%) y 99%
tiene un smartphone. Se enumeran
datos que reflejan la actitud hacia la ciencia, las prácticas de lectura. Se
plantean investigaciones para mejorar las competencias lectoras y la escritura
de textos científicos.
Palabras clave: Actitud hacia la ciencia,
hábitos lectores, comprensión de textos científicos.
Reading is an essential activity
for scientific training, however, the development of reading skills may be
unimportant for university students who are not get used to analyzing texts in
a critical manner, in addition to making little use of bibliographic sources.
This study measured the attitude towards science, experience and reading habits
in printed and electronic texts of upper level students. The results indicate
that students have a positive attitude towards science (63.35%). 36% of
respondents consider that they have read more at the higher level than in
previous stages; the abandonment of reading is explained by the lack of time
(48.7%). 64.8% see themselves as good readers. 55% admit having to read a text
twice to understand its content. 47.4% attend the library only when they need a
book. 27% read a book per year. They do not read newspapers or magazines. 77%
have internet at home, 91% have a personal computer
(91%) and 99% have a smartphone. Data reflect the attitude
toward science, reading practices are listed.
Research is proposed to improve reading skills and the writing of scientific
texts.
Key words: Attitude toward science, reader habits, understanding of scientific texts.
Códigos JEL: I2 Educación, L8: Estudios industriales
(servicios), M1 Administración de empresas.
JEL
Codes: I2 Education, L8:
Industrial Studies (services), M1 Business Administration.
Dentro de la educación superior
tecnológica en México se busca formar profesionales que puedan aplicar el conocimiento
científico para la resolución de distintos problemas asociados a la técnica.
Durante la formación universitaria es importante generarles una actitud
positiva hacia la ciencia y convertirlos en lectores permanentes de literatura
científica que les permita estar actualizados en su vida productiva. De igual
forma en el nivel superior se incluyen cursos orientados hacia la investigación
científica la cual requiere una continua práctica de lectura analítica de
publicaciones especializadas de manera que los estudiantes se involucren no
solo en la revisión del conocimiento divulgado sino en la generación propia del
conocimiento de una manera dinámica, propositiva y que impulse la investigación
científica (Rojas, Méndez y Rodríguez, 2012).
La lectura
es esencial para la enseñanza de las ciencias y para desarrollar el pensamiento
científico. La comprensión lectora es una actividad necesaria durante los
estudios universitarios. Muchas veces desalienta a los alumnos por su grado de
complejidad y suelen utilizar estrategias para evitar la lectura crítica que
requieren para analizar y comprender un texto científico lo cual requiere
cierto nivel de entrenamiento que no todos los profesores suelen enseñar
(Verkade & Saw Hoon Lim, 2016). Se requiere por lo tanto que los maestros
puedan enseñar técnicas de escritura científica y que además puedan guiar a los
alumnos en el uso de las bases de datos digitales que sean fuentes confiables
de información y en las técnicas de búsqueda de información (Wen, Chuang y Kuo,
2012). Según McClune y Jarman (2010) se requiere desarrollar ciertas
competencias en los alumnos para que puedan “engancharse” con la lectura
científica como un proceso permanente de actualización. Estas habilidades son:
conocimientos sobre la ciencia, conocimiento en la escritura y en el lenguaje
científico, noticias científicas divulgadas en revistas científicas,
habilidades de investigación y actitud positiva hacia la ciencia.
Wen, Chuang y Kuo (2012) encontraron una
relación significativa entre los hábitos lectores de textos digitales (e-books)
y la motivación y efectividad del aprendizaje alcanzado. Geithner y Pollastro
(2016) estudiaron las estrategias para mejorar los conocimientos sobre la
alfabetización en temas de ciencia, las habilidades para la escritura
científica y la actitud positiva hacia la ciencia y encontraron que una buena
estrategia era promover la revisión por pares (lectura comentada de textos
científicos de propia autoría entre compañeros).
El usar la técnica de aprendizaje basado
en la investigación por parte de los docentes puede mejorar la actitud hacia la
ciencia por parte de los estudiantes así como las habilidades de lectura que al
ejercitarla continuamente podía brindar a los estudiantes las herramientas que
los convertirían en buenos lectores para toda su vida. Algo muy necesario para
la generación actual de estudiantes (Creech, & Hale, 2006).
Fue a partir del 2016 cuando en el
Tecnológico Nacional de México, campus Instituto Tecnológico de Culiacán (ITC)
se inició con un proyecto cuyo objetivo era mejorar la formación científica de
los estudiantes de las distintas carreras de ingeniería mediante un diagnóstico
de sus actitudes hacia la ciencia, sus conocimientos sobre metodología de la
investigación para medir su relación con el desempeño académico y con la
intención de continuar con estudios de posgrado (Salaiza y Joya, 2017). Como
continuación de este proyecto se lleva a cabo este estudio que pretende
identificar la situación actual de las prácticas de la experiencia y hábitos de
lectura, lectura de textos impresos y de textos electrónicos así como dar
seguimiento a la actitud hacia la ciencia por parte de estudiantes de 10
carreras de ingeniería ofrecidas en el ITC. Esto con la intención de analizar
el efecto de su situación lectora en los procesos de la enseñanza de la ciencia
para formarlos como investigadores, tomando en cuenta que son recursos que
permiten valorar y comprender los entornos y de esta manera, se puedan alinear
eventualmente los planes de estudio, favoreciendo la educación en cuanto a
calidad.
La habilidad para la investigación,
categorizada como competencia sistémica, forma parte de las competencias
genéricas, que deben desarrollar los estudiantes de ingeniería del Tecnológico
Nacional de México (TecNM) de acuerdo con las especificaciones del Modelo
educativo para el siglo XXI. Formación y desarrollo de competencias
profesionales (DGEST, 2012). A lo largo de sus estudios cursan una línea
curricular de investigación formada por cuatro asignaturas que deberían de
servir de guía para el proceso de formación científica de los estudiantes, sin
añadir que en el resto de sus materias desarrollan de manera constante
investigaciones documentales con la correspondiente redacción de informes
(Salaiza y Joya, 2016).
A pesar de la exigencia de la
realización de “proyectos de investigación” durante la currícula
universitaria, los estudiantes de ingeniería presentan deficiencias en la
comprensión y hábitos lectores, poca habilidades de lectura rápida,
desconocimiento de técnicas efectivas para la búsqueda de información, además
de que perciben a las asignaturas relacionadas con la investigación científica
como de poca importancia, sin trascendencia y en ocasiones considerándoles
aburridas y sin aplicación visible en su práctica profesional. A pesar de que
los estudiantes universitarios han superado los niveles básicos de educación y
que están en situación de acceder a las distintas fuentes de información
(libros, periódicos, revistas, etc.) es un hecho constatado que un porcentaje
apreciable de los mismos a pesar de que dispone de los recursos cognitivos
necesarios y tiene acceso físico al material escrito, no hace uso de él. Es lo
que se ha dado en llamar analfabetismo funcional (Londoño, 1990). La lectura no
se practica con la frecuencia ni el interés con los que podría hacerse
(Steiner, 2001, citado por Díaz y Gámez, 2003).
Adicionalmente, los profesores de
educación superior no siempre promueven la lectura por considerarla tema ajeno
a la enseñanza de sus respectivas materias, relacionando esta falta de
habilidad a un problema asociado a etapas de enseñanza previas.
Objetivo general
Determinar
la relación de la actitud hacia la ciencia con la experiencia y hábitos de
lectura de los estudiantes del Tecnológico Nacional de México campus Instituto
Tecnológico de Culiacán (ITC).
Objetivos específicos
El estudio se realizó en el
Instituto Tecnológico de Culiacán, ubicado en Culiacán, Sinaloa, México. Es una
institución pública de educación superior fundada en 1968; cuenta al 1 de
febrero de 2019 con 5,693 estudiantes en 11 diferentes carreras universitarias
y en tres programas de posgrado (dos maestrías y un doctorado). Se realizó en
el periodo comprendido entre agosto 2018- enero 2019.
Hipótesis de trabajo: Existe relación entre la actitud sobre la ciencia
y los hábitos lectores de los estudiantes de educación superior tecnológica.
Ho: La práctica lectora de los estudiantes de educación superior tecnológica
no está relacionada con su actitud hacia la ciencia.
H1: La práctica lectora de los estudiantes de educación superior tecnológica
está relacionada con su actitud hacia la ciencia
Llevar a cabo este estudio es
importante por tener un gran impacto en la calidad de la educación superior
tecnológica y trascender de la comunidad escolar al plano de la formación de
científicos e investigadores. En este sentido, la comunidad estudiantil del
Instituto Tecnológico de Culiacán se favorece del análisis que se ofrece como
producto de la identificación de los factores que influyen en la incorporación
de programas de lectura a nivel institucional para que impacten en el trabajo
áulico y los alumnos puedan mejorar su lectura de textos científicos tanto en
formato impreso como electrónico, sus habilidades de búsqueda de información,
su escritura científica y su actitud positiva hacia la ciencia en general.
La propuesta de mejorar la
enseñanza de la ciencia con apoyo de la lectura podrá desde la actualización
curricular, alentar a los alumnos para que continúen su preparación en
posgrados que den continuidad a la generación de tecnólogos y científicos que
puedan incorporarse a la industria y a los centros de investigación.
Tiene de igual forma un
impacto social al formar egresados que sean lectores asiduos de la divulgación
científica y tecnológica y puedan estar preparados para lograr el desarrollo
que se requiere en el país.
Actitud hacia la ciencia
La investigación científica y el
desarrollo tecnológico deben ser dos pilares fundamentales en cualquier
sociedad que propenda por el bienestar de sus ciudadanos, ya que los avances en
ciencia y tecnología facilitan el mejoramiento continuo de la calidad de vida
de las personas. Se puede observar que en los países con mayor tecnología, sus
ciudadanos tienen un mejor nivel de vida, que otros países donde existen
dificultades tanto en salud, educación, economía y otros aspectos de primera
necesidad.
La actitud hacia la ciencia,
o más precisamente, hacia el aprendizaje de la ciencia, es un tema fundamental
en la investigación educativa, pues junto con el componente cognitivo, entre
otros factores, ayudan a comprender el proceso de aprendizaje. Desde factores
socioeconómicos amplitud de programas, metodología o masificación, pasando por
los preconceptos científicos o conceptos alternativos. (Espinosa-García y
Román-Galán, 1993).
En las sociedades
contemporáneas, impregnadas de Ciencia y Tecnología las personas manejan
saberes científicos y técnicos que les permiten responder a sus necesidades
cotidianas, sean éstas personales, profesionales, prácticas, culturales,
lúdicas o para la participación democrática. Ciencia, tecnología y sociedad
designa un campo de estudios académicos e investigación. En la educación científica
representa una innovación de la enseñanza de las ciencias, cuyo objetivo es la
comprensión de la ciencia y la tecnología en un contexto social que
muestre sus conexiones con diversos ámbitos: económico, histórico, sociológico,
filosófico, ambiental y cultural (Vázquez, Acevedo, Manassero y Acevedo, 2006).
Un estudio longitudinal de
Vázquez y Manassero (1997) valida empíricamente la hipótesis de que los
estudiantes experimentan un deterioro de las actitudes hacia la ciencia desde
la educación primaria hasta los últimos años de educación media. De acuerdo a
este estudio, el declive actitudinal se debe a que la didáctica utilizada para
la enseñanza de la ciencia es inapropiada lo cual genera actitudes negativas
por parte de los estudiantes hacia la ciencia, que crecen progresivamente con
la edad, especialmente en las mujeres. Otros factores adicionales son el
profesor, la falta de trabajo práctico o la excesiva orientación para preparar
los exámenes en las clases.
Un tema recurrente en la
investigación sobre la enseñanza de las ciencias, desde el nivel secundaria se
relaciona con la construcción de conocimiento científico escolar; en donde las
elaboraciones teóricas en didáctica resaltan la importancia de trabajar con los
estudiantes contenidos actitudinales en el proceso de enseñanza y aprendizaje
de las ciencias (Afanador y Mosqueda, 2012).
La lectura
La lectura se puede entender
como un proceso de transmisión de información cuyo objetivo es la adquisición
de conocimientos por parte del lector. Exige unas destrezas específicas de
decodificación a cuyo aprendizaje se dedica gran parte de los primeros años de
escuela. En sociedades como la mexicana con escolaridad obligatoria en niveles
básicos, un porcentaje apreciable de niños presenta dificultades en el
aprendizaje lecto-escritor, lo cual justifica
investigaciones sobre el tema (Simpson y Oliver, 1990).
Leer es una habilidad que
millones de personas dominan de manera elemental. Incluso la alfabetización de
los países desarrollados es solo exterior y por lo tanto engañosa. Muchos
hombres y mujeres leen con intenciones estrictamente utilitarias y propósitos
inmediatos. Una proporción apreciable de lectores no conoce
la vertiente hedonista de la
lectura. Por lo tanto, tampoco se dan las posibilidades de aprendizaje vital, o
de educación sentimental que
ofrece la literatura (Botton, 1997, citado por Díaz y Gámez, 2003).
De acuerdo a lo anterior,
organismos públicos responsables de la educación y algunas editoriales efectúan
periódicamente encuestas para conocer la evolución de los hábitos lectores y de
otras conductas vinculadas a lo que se podría llamar "consumo
cultural". Son instrumentos muy valiosos desde un punto de vista
sociológico y no cabe duda de que ayudan a tomar decisiones a las autoridades
competentes, de cara al fomento de los mismos. Actuarían, pues, como
herramientas diagnósticas como es el caso de la Encuesta Nacional de Lectura,
elaborada por la Fundación Mexicana para el Fomento de la Lectura, A.C. (2013).
La motivación ocupa un lugar
destacado entre dichas variables explicativas de la conducta lectora. Tal como
señalan Guthrie y Wigfield (1999): “La construcción del significado durante la
lectura es un acto motivado. Un individuo que interactúa con un texto con el
propósito de comprenderlo se comporta intencionalmente. Durante la lectura, el
individuo actúa deliberadamente y con un propósito”. Por lo tanto, una
explicación en términos motivacionales es crucial para una explicación del acto
de leer.
Guthrie y Wigfield (1999) en
sus estudios sobre el papel de los factores motivacionales en la lectura
simplifican la clasificación mencionada más arriba, para pasar a distinguir
básicamente entre dos componentes motivacionales. El primero, extrínseco, está relacionado
con la lectura como una actividad instrumental encaminada, bien a recabar
información, bien a obtener reconocimiento social u otro tipo de recompensa. El
segundo componente, el intrínseco,
se vincula a sus aspectos más recreativos, a la curiosidad y el interés en
y por la propia actividad lectora. Pero lo más interesante es el
análisis que efectúan esos autores de los vínculos causales entre la motivación
lectora, el tiempo dedicado a leer y el rendimiento o nivel de comprensión
alcanzado. Habría un encadenamiento causal entre estas tres variables, de modo
que la motivación aumenta el tiempo dedicado a leer, y este aumento se traduce,
a su vez, en una mejora del rendimiento lector.
Según la naturaleza del mecanismo
psicológico por el cual la mayor dedicación a la lectura redunda en un
beneficio en la comprensión intervienen los factores motivacionales. La
motivación por la lectura no es sólo el elemento "energético" que
mantiene al sujeto frente al texto, haciéndolo consumir recursos cognitivos
durante más tiempo. Además de eso, actúa armonizando sus metas cognitivas
(entender el contenido) en la comprensión con sus metas motivacionales (el
propósito que persigue).
Este planteamiento, con estar bien
encaminado, presenta un problema, y es que parece teorizar algún tipo de
vinculación directa entre motivación y rendimiento lector, cuando los propios
autores reconocen no haber encontrado ningún indicio empírico de dicha
relación, y sí del patrón triangular, más complejo, que involucra la
motivación, el tiempo dedicado a la lectura y el rendimiento, en el cual el
papel mediacional de la práctica lectora es fundamental. El hecho de que
quienes más leen comprendan mejor se presta a multitud de explicaciones, en
muchas de las cuales no hay lugar para los factores motivacionales (Díaz y
Gámez, 2003). En cualquier caso, no deja de ser relevante la constatación de
que los factores motivacionales sirven como predictores de los hábitos de
lectura.
Esta investigación forma
parte de un proyecto de investigación iniciado en 2016 para promover la cultura
científica entre los estudiantes de educación superior tecnológica con la
intención de que mejoren sus competencias de investigación entre las que se encuentran
comprensión de textos y escritura científica. En una primera fase se midió la
actitud hacia la ciencia y los conocimientos sobre la misma. En esta segunda
fase del proyecto se tuvo como propósito medir la experiencia y hábitos
lectores para explicar la aparente indiferencia hacia la ciencia y hacia la
lectura que tienen los alumnos de ingeniería. Esta fase sigue un enfoque
cuantitativo para describir las
condiciones actuales de las variables de estudio y mediante el análisis crítico
tratar de establecer relaciones (Hernández, Fernández y Baptista, 2006).
El procedimiento se llevó a cabo de
acuerdo al problema de investigación y se ajustó al cronograma de actividades
propuesto. Las técnicas de análisis de datos fueron de estadística descriptiva
e inferencial. Se utilizó un diseño no experimental, transeccional de
tipo descriptivo.
Participantes
La muestra estuvo constituida
por 311 alumnos de las distintas carreras de ingeniería del ITC. El 56.8% de la
muestra fueron hombres y el 43.2% mujeres. Los alumnos cursaban entre el
primero y el décimo primer semestre. El 20.8% de la muestra entrevistada cursa
el primer semestre y el 19.2% el 6°. 10 de 11 carreras profesionales existentes
en el ITC fueron consideradas, el mayor número correspondió a los alumnos de
ingeniería industrial con el 41.6% de la muestra, el segundo lugar correspondió
a la carrera de ingeniería mecatrónica con el 19.2% y el tercer lugar para la
carrera de ingeniería en gestión empresarial con el 18%. Las características de
la muestra se resumen en la Tabla 1.
Tabla 1
Características de la muestra
Variable |
Cantidad de alumnos
encuestados y porcentajes |
||
Género |
Femenino |
134 |
43.2% |
Masculino |
176 |
56.8% |
|
Carrera |
Ingeniería Industrial |
158 |
41.6% |
Ingeniería Mecatrónica |
51 |
19.2% |
|
Ingeniería en Gestión Empresarial |
18 |
18% |
|
Ingeniería Bioquímica |
13 |
7.3% |
|
Ingeniería en Sistemas Computacionales |
12 |
4.7% |
|
Ingeniería Mecánica |
6 |
3.5% |
|
Ingeniería en TIC |
6 |
2.2% |
|
Ingeniería Eléctrica |
5 |
1.6% |
|
Ingeniería Electrónica |
2 |
0.6% |
|
Ingeniería Ambiental |
2 |
0.6% |
|
Maestría en Ciencias de la Ingeniería |
1 |
0.3% |
|
|
Maestría en Ingeniería Industrial |
1 |
0.3% |
Semestre |
Primero |
65 |
20.8% |
Tercero |
23 |
7.3% |
|
Cuarto |
10 |
3.2% |
|
Sexto |
60 |
19.2% |
|
Séptimo |
55 |
17.7% |
|
Octavo |
28 |
8.8% |
|
Noveno |
50 |
16.1% |
|
Otro |
20 |
4.3% |
Instrumentos
Como instrumento se usó la
Encuesta de Actitud hacia la Ciencia de Espinosa y Román (1991) con una escala
de diferencial semántico donde se evalúan diez cuestiones contrarias que el
alumno debe puntuar de 0 a 10. Para medir la experiencia y hábitos lectores así
como el uso de textos impresos y electrónicos se utilizó la Encuesta Nacional
de Lectura 2012. Ambas encuestas se aplicaron vía electrónica en una sola
exhibición.
Análisis estadístico de
los datos
A los datos recolectados se
les dio un tratamiento estadístico mediante técnicas de estadística descriptiva
e inferencial y con el apoyo del paquete Excel y del software SPSS.
Actitud hacia la ciencia
A
continuación se analizaron los datos obtenidos de las 10 dimensiones del
instrumento actitud hacia la ciencia mediante técnicas de estadística
descriptiva (media, desviación estándar). En la Tabla 2 se muestran los
resultados de las 10 dimensiones de la actitud hacia la ciencia partiendo de la
pregunta ¿Cuál es tu opinión sobre la ciencia?
Se
recodificaron los promedios de la actitud hacia la ciencia para dejar tres
categorías (de las 10 originales): actitud negativa, con respuestas entre 0 y
3; actitud indiferente entre 4 y 7; y actitud positiva entre 8 y 10. Los
resultados muestran que el 63.3 % manifiesta una actitud positiva hacia la
ciencia, 34.2% una actitud indiferente y 2.39% una actitud negativa. (Ver
Gráfico 1). Los alumnos de Ingeniería Industrial son quienes muestran una
actitud más positiva hacia la ciencia con el 61.46% de los encuestados. Los
alumnos con la actitud más negativa fueron los alumnos de Ingeniería en Gestión
Empresarial con 8%. Y quienes mostraron una actitud más indiferente fueron los
alumnos de Ingeniería Mecatrónica con 42.8%.
Tabla 2. Dimensiones
del Cuestionario
de Actitud hacia la Ciencia (Escala 1 a 10). Fuente: elaboración propia.
Variable/Dimensiones |
Promedio |
Desviación Estándar |
|
Actitud hacia la ciencia |
Interesante/Aburrida |
8.22 |
2.24 |
Clara/Confusa |
7.13 |
2.25 |
|
Fácil/Difícil |
6.66 |
2.32 |
|
Me ha acercado/ Me ha separado |
7.54 |
2.22 |
|
Probaría otra vez/ Jamás |
7.65 |
2.22 |
|
Útil/No es útil |
8.84 |
1.87 |
|
Aprendí/No aprendí nada |
7.68 |
2.27 |
|
Me ha gustado/No me ha gustado nada |
7.70 |
2.15 |
|
Me he divertido/He sufrido |
6.08 |
2.28 |
|
Valió la pena/Fue tiempo perdido |
7.01 |
2.17 |
Gráfico 1. Actitud hacia la ciencia en alumnos
de Ingeniería.
En lo referente al número de
materias reprobadas, el 61.1% de la muestra no ha reprobado ninguna materia, el
12% tiene una materia reprobada, el 8.9% dos materias, el 8.3% tres materias
reprobadas, el 3.5% cuatro materias y el 6% tiene más de cuatro materias
reprobadas. La carrera con el mayor porcentaje de alumnos que han participado
en un verano científico es la de Ingeniería en Mecatrónica con un 14.8% de los
encuestados. Y los que tienen mayor intención de hacer un verano científico son
el 33.9% de los ingenieros en gestión empresarial.
En la intención de estudiar
un posgrado un 66.99% del alumnado del ITC manifiestan ese propósito al
concluir la carrera profesional; 29.41% no lo sabe y 3.59% dice que no
estudiará un posgrado (Ver Gráfico 2). El 85% de los alumnos de Ingeniería
Bioquímica tiene la intención de estudiar un posgrado convirtiéndose en la
carrera con mayor vocación científica
Gráfico 2. Intención de estudiar un posgrado.
Se hizo una prueba de
hipótesis para revisar si había diferencias significativas entre la actitud
hacia la ciencia de hombres y mujeres. Con un nivel de significancia menor a
0.05 se rechaza la hipótesis nula de que no hay diferencias significativas
entre hombres y mujeres (Ver Tabla 4). Los hombres muestran una mejor actitud
hacia la ciencia que las mujeres.
Tabla 4.
Prueba de hipótesis sobre actitud hacia la ciencia entre hombres y mujeres.
ANOVA |
|||||
Prom_AC_Codif |
|||||
|
Suma de
cuadrados |
gl |
Media
cuadrática |
F |
Sig. |
Entre
grupos |
1.571 |
1 |
1.571 |
5.576 |
.019 |
Dentro de
grupos |
70.166 |
249 |
.282 |
|
|
Total |
71.737 |
250 |
|
|
|
Experiencia
y hábitos de lectura
A continuación se enumeran
los resultados que reflejan la situación actual de las prácticas de lectura en
el ámbito de educación superior tecnológica, en el Instituto Tecnológico de
Culiacán, institución pública a nivel federal.
Influencia de otros lectores
55% de los estudiantes
identificó a su madre como la persona que le leyó en voz alta durante su
infancia; 7.4% el padre, 24.9 ambos padres,4.5% otras personas (tíos, hermanos,
etc.) y al 8.2% nadie le leyó durante su infancia.
Por otro lado, se menciona a
los padres 41.3% como la principal influencia positiva en la vida lectora,
seguida por personas ajenas a la escuela y familia (27.5%); 15.2% a los libros
que hay en mi casa; 8.6% a la biblioteca del ITC; 5.2% a los hermanos y 2.2% a
la biblioteca pública. La influencia negativa en la vida lectora fueron los
amigos (19.3%) seguida por los maestros con el 4.1% y en menor medida a los
libros en casa, hermanos, padres, escuela.
Etapas
lectoras
El 36% de los encuestados
considera que la etapa de su vida en la que ha leído más corresponde al nivel
superior; el 30.5% leyó más en preparatoria; 18.2% en secundaria y el 15.2 en
primaria.
El 78.8% reconoce haber
dejado de leer en alguna(s) etapa(s) de la vida. El 21.2% señaló que nunca ha
interrumpido la lectura. Entre los principales motivos por los que justifican
el abandono de la lectura es por la falta de tiempo (48.7%), seguido por falta
de interés (21.6%), pereza (17.8%), obligaciones laborales (7.8%) y carencias.
El 43% ha dejado de leer por un periodo de 1 a 6 meses. El 21.9% de 6 meses a
un año, el 13.4% de uno a dos años y 16% por más de tres años.
Conciencia de la utilidad de la lectura
Como respuesta a la pregunta
sobre la utilidad de la lectura 87.4% la considera muy útil para los estudios
universitarios. El 11.2% dice que lo que lee le sirve de poco en la vida.
Autopercepción como lector
Solo un 4.8% de estudiantes universitarios
se consideran excelentes lectores; un 64.8% se ven a si mismos como buenos
lectores; un 16.7% como malos lectores y un 5.2% se consideran como no
lectores.
Lecturas requeridas para comprender lo leído
55.4% admiten leer dos veces
un texto para comprender su contenido. 8.6% tres veces; 33.1% una sola vez y 3%
cuatro veces o más.
Frecuencia de visitas a la biblioteca
7.4% acude a la biblioteca de
la universidad diariamente; 28.3% de 2 a 3 veces por semana; 8.2% va de 3 a 4
veces por semana. 47.4% asiste a la biblioteca solo cuando necesita un libro y
un 8.6% nunca va a la biblioteca.
Servicios bibliotecarios empleados con mayor frecuencia
El servicio que más requieren
los alumnos del ITC es el uso de las salas de estudio en equipo; el uso de la
sala general de lectura (24.5%); 17.5% para usar el internet, 11.9% para el
préstamo de libros y un 6.7% no usa ningún servicio de la biblioteca.
Otro de los aspectos que mide la encuesta nacional de lectura es la
lectura de textos impresos y de textos electrónicos. A continuación se muestran
los resultados.
Lectura de textos
impresos
Integridad y concentración en la lectura
Al 73.2% de los estudiantes
del ITC les gusta leer libros completos; 14.1% sólo lee la mitad y el 16.4%
acostumbra a saltar páginas durante la lectura. Al 77% le gusta leer en
silencio y al 18.6% escuchando música. Un 3.7% ve la computadora o la internet
mientras lee y solamente un 0.7% lee más de un libro a la vez.
Libros, revistas y periódicos leídos por año
El 27% lee un libro al año;
23.7% dos libros; 15.6 tres libros; 10.4% cuatro libros, 5.6% cinco libros,
11,5% seis libros o más. 6.3% no lee ningún libro. Entre los títulos de los
libros más leídos están: El principito; Harry Potter; Bajo la misma estrella; Ciudades
de Papel; Orgullo y prejuicio, After y El señor de las moscas, Padre rico padre
pobre, Hush hush, El caballero de la armadura oxidada.
El 53.7% no lee periódicos.
27.1% de 1 a 5 periódicos al año. Un 19.3% lee más de 6 periódicos al año.
Básicamente leen diarios locales (El Debate, Noroeste, Línea Directa en línea)
y mencionan un diario nacional (El Financiero). 66.7% afirmó no leer revistas,
26.3% dijo leer de 1 a 5 revistas al año y el 7% 6 o más. Entre los títulos que
mencionaron se encuentran: Muy interesante, Forbes, Autos y TVyNovelas.
Lectura de estudio
42.6% de los jóvenes estudian
de 2 a 3 veces por semana; 23.7% una vez por semana; 17% casi no leen con fines
de estudio y 16.7% estudian diario. 65% reportan dedicar de 1 a 5 horas semanales
al estudio y un 34.4% estudian de 6 a 10 horas semanales.
Lectura de entretenimiento
Frecuencia. Un 33% leen por
entretenimiento una vez por semana, un 32.6% 2 a 3 veces por semana; 20% no lee
con fines de entretenimiento y un 14.4% diariamente lee para entretenerse. En
cuanto a la pregunta relativa sobre cuánto tiempo más estarían dispuestos a
dedicar a la lectura de entretenimiento, un 66.3% estaría dispuesto a dedicar
de 1 a 5 horas más por semana a la lectura de entretenimiento, un 27% de 6 a 10
horas y un 6.7% no está dispuesto a dedicar ni una hora de su tiempo a la
lectura.
Lectura de textos
electrónicos
Acceso a internet, disponibilidad de computadora en casa y de teléfono
inteligente (Smartphone)
El 77% dispone de acceso a
internet en sus casas, así como poseer una computadora personal (91%) y un 99%
posee un Smartphone que un 58.5% lo
tiene en prepago y un 41.5% lo tiene con plan.
Un 14% utiliza el internet en
la escuela. Un 9% de los alumnos hallan diversos espacios para trabajar con la
internet y realizar lecturas frente a la pantalla de la computadora y celular.
Acceden al internet en distintos sitios como en la biblioteca, en áreas
comunes, en el ciber café, en el centro de cómputo, entre otros.
Competencias vinculadas con el uso de la red
El 87.8% manifiesta tener
habilidades para identificar diversas fuentes de información y seleccionar las
más adecuadas para sus necesidades. Sin embargo 12.2% de ellos reconoció no ser
capaz de hallar ni seleccionar dichas fuentes. A pesar de pertenecer a una
generación que ha crecido familiarizada con las tecnologías de información y
que dicen tener dominio de las TIC, un 40.4% expresó la necesidad de recibir
capacitación para aprovechar las ventajas de las fuentes digitales.
Tiempo dedicado a la información digital
En cuanto al tiempo dedicado
al internet, un 71.9% dedica más de cinco horas a la semana al internet. Un 10%
pasa cuatro horas; 7.8% tres horas; un 5.9% dos horas y 3.7% una hora.
En lo referente al tiempo que
le dedican a la lectura de textos digitales, un 30.4% de la muestra le dedica
dos horas a la semana; 25.6% una hora a la semana; 22.6% más de cinco horas y
14.1% tres horas.
Actividades con que se vincula el tiempo de conexión
Los jóvenes realizan diversas
actividades mientras están conectados a internet. La mayoría lo hacen desde su teléfono
celular. De las actividades que llevan a cabo con más frecuenta está la de
realizar tareas y estudiar cuando está conectado a internet (34.4%); el 20.7%
chatea; el 24.4% lo usa para ver videos y escuchar música; el 15.2% para
obtener información; el 2.6 para enviar y recibir correos y solo el 1.9% para
leer.
Referente a los bancos de
información en la forma de bases de datos digitales que posee la institución,
sólo el 23% dice utilizar CONRICyT. Un 10.4% EBSCO y otras que actualmente ya
no están disponibles, por lo que se infiere que hace tiempo no consultan los
acervos digitales. Un 63% dice utilizar otras fuentes de información científica
fuera de la biblioteca digital a la que está suscrita la institución. 57.4% de
los estudiantes dicen no consultar ni utilizar revistas digitales de
investigación científica contra un 42.6% quienes mencionan que sí las consultan
habitualmente.
Por último, respecto a los
efectos que les genera el leer en la pantalla del celular/computadora los
jóvenes mencionan los siguientes: 43% se sienten cansados; 25.9% manifiestan
que les produce malestar en la vista; 28.1% dicen que no les causa ningún
efecto y 3% dice que leer en la pantalla es una actividad accidentada al tener
que ir de un vínculo al otro.
En una sociedad cada vez más tecnológica y
con mayor cantidad de información al alcance de la mano, el desinterés por los
temas científicos y la falta de una cultura tecnológica en temas científicos y
carencia de habilidades en la búsqueda de información confiable están cada vez
más presentes. Esto se refleja en los hallazgos principales de la presente
investigación:
·
El 61.1%
de la muestra no tiene ninguna materia reprobada, el 12% tiene una materia
reprobada, el 8.9% dos materias; el 8.5% tiene tres materias reprobadas, el
3.5% cuenta con cuatro materias no acreditadas y el 6% tiene cinco o más
materias reprobadas.
·
El 5.1% de
la muestra ha asistido a algún verano científico. Un 22.2% planea aplicar para
la convocatoria del verano científico 2019 y 68% tiene la intención de cursar
un posgrado al terminar la licenciatura.
Los estudiantes del ITC identificaron a la
madre como una influencia temprana para la iniciación a la lectura (55%), al
comparar con los resultados del mismo estudio hecho con estudiantes de la Universidad
de Tabasco y de la Universidad Olmeca (Gutiérrez-Valencia, 2014), se encontró
que solo el 28% de la muestra identificó a su madre como la primera persona que
les leyó en su infancia. En el ITC los jóvenes reconocieron leer más en la
universidad que en la preparatoria y los alumnos de Tabasco leyeron más durante
el bachillerato.
Los jóvenes sinaloenses consideran más
útil la lectura que los jóvenes tabasqueños (87.4% versus 61%).
Los estudiantes sinaloenses en su mayoría
no leen periódicos (53.7%) a diferencia de los jóvenes tabasqueños que lee en
un 59% seis o más diarios al año. Solo el 10% no lee periódicos. Los títulos de
los libros que citan leer con mayor frecuencia todos los universitarios son
similares en ambos estados. Son libros llamados de literatura juvenil y de
superación personal.
El 65% de los estudiantes en el ITC en
Sinaloa dedican de 1 a 5 horas de estudio a la semana (en Tabasco le dedican
ese mismo tiempo un 82% de los alumnos). Sin embargo, en términos de horas
diarias es insuficiente para leer los textos incluidos en el programa de
estudios que requieren al menos 13 horas a la semana según la ANUIES. La UNAM
recomienda 3.5 horas diarias para realizar satisfactoriamente las actividades
académicas en el nivel universitario.
El 29% de los estudiantes en Tabasco todos
los días dedican tiempo a la lectura diaria en comparación con los sinaloenses
quienes solo en un 14.4% leen diariamente con fines recreativos.
Es
contradictorio que a pesar de invertir buena parte del tiempo conectados a
internet, los jóvenes universitarios no lean textos electrónicos en la pantalla
de la computadora o el celular para informarse e investigar temas académicos.
El 51% dedica de una a dos horas a la semana a los textos digitales.
El uso del e-reading (ciberlectura o
lectura digital) con fines académicos no se ha generalizado. Al no ser hábiles
para discriminar la calidad y veracidad de las fuentes de información de lo que
circula por la red, a los jóvenes les toma un tiempo excesivo navegar por las
redes sociales como el whatsapp, Facebook, Instagram y Twitter en donde
continuamente descargan y reenvían videos, música y fotografía sin dimensionar
los efectos físicos de estar tanto tiempo frente a la pantalla.
Más del 50% de los estudiantes del ITC, al
igual que universitarios tabasqueños no consultan ni utilizan las bases de
datos disponibles en sus instituciones que incluyen revistas científicas donde
puedan consultar información relevante y actualizada de utilidad para su
actividad académica desaprovechando estas fuentes de información.
Dentro de esta fase se respondieron las
preguntas de investigación sobre cuál era la actitud de los estudiantes hacia
la ciencia y se encontró que pese al pronóstico, la actitud fue de manera
general buena al tener más del 60% una actitud positiva, y un 34% una actitud
indiferente. Incluso resultados por encima de los que reportaron Salaiza y Joya
(2017) en un estudio sobre actitud hacia la ciencia y desempeño académico en la
misma institución, y Espinosa y Román (1991; 1993) en estudios similares
realizados en España. De igual forma se alcanzaron los objetivos propuestos de
medir la actitud, experiencia y hábitos lectores por parte de estudiantes del
ITC.
Se acepta parcialmente la hipótesis de
trabajo que relaciona la actitud hacia la ciencia con la experiencia y hábitos
lectores, ya que los estudiantes muestran en su mayoría una actitud positiva
hacia la ciencia, se afirman como buenos lectores, sin embargo, en general leen
poco (ni literatura académica ni recreativa), no leen noticias ni revistas
científicas, no están informados sobre los recursos digitales disponibles en la
institución ni los utilizan y más de la mitad dice requerir estrategias de
búsqueda de información académica confiable.
Se acepta la hipótesis de que había
diferencias significativas entre hombres y mujeres ya que se confirmó que los
hombres muestran una actitud más positiva hacia la ciencia que las mujeres.
Esto confirma lo afirmado por Vázquez y Manassero (1995; 1997) que las mujeres
tienen una actitud más negativa hacia la ciencia que los hombres.
Se alcanzaron de igual forma los objetivos
general y específicos de investigación.
En resumen, si bien los jóvenes tienen una
actitud positiva hacia la ciencia, no parecen asociar a la lectura como un
requisito sine qua non para su
formación científica dentro de sus carreras universitarias. La actitud hacia la
ciencia es solamente una variable que puede afectar la formación en disciplinas
científicas. Habrá que considerar otros factores inherentes. Los datos aquí
registrados revelan que las prácticas de lectura de los estudiantes de
educación superior tecnológica siguen siendo escasas e insuficientes y en
cierta forma resulta imprescindible que desde las instituciones educativas se
promueva el uso de las biblioteca digital; la capacitación en la búsqueda de
información científica confiable; el desarrollo de hábitos lectores que
garanticen una conducta permanente en los estudiantes de ingeniería así como
proponer la incorporación en la currícula universitaria temas de comprensión y
redacción de escritura científica pertinentes
a los hallazgos aquí presentados.
Afanador, H., & Mosquera, C. (2017).
Valoración de actitudes hacia la ciencia y actitudes hacia el aprendizaje de la
biología en educación secundaria. Bio-Grafía Escritos Sobre La Biología y Su
Enseñanza, 5(8), 32-49. https://doi.org/10.17227/20271034.vol.5num.8bio-grafia32.49
Creech, J.
& Hale, G. (2006). Literacy in Science: A Natural Fit. Science Teacher,
73(2), 22–27. Retrieved from http://search.ebscohost.com/login.aspx?direct=true&db=a9h&AN=19740921&lang=es&site=ehost-live
DGEST. (2012). Modelo educativo para el siglo XXI. Formación y desarrollo de
competencias profesionales. México: Autor.
Díaz, J.M. y Gámez, E. (2003). Hábitos lectores y motivación entre estudiantes universitarios. Revista electrónica de Motivación y
Emoción. Recuperada de: http://reme.uji.es/articulos/adxazj7690710102/texto.html. Consultada el 10 de octubre de 2018.
Espinosa-García J. y Román-Galán, T. (1991). Actitudes hacia la ciencia y asignaturas
pendientes: dos factores que afectan al rendimiento en ciencia.
Enseñanza de las Ciencias. Badajoz: España. 9 (2), 151-154
Espinosa-García J., Román-Galán, T. (1993).Actitudes hacia la ciencia en estudiantes
universitarios de ciencias. Enseñanza de las Ciencias. Badajoz:
España. 11 (3), 297-30
Fundación Mexicana para el
Fomento de la Lectura, A.C. Encuesta Nacional de Lectura 2012. Recuperado
de: http://www.caniem.org/Archivos/funlectura/EncuestaNacionaldeLectura2012/Encuesta-NacionaldeLectura2012.html.
Geithner, C. A. & Pollastro, A.
N. (2016). Doing peer review and receiving feedback: impact on scientific
literacy and writing skills. Advances in Physiology Education, 40(1),
38–46. https://doi.org/10.1152/advan.00071.2015
Guthrie, J.T., y Wigfield, A. (1999).
How motivation fits into a science of reading. Scientific
Studies of Reading, 3, 199-205.
Gutiérrez-Valencia, R. (2014). Rumbo al acceso plena a la sociedad del
conocimiento. Programa de Fomento de la Lectura de la Universidad Olmeca
2013-2020. México: Universidad Olmeca. 69 p.
Hernández, R., Fernández R. y Baptista, P. (2006). Metodología de la Investigación. Ed.
McGraw Hill. México. 4ta edición.
McClune, B. & Jarman, R. (2010).
Critical Reading of Science-Based News Reports: Establishing a knowledge,
skills and attitudes framework. International Journal of Science Education,
32(6), 727–752. https://doi.org/10.1080/09500690902777402
Rojas, H., Méndez, R., y Rodríguez,
A. (2012). Índice de actitud hacia la investigación en estudiantes del
nivel de pregrado. Unilibre Cali.
Vol. 8 No. 2, 2012 (Julio - Diciembre).
Salaiza, F.
Joya, I. (2017). Actitudes hacia la ciencia y desempeño académico en
estudiantes de ingeniería: una propuesta para el desarrollo de competencias de
investigación. Capítulo de libro: Investigación
Colaborativa: una visión desde la inter y la transdisciplinariedad. REOALCel.
Ediciones Universidad Simón Bolívar.
Simpson, R. D. & Oliver, J. E. (1990).
A summary of major influences on attitude toward an
achievement in science among adolescent students. Science
Education, 74, (1), 1-18.
Vázquez, A. & Manassero, M. A.
(1995). Actitudes relacionadas con la ciencia: una revisión conceptual. Enseñanza de las Ciencias.13, (3),
337-346.
Vázquez, A. & Manassero, M. A.
(1997). Una evaluación de las actitudes relacionadas con la ciencia. Enseñanza de las ciencias. 15, (2),
199-213
Vázquez A., Acevedo, J., Manassero M.A, & Acevedo,
P. (2006). Actitudes del alumnado sobre ciencia, tecnología y sociedad,
evaluadas con un modelo de respuesta múltiple. Revista electrónica de
investigación educativa, 8(2), 1-37. Recuperado de
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1607-40412006000200005&lng=es&tlng=.
Verkade, H. & Saw Hoon Lim.
(2016). Undergraduate Science Students’ Attitudes Toward and Approaches to
Scientific Reading and Writing. Journal of College Science Teaching, 45(4),
83–89. https://doi.org/10.2505/4/jcst16pass:[_]045_04_83
Wen, J.-R., Chuang, M. K., & Kuo,
S.-H. (2012). The learning effectiveness of integrating e-books into elementary
school science and technology classes. International Journal of Humanities
& Arts Computing: A Journal of Digital Humanities, 6(1/2),
224–235. https://doi.org/10.3366/ijhac.2012.0051
[1] Doctorado en
administración; División de Estudios de Posgrado e Investigación; Tecnológico
Nacional de México, campus Instituto Tecnológico de Culiacán; líneas de
investigación: docencia y aprendizaje, y gestión e innovación de las
organizaciones; fsalaiza@itculiacan.edu.mx
[2] Maestría en educación;
Coordinadora Institucional del Programa de Tutoría; Tecnológico Nacional de
México, campus Instituto Tecnológico de Culiacán; líneas de investigación
docencia y aprendizaje, y gestión e innovación de las organizaciones; iajoya@yahoo.com.mx
3 Maestría en desarrollo empresarial;
Departamento de Ingeniería Industrial; Tecnológico Nacional de México, campus Instituto
Tecnológico de Culiacán;alejandrachu@yahoo.com.mx
Artículo
Recibido: 7 de Junio de 2019
Artículo
Aceptado: 30 de Agosto 2019